Preguntas

 
¿Para quién trabajaba aquel que convenció al presidente Chávez de la conveniencia de destituir una junta directiva de PDVSA, integrada por profesionales de tan altísima calidad como Alí Rodríguez, Ivan Hernández, Félix Rodríguez y Nelson Martínez? 
¿Acaso trabajaba para la patria?
 
Si tienen la respuesta a esas dos preguntas he aquí otra. ¿Qué buscaba el que dio la orden de destituir, perseguir, despedir, jubilar o simplemente aislar a los gerentes que no sólo rescataron a PDVSA de las garras de aquellos que la sabotearon salvajemente, sino que recuperaron la producción en tiempo récord?
 
No creo que las respuesta a las preguntas anteriores puedan dejar en claro cuál era la estrategia. Así que continuemos.
¿Qué se pretendía al congelar por tres años el salario de los trabajadores? ¿Acaso desmotivarlos? ¿Acaso provocar una fuga de talento?
¿No tendría el mismo objetivo el eliminar el bono anual que los trabajadores recibían por la pérdida de retroactividad de sus prestaciones? y ¿Se ganaba algo eliminando los tradicionales clubes que servían de centro de recreación a los empleados o el mantenimiento de los campamentos habitacionales? 
 
No resulta fácil imaginar que toda una corporación  pudiese ser afectada impunemente ante los ojos del país y mucho menos que una sola persona (o un grupo muy pequeño) pudieran ejecutar un plan destinado a ello, pero ¿Cómo explicar que todos los planes de mantenimiento de equipos e instalaciones fueran desfasados y posteriormente eliminados? ¿Quién no sabía que eso conduciría a la ruina de la empresa y su producción?
 
Supongo que a estas alturas nadie puede pensar en errores o casualidades, pero si alguien pensara en esas posibilidades, he aquí dos inocentes pregunta más. 
¿Que necesidad había de quintuplicar la nómina de la empresa, sobre todo con personal sin pericias clave ni formación técnica?
¿Podía alguien con dos dedos de frente pensar  que absorbiendo el chatarrero (variado por demás) con el cual las empresas contratistas apoyaban las operaciones lacustres, podía PDVSA ganar algo de eficiencia?
¿No era obvio que en poco tiempo colapsaría el sistema y con ello parte de la producción?
 
Por último ¿Quién no sabía que el ascenso vertiginoso e inmoral de un grupito de amigotes (¿o socios?)  incompetentes terminaría por generar anarquía, decepción y graves errores?
 
Cada quien puede pensar y concluir lo que quiera. Yo, por mi parte, estoy muy convencido que todo formaba parte de un plan.
 


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Alexis Arellano


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