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Dentro del grupo de presos y perseguidos políticos que hay en Venezuela encontraremos gente de izquierda, gente de derecha, civiles, militares, obreros, profesionales, chavistas, antichavistas, etc.
Dentro del grupo de organizaciones que viven bajo un hostigamiento constante por parte del madurismo encontraremos universidades, medios de comunicación, partidos políticos, sindicatos, empresas, etc.
Espero que Juan Guaidó, nuevo presidente de la Asamblea Nacional, pueda situarse en un punto en el cual todas las personas y todas las organizaciones que quieren rescatar la democracia venezolana se sientan tomadas en cuenta y respaldadas. Si Guaidó se convierte en un puente para lograr la unificación de criterios y la articulación de estrategias dentro del campo opositor se producirá un cambio favorable y enorme en la dinámica política venezolana.
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Quiero manifestarle por este medio mi apoyo a Juan Guaidó ante la amenaza que recibió a través de la red social Twitter por parte de la ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, Iris Varela. Esa amenaza hecha con la violencia, el descaro y la arrogancia de quien siente que tiene licencia para practicar el terrorismo de Estado nos deja ver claramente el drama que envuelve a Venezuela. Lean ustedes mismos lo que escribió en lenguaje somocista-pinochetista la señora Varela:
https://twitter.com/irisvarela/status/1083835020811358208
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Ya había concluido este artículo cuando ocurrió el episodio del secuestro de Juan Guaidó por parte de la policía madurista. Recordemos que Guaidó es diputado y presidente de la Asamblea Nacional, razón por la cual goza de inmunidad parlamentaria. El secuestro duró poco gracias a la reacción oportuna, masiva y contundente del pueblo venezolano y la comunidad internacional, quienes lograron ejercer a través de las redes sociales una presión efectiva sobre los usurpadores del poder en Venezuela para conseguir la liberación de Guaidó.
