Hoy más que nunca reivindicamos el derecho humano al conocimiento de la historia no como una simple enunciación sino como un hecho real que nos convoca a vernos desde el pasado con los pies puestos en el camino del presente y del futuro.
Siendo que Venezuela hoy es blanco de agresiones proferidas por agentes del gobierno de los Estados Unidos de América en su afán necio de dominar por la fuerza este territorio recurrimos a la memoria histórica y a lo que El Libertador Simón Bolívar junto a un pueblo, promovió hace doscientos años con la Declaración de la República de Venezuela publicada en el Correo del Orinoco el 30 de enero de 1819:
"Considerando que cuando el gobierno español solicita la mediación de las Altas Potencias para restablecer su autoridad, a título de reconciliación, sobre los pueblos libres e independientes de América, conviene declarar a la faz del mundo los sentimientos y decisión de Venezuela".
Más adelante señala este documento maravillosamente actual:
"Que esta declaración franca y sincera, no sólo es debida a las Altas Potencias, en testimonio de consideración y respeto, sino indispensable para calmar los ánimos de los ciudadanos de Venezuela. Reunidos en Junta Nacional, el Consejo de Estado, la Alta Corte de Justicia, el Gobernador Vicario general de este Obispado, Sede vacante, el Estado Mayor-General, y todas las Autoridades Civiles y Militares, después de haber examinado detenidamente la conducta del gobierno español, hemos tenido presente: 1. Que la idea de una reconciliación cordial jamás ha entrado en las miras del gobierno español." Valga de decir, hoy, en el discurso político de los voceros del Gobierno de EEUU, "preñado de buenas intensiones" pero de ponzoñosos propósitos tal y como lo tituló BBC Mundo el 28 de enero de 2019: "EE.UU. anuncia sanciones a PDVSA y pide a los militares que acepten la transición impulsada por el "presidente encargado".
Sigue la Declaración de los patriotas publicada en 1819 en el siguiente tenor, si hay alguna coincidencia con el mundo real de hoy, no es mera coincidencia es doctrina histórica de los imperios:
"5. Que haciéndonos una guerra de exterminio sin respetar el sexo, la edad, ni la condición, ha roto los vínculos sociales, y ha excitado un odio justo e implacable. 6. Que este odio se ha excitado por las atrocidades que ha cometido y por la mala fe con que nos mira bajo de todos aspectos. 7. Que toda la América, y muy particularmente Venezuela, está íntimamente convencida de la imposibilidad absoluta en que se halla la España de restablecer de ningún modo su autoridad en este Continente.
En tiempos cuando la Monarquía de España tercamente insistía en el afán de dominio sobre este territorio, así respondieron los patriotas:
"1. Que la República de Venezuela, por derecho divino y humano, está emancipada de la nación española, y constituida en un Estado Independiente, Libre y Soberano. 5. Que no tratará jamás con la España sino de igual a igual, en paz y en guerra, como lo hacen recíprocamente todas las naciones. 7. Últimamente declara la República de Venezuela que desde el 19 de abril de 1810 está combatiendo por sus derechos, que ha derramado la mayor parte de la sangre de sus hijos, que ha sacrificado todos sus bienes, todos sus goces, y cuanto es caro y sagrado entre los hombres por recobrar sus Derechos Soberanos, y que por mantenerlos ilesos, como la Divina Providencia se los ha concedido, está resuelto el Pueblo de Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la España, la Europa, y el Mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo español."
Sobran las palabras, pero es bueno reconocer el derecho humano a conocer nuestra historia y el legado de nuestros patriotas que hoy más que nunca sigue vigente.