El golpe imperial va bajando caretas… en cámara lenta
Ay…Vladimir a la 1 y su invitado Jorge Roig. Un preguntador-opinador y un activo jefe del cartel FEDECAMARAS. Juntitos los dos, desesperados los dos, porque la canalla internacional aún no se atreve a abrir fuego y empezar a masacrar venezolanos, con su OTAN.
Ambos, coincidiendo y advirtiendo en que fatalmente no hay ni habrá diálogo, ni salida política y pacífica a la crisis creada por Donald Trump y la ultraderecha fascista norteamericana.
Para FEDECAMARAS, es cuestión de honor, la salida inmediata de Maduro.
(De nada valió el paquete multimillonario que a partir del 20 de agosto obtuvo del gobierno este cartel del narcotráfico, FEDECAMARAS, con sus empresas paralizadas y semi-paralizadas, destruyendo asesinando de hambre familias enteras). El mismo Roig –en son arrogante- dijo que ahora casi no trabaja y por tanto se dedica a conspirar en sus horas de ocio.
Roig, ufanándose de haber participado en la elaboración del programa de gobierno de transición del payaso disfrazado de Capitán América, alias Juan Guaidó…El otro, controlando el guión de la entrevista, para llevarla al tubázo del periodista (no podía faltar en él), anunciar la persona con quien hay que negociar, nada menos que el Ministro Vladimir Padrino López.
Los demás, el chavismo, que se mamen su derrota sin disparar un tiro y si quieren sobrevivir, hagan oposición de aquí en adelante, eso si, tranquilitos como bien lo ordena la democracia norteamericana.
Y la Constitución…? Pregunta el entrevistador con careta de preocupación…
Al carajo…está plagada de errores y hay que cambiarla. Contesta Roig, "il capo di capi"
Ambos alguna vez fueron dirigentes y parlamentarios de izquierda. El de FEDECAMARAS, más ruin, defeccionó del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el otro, hasta fue parlamentario y embajador de Chávez, peor, porque traicionó los ideales de una familia comunista.
Tenían que abandonar la REVOLUCION ANTI-CAPITALISTA, porque si seguían echándole vainas al imperio, terminarían en un paredón o en una cuneta, como terminó el Gran Poeta y Dramaturgo de la España Republicana. Pero en este caso no basta arrepentirse y escurrirse por la puerta de atrás…Hay que pregonarlo por Globovisión para dejar clara constancia del salto de talanquera en ese consulado mediático del imperio. Pero el basurero de la historia es otro.
Sirva esta desagradable crónica, para enviar un mensaje monetarista a Nicolás Maduro, de alguien que conoce las entrañas del Banco Central de Venezuela y ha estudiado a Marx.
Al gobierno lo han venido asesorando economistas neoliberales "rojo-rojitos", convencidos de la inviabilidad del socialismo en Venezuela, incluso te hicieron decir algo insólito... "reconozco que he emitido dinero inorgánico". Estos farsantes, en altos cargos para dirigir la economía, se convirtieron en quinta-columnas en el BCV, la organización clave para comenzar a destruir uno de los cimientos del país, su moneda, el bolívar. Este es el objetivo. Así lo hicieron en Irak y Libia, tomándose fotos como en un carnaval sangriento y humillante, los "marines" usaban como papelillo los billetes iraquíes sustraídos del bombardeado Banco Central de ese país.
Es la gran batalla. Los gringos inspirados por la Doctrina Monroe, que ya nos la aplicaron en 1899, quitándonos 150.000 kilómetros de territorio, el Esequibo, en alianza USA-Inglaterra. Por aquella época fueron Andueza Palacios e Ignacio Andrade, cuando aceptaron el Acuerdo de Washington, pidiendo la ayuda humanitaria a USA para evadir las fauses de la terrofagia del imperio inglés.
Así perdimos el Esequibo, con una ayuda humanitaria pedida por el ambicioso presidente Antonio Guzmán Blanco, invocando la famosa Doctrina. La "ayudita" la trajo el ex presidente estadounidense Gral. Benjamín Harrison…ese mismo, el que engalana los billetes de cien dólares, como representante legal de Venezuela ante el Tribunal de París en 1899.
Ante el desconocimiento de ese laudo írrito, por el Cabito Cipriano Castro, por dos años hasta 1903, bloquearon a Venezuela con sus cañoneras y una campaña mediática internacional destruyendo su imagen (pintándolo como un mono presidente de "Banana Republic"), aderezado con un golpe de estado frustrado, que dieron los banqueros y la oligarquía caraqueña porque les parecía poca la fortuna que habían amasado gracias al asesino intelectual del Gral. Ezequiel Zamora.
El oro..el oro… Nicolás. Diría Chávez. El petro, muy bién, por los más recientes avances de la dinámica monetaria. La clave es el oro en circulación y en manos del pueblo venezolano.
Nicolás, decrétale a los burócratas del BCV, el Traslado de las reservas monetarias en oro al pueblo venezolano, a través , no del petro…EL BOLIVAR ORO, culmina el legado de Chávez, puesto en marcha en el año 2010 "Vamos del bolívar de latón, al bolívar fuerte, al bolívar oro" anunció Chávez incluso en la Asamblea Nacional el 5 de julio de 2010, ante el saboteo a su alocución por la fascista María Corina Machado, cuando hizo –barra de oro en manos- el anuncio de que Venezuela abandonaba el patrón dólar y volvíamos al viejo y antiguo patrón oro de la humanidad.
Chávez firmó en letras de oro puro, del Callao, para la posteridad, la emisión de 27.000 piezas del bolívar oro, que deben encontrarse en las bóvedas del BCV. Trajo de Bielorusia y las instaló en Maracay, las máquinas de acuñación y troquelado del cono monetario en oro y plata, que es el arma contra el dólar criminal que ha venido destruyendo al país. Por eso fue instalada en Maracay, el fuerte militar de Venezuela, custodio de la soberanía socialista, bolivariana y definitivamente chavista. Justamente, para entregarle al pueblo venezolano, el legítimo dueño del oro que con sus manos indígenas extrae desde hace siglos, de las entrañas de la tierra guayanesa, el preciado metal que inútilmente buscó el imperio español durante siglos.
Marx, en 1871, lacónicamente se refirió a la "Comuna de París" como un grupo de políticos ingenuos al convertirse en custodios del Banco de Francia, donde reposaba el oro del Imperio, el dinero necesario para derrocar el poder capitalista. Bien se sabe que este movimiento terminó con la masacre de los ciudadanos parisinos, casi tres meses después de proclamada.