Referendo consultivo o guerra / Carta abierta a José Manuel Rodríguez

Querido José Manuel.

Contesto en forma pública el texto que me enviaste y que titulaste "Nunca el resentimiento construirá" por dos razones. La primera porque no me lo enviaste solo a mí, y la segunda porque formo parte de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, y en tu texto dices cosas que, por decir lo menos, ameritan algunas precisiones.

Inicias refiriéndote a nosotros como "una agrupación de personas que, hasta no hace mucho, reconocía como militantes de la revolución decepcionados, como yo, por el rumbo que ha tomado el gobierno." Verás José Manuel, aquí hay dos cosas que voy a tratar por separado y en el orden que tú las escribes. Primero lo de militantes de la revolución y segundo lo de decepcionados: El espacio de diversidad que constituye la Plataforma me obliga a guardar respeto por lo que cada quien te quisiera responder (en el caso de que quisiera) sobre cómo caracteriza su militancia. En mi caso particular te informo que hace algún tiempo milito en las confrontaciones de la crisis civilizatoria, y enfrento a las fuerzas que como el capitalismo y el socialismo, plantean al progreso, al desarrollo y al crecimiento ilimitado en un planeta finito, como el supuesto destino inexorable de toda la humanidad. Hija legítima de la cultura occidental y de la modernidad colonial, tu revolución antropocéntrica y patriarcal es tan eurocéntrica que se asume como una, "LA" revolución, no concibe la existencia de las muchas revoluciones posibles en los diversos planos en los que la vida humana se realiza y de los que tanto nos habló Aníbal Quijano, ese portento del pensamiento social latinoamericano que recientemente se nos fue. Milito en el enfrentamiento al extractivismo como sentido común de la depredación. Milito en el enfrentamiento a la privatización del agua y la llamada ingeniería sanitaria, creo que la poceta y la cloaca, como formas de cagar de la cultura occidental, son una agresión al agua y por lo tanto a la vida. Milito en la preservación de los pueblos, las culturas y los idiomas indígenas, como alternativas a la destrucción de la vida en el planeta tierra. Pero ese soy yo. La Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución es un muestrario de la biodiversidad.

Lo de decepcionados sí que no te lo perdono. Y en este apartado me tomo, deliberadamente, la palabra por todas y todos los de la Plataforma. Decepcionado andarás tú, como efectivamente lo reconoces en tu texto. Nosotras y nosotros NO estamos decepcionados. Nosotros ESTAMOS OPUESTOS, que no es lo mismo ni se escribe igual. Nosotros somos la oposición que se va, el 31 de mayo de 2016, a la Sala Político-Administrativa del TSJ, a decir que el Decreto del mal llamado Arco Minero del Orinoco es un escupitajo sobre la Constitución Nacional Bolivariana que tiene consecuencias etnocidas, porque mata a los pueblos indígenas que lo habitan, biocidas, pues mata la biodiversidad de ese fragilísimo ecosistema de la Orinoquia, acuicidas, pues mata el agua de vivir de las próximas generaciones venezolanas y de la que depende actualmente el 70% del fluido eléctrico nacional, y soberanicidas, pues mata la soberanía venezolana sobre ese territorio. ¿Tú viste a Voluntad Popular haciendo eso, a Primero Justicia, a Acción Democrática, a Un Nuevo tiempo? Esos partidos hablan mal de Maduro, lo miran feo y le sacan la lengua, pero eso no es oponerse. Sobre el mal llamado Arco Minero del Orinoco saben quedarse callados para cuando sean gobierno aprovecharse del trabajo sucio que les hizo Nicolás Maduro.

Oponerse es salir a manifestar en la puerta del CNE, a mediados del 2016, contra la confiscación del Referéndum Revocatorio incoado por la MUD, del que no éramos ni firmantes ni apoyantes, lo que no obstaba para que lo asumiéramos como una agresión contra el derecho de todos los ciudadanos a practicar el Derecho a Rerefendo Revocatorio en cualquier futura circunstancia. El prof. Esteban E. Mosonyi, el prof. Edgardo Lander y mi persona fuimos expulsados de la Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca por esa actuación. Oponerse es salir a denuncia los contratos de servicio que está firmando el Presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, con empresas vinculadas a Donald Trump, que harían enrojecer de vergüenza no solo a Luis Giusti, sino al propio Juan Vicente Gómez.

Si nos vas a caracterizar, refiérete a la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución como una expresión, en los hechos, de oposición al gobierno de Maduro, por favor.

Después nos dices "Ese sentir: la revolución socialista y el rechazo al reformismo tutelar los debería llevar a construir de inmediato una propuesta coherente para salvar la revolución." De nuevo vuelvo a hablar exclusivamente en mi nombre. Me voy a referir a lo de "salvar la revolución", no porque no tenga algo qué decir respecto a las ideas de "revolución socialista" y "reformismo tutelar", sino porque no es la oportunidad. Respecto a "salvar la revolución", tendría que explicar que yo prefiero hablar del "proceso". El proceso es el proceso aunque esté en proceso de descomposición porque se puede recomponer, reconstruir, recuperar. En un país en el que se ha constatado un desfalco al patrimonio público de por lo menos un monto equivalente a una década de importaciones no-petroleras a 35 mil millones de dólares por año, y los ciudadanos no podemos ir al Banco Central ni al Ministerio de Finanzas a saber quién se llevó esos cobres, hay de todo menos una revolución. En cambio, contradictoriamente, sí ha habido un proceso que puede o no recomponerse y recuperarse, pero llamar "revolución" al hecho de que un camión de plátanos de El Vigía a Caracas tenga que bajarse de la mula en todas y cada una de las alcabalas, es ensuciar la palabra revolución, salvo que se pueda llamar revolución a esta robadera insomne.

Finalmente, yo diría que un poco fuera de ti, te explayas y nos dices: "Llaman a la ANC y a Maduro usurpadores guardando absoluto silencio frente al fascista designado por la derecha nacional como "presidente encargado", callan frente a los reconocimientos que de eso hacen los gobiernos de la derecha internacional, nada dicen del bloqueo económico y las amenazas de invasión. Resultó un grito ensordecedor para restaurar la derecha en el poder."

Antes de contestar nada quiero recordarte que tú sí puedes ofender. De acuerdo al trajinado dicho ese, según el cual no ofende quien quiere sino quien puede, tu sí puedes ofender. Tenemos una hermosa historia compartida que arranca en la primera mitad de los años 70, cuando unos, los de PRAG y la Causa R, en el estudio de abajo y los de PROCESO POLITICO en el estudio de arriba, poblábamos la solidaria casa del Dr. Luis Lander y Doña Alice, y compartíamos fraternalmente el multígrafo. Después la vida nos encontró en el glorioso y nunca bien ponderado gobierno municipal de Aristóbulo Istúriz. Con la información que alias "Terminator", o sea tú, nos suministrabas desde Gestión Urbana e Ingeniería Municipal, nosotros, "la gente del gobierno de la gente", hacíamos los gobiernos de los miércoles, que devinieron en los gobiernos parroquiales y en la Ordenanza Municipal de los Gobiernos Parroquiales, o sea, eso que tú llamas "la revolución". Lo digo para que se sepa: En veinte años de Gobierno Bolivariano, el pueblo de Caracas nunca tuvo tanto poder real y efectivo como en el gobierno municipal de Aristóbulo Istúriz (1993-1996). Después fue el proceso bolivariano en sus dos dimensiones: la de ciudadanos políticamente activos que impulsábamos, y aún impulsamos, lo que históricamente se conocerá como "el proceso bolivariano de cambios", y la de funcionarios del gobierno, en primera instancia de Hugo Chávez, y en segunda instancia de Nicolás Maduro. En ambas dimensiones, en reiteradas oportunidades, alrededor de nuestra mutua devoción por la amistad de Raúl y Marisol, quien se nos fue para quedarse siempre, nos contamos mutuamente nuestras leyendas y tú supiste de la epopeya del Consejo Comunitario de Agua de Clavellino, y yo supe lo minuciosa y conflictiva que puede ser la recuperación del patrimonio cultural de este país.

Por eso, y no soy yo quien te lo doy, tienes todo el derecho a tener todos los desacuerdos que te parezca pertinente con nuestra caracterización de la coyuntura y con las políticas que definimos como apropiadas, pero sin ofender, salvo que quieras deliberadamente hacerlo y entonces uno tiene posibilidad de sacar sus conclusiones.

Yo me pudiera arrechar muchísimo por la sarta de mentiras insultantes que has dicho en el último párrafo que te entrecomillé, pero la campaña por el Referendo consultivo me tiene muy ocupado y he decidido que no te voy a dedicar hígado, porque lo que pasa es que has revelado diáfanamente que jamás lees Aporrea. (ver abajo)

Asumo la tarea de pasarte los link para que leas y te informes de nuestras "posiciones oficiales", y veas cómo, reiteradamente, en nuestros documentos se responden todas tus inquisiciones y que no solo no hemos callado sino que nos hemos adelantado a lo que se encima. Me tengo que referir sí, a lo primero y a lo último.

A la ANC no la llamamos usurpadora sino espuria, o sea chimba, porque tiene falla de origen. El depositario de la soberanía, el pueblo, jamás la autorizó. Jamás dijo que quería cambiar de constitución ni ninguna de las otras finalidades específicas por las que se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente. Al pueblo se le impusieron unas elecciones que nunca autorizó. Y esas elecciones hedieron tanto que nunca aparecieron los resultados definitivos. Con eso te lo digo todo. Y a la vista está el espectáculo que dan esos pobres constituyentistas. Hoy les dicen que el proyecto de nueva Constitución está listo en más de un 80%, y mañana el jefe dice que no hay ningún proyecto en discusión, y sale el Diputado Escarrá, Presidente de la Comisión de Redacción, a decir palabra más palabra menos, algo así como lo que usted ordene, jefe, no hay ningún proyecto en discusión.

A Maduro jamás lo hemos llamado usurpador. No podríamos. Nosotros llamamos a votar para sacarlo en un proceso electoral en el que participamos, el del 20 de mayo de 2018. A pesar de compartir las denuncias que contra ese proceso se levantaron desde diversos espacios políticos. En esas elecciones ganó Maduro, y si la abstención mayoritaria (54%) le quita obviamente legitimidad, no le resta legalidad.

Su ilegitimidad se agiganta no sólo por el hecho de que la mayoría de la población no votó, sino porque pisoteando la Constitución Nacional Bolivariana a mansalva, está entregando lo entregable en forma particularmente miserable.

Y ahora lo último, José Manuel, el estruendoso acorde final con el que nos despachas. "Resultó un grito ensordecedor para restaurar la derecha en el poder."

Tampoco es la oportunidad de debatir si las nociones de "izquierda" o "derecha", aplicadas en política, siguen teniendo el sentido que tenían pero, en tus términos de izquierda y derecha, si le aplicáramos el viejísimo criterio de acuerdo al cual la derecha en el gobierno roba, pero la izquierda en el gobierno no roba, como en el caso del gobierno municipal de Aristóbulo Istúriz, el de Nicolás Maduro es un gobierno de ultraderecha, ¿o no? Y en ese sentido la derecha no puede ser restaurada en el gobierno porque la derecha es EL gobierno, y firma contratos con empresas de operación y servicios limpiándose el que te conté con la Ley de Hidrocarburos que a Chávez le costó el golpe de abril del 2002.

En todo caso te pasaron la foto de la Plataforma en Defensa de la Constitución en la oficina del Diputado Guaidó y ¡fin de mundo! Una vez más estás falto de información.

Es necesario que sepas que el 1 de febrero se constituyó la Plataforma por el Referendo consultivo. Es necesario que sepas que algunas y algunos hemos caracterizado la situación nacional como extremadamente peligrosa, en la medida en que hay poderosos intereses que se realizan en una guerra civil. Por un lado está Donald Trump y su gobierno, que no el pueblo de los Estados Unidos, que puede utilizar a Venezuela en una guerra a lo "Wag the dog", para tratar de evitar el impeachment que se le está viniendo encima por su colaboración con la inteligencia rusa en orden a obtener ventaja en las elecciones presidenciales de 2016 y, ya interna o domésticamente, la más rancia oligarquía nacional, quien necesita incinerar y ahogar en sangre, en una guerra, el imaginario de la rebelión contra la injusticia, las ilusiones de cambio hacia mejor que un pueblo tuvo en diciembre de 1998, de salir de la dominación a la liberación, de la corrupción a la honestidad y la transparencia, y, por el otro, están quienes necesitan incinerar o ahogar en sangre, en una guerra, las pruebas del mayor desfalco al tesoro público de toda nuestra historia.

Es necesario que sepas que no nos llamamos Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución a cuenta de oreja de cochino, sino que creemos y defendemos que en la Constitución está la solución. Creemos que esta guerra que avanza en la declaración de Guaidó sobre los tres pasos de su plan país, que supone la rendición de Maduro, y la respuesta de Maduro, dando a entender que la Asamblea Nacional Constituyente va a ordenar unas elecciones parlamentarias a mitad de período, solo puede ser detenida por el pueblo que se resista a poner los muertos para un pleito totalmente ajeno, porque en esos falsos extremos en ningún lado está la defensa de la patria. La defensa de la Patria está en el enfrentamiento a la guerra, y la guerra se enfrenta con la Constitución Bolivariana. El pueblo siempre tiene y tendrá el recurso de imponer, en cualquier momento o circunstancia, la relegitimación de todos los poderes públicos. Basta recoger las firmas del 10% del REP. Eso es lo que dicen el 5, el 70 y el 71 constitucionales, por todo el cañón, para hablar en términos que están de moda.

Eso fuimos a hacer a la oficina del Diputado Juan Guaidó, Presidente electo de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, por nosotros así reconocido, el pasado martes 5 de febrero. Fuimos a decirle que en Venezuela, el gobierno paralelo nombrado por Trump que él encabeza, con su Plan País de tres pasos que arranca por la rendición de un bando, conforma un polo de la ruta de la guerra, y que el otro polo de la ruta de la guerra lo conforma el gobierno del Presidente Maduro y su pretensión de hacerse el loco frente a la negativa de la mayoría del pueblo de Venezuela a seguir por donde vamos. Que frente a esa amenaza, llamábamos a la ruta de la paz, expresada en el derecho permanente del pueblo venezolano a expresarse en Referendo consultivo para resolver asuntos de emergencia, como es de emergencia una necesidad tan inmensa de salir de esta pesadilla y una amenaza tan grave de guerra civil. Que en la medida de esa gravedad, llamábamos a la Asamblea Nacional, por él presidida, y al Gobierno Nacional, presidido por Nicolás Maduro, a dialogar para evitar la guerra y consensuar la realización del Referendo consultivo, lo que implica un nuevo CNE, y que este organismo facilite la planilla oficial para iniciar el proceso nacional de recolección de firmas.

Ambas posiciones, la del gobierno paralelo y "trumpista" del Diputado Guaidó, y la del gobierno del Presidente Maduro y su desconocimiento de la realidad, conforman la ruta de la guerra, de la confrontación fratricida. Frente a ellas irrumpe la Constitución Nacional Bolivariana, abriendo la posibilidad del protagonismo del pueblo. La convocatoria de su poder soberano mediante el instrumento constitucional del Referendo consultivo. Artículos 5, 70 y 71 constitucionales.

¿Está de acuerdo en relegitimar todos los poderes públicos? Si o no. Y se llega al mismo sitio, pero afirmando la soberanía y no perdiéndola. Consolidando la paz y acallando las balas a punta de votos. Se llega a las elecciones generales confiables, sin las cuales este país es inviable, porque el pueblo venezolano lo exige y no porque gobierno extranjero alguno lo imponga con la amenaza de una invasión militar en la cabeza.

Al Diputado Guaidó le dijimos que esperábamos que el Presidente Nicolás Maduro, al interior de la política de diálogo nacional que ha expresado en forma reiterada en los últimos días, nos convoque de modo de hacerle llegar nuestra propuesta de Referendo Consultivo. Como te podrás imaginar, ya se hizo la visita a la Embajada de México y están próximas las de Uruguay, Nunciatura Apostólica y Naciones Unidas.

Si la canalla mediática había decretado hacer aparecer que nuestra reunión con Guaidó era para reconocerlo, de modo de pretender destruir lo que representamos como trayectoria en Defensa de la Constitución, ese era un riego calculado. Nosotros no íbamos a dejar de cumplir con la tarea asumida de notificar a los polos de la ruta de la guerra que, con la Constitución por delante, levantábamos la ruta del cambio en paz que está en el Referendo Consultivo. Creemos que el tiempo no solo no sobra sino que falta dramáticamente.

Es tu opción sumarte a la canalla mediática y decirnos restauradores de la derecha, como si no estuviera instalada en el poder desde hace años, o reconocer que, aun estando en desacuerdo con nuestra visión y con la política que hemos decidido impulsar, lo que nosotros fuimos a hacer a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional no es lo que la canalla mediática, tanto la de medios convencionales como la de redes sociales y páginas web, transmitió. Pero, como está en boga decir ahora, frente a la "situación-país" que tenemos, ese es un problema muy menor, si es que es un problema. Si el Presidente Maduro ó un representante suyo, nos recibe para llevarle la propuesta de Referendo, vendrá una nueva catarata de mierda aún mayor, esta vez de quienes piensen y digan que fuimos a legitimar al usurpador. Frente a eso pienso que es bueno que lluevan todas las cataratas de mierda que tengan que llover porque dan muchas pistas y permiten saber muchas cosas. Ahora salen los cabrones, alcahuetes, encubridores, escaparates, los cómplices de silencio del más pavoroso desfalco de nuestra historia (desfalco que se aprecia particularmente bien en la sala de emergencia del JM de los Ríos), a despotricar de nuestra actuación. Eso termina siendo muy útil aunque muy triste también. Uno constata quiénes son y dónde están.

En cambio tu definición frente al dilema guerra sí-guerra no, sí me parece muy importante. En la Venezuela del primer bimestre de 2019, o se está por el Referendo consultivo constitucional, o se es, en los hechos, un cómplice de la guerra.

Dale de mi parte a Eglée un cariñoso abrazo y recibe tú mi fraternal abrazo de siempre.

Afectuosamente

Santiago

Caracas 11 de febrero, 2019

Referéndum para Renovar Todos los Poderes / Ni Estado Paralelo Ni Régimen Inconstitucional
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución - www.aporrea.org
17/01/19 - www.aporrea.org/actualidad/a274428.html

Diálogo y referéndum para defender la soberanía y la paz en Venezuela: Que el soberano decida relegitimar o no todos los poderes. Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución - www.aporrea.org
27/01/19 - www.aporrea.org/actualidad/a274924.html



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Santiago Arconada


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