La pregunta que a simple vista pareciera sencilla...

En realidad, no lo es...

Es como algo que todos los seres humanos, en un juego de preguntas y repuestas, nos contestamos en algún momento de nuestra vida, en un monólogo muy personal y nuestro...

"El amor de mi vida fue tal muchacha" (nos decimos en medio de una reflexión profunda sobre nuestro paso por la vida).

El sexo opuesto, con la misma repuesta:

"El amor de mi vida fue tal joven, tal muchacho o tal hombre" ...

¿Sencillo verdad?

Pero este viejo loco, lo ve desde otro ángulo...

Donde la reflexión, no carga una repuesta de tan fácil deducción...

Porque existen reflexiones que duelen y pienso que mi amada Venezuela me acaricia el alma con cierto dejo de tristeza al hacerme dicha pregunta...

Y se transforma en interrogantes que atormentan (al mezclarla con vivencias, en nuestro ya largo caminar) ...

Hasta algunas veces hacer daño en lo más profundo de nosotros, arrástranos a un mar de laberintos de difícil repuesta ...

Será que alguna vez nos preguntamos:

"¿De quién fui yo, el amor de su vida, en mi andar por la vida?" .............................

¡Y esa sí, es una pregunta de difícil repuesta!

Y cuidado que muchos se queden sin repuesta, ante dicha interrogante...

Entonces esa pregunta, que me llegó en sueños donde nuestro amado terruño, me toma de sorpresa al preguntarme con tristeza:

"¿José, quisiera saber quiénes son los que me ama?"

Al pensar que algo tan sagrado y mágico (como lo es nuestro suelo) ...

Se atreve a perder su tiempo, al preguntarle a un abuelo que ya camina los últimos pasos de su ya larga vida, me llena de interrogantes...

Y sentado en la orilla de mi cama, con un dejo de tristeza, al intentar dar una repuesta en medio de los difíciles momentos que nos ha tocado a vivir a todos...

Y me llega a mi mente una vieja melodía que nos decía, "La patria es el hombre, muchacho" ...

Lo que me lleva a pensar, que el ser humano que ame nuestra hermosa y bendita tierra, debe

unirnos y nunca dividirnos, a todos nosotros...

y los recuerdos se arropan en mi mente, lo que me trae de regreso al "Primo Carmelo" ...

Hace ya algún tiempo, escribí un artículo titulado:

"El primo Carmelo en el parquecito de Palo Verde"

¿Saben por qué lo hice?

Porque quede maravillado, cuando visite Palo Verde, y presencie un hecho increíble y mágico a la vez...

Dicha persona, en un puesto de perros calientes de su propiedad, decoro ese día su puesto con mil colores (serpentinas, luces de colores y papel picado) ...

Y regalaba a todos los niños, sus perros calientes, refrescos y algodones de azúcar, porque dicho día era "El Día del Niño" ...

Era su humilde manera de agradecer a toda la comunidad y sus niños, por ser el vendedor de sus perros calientes, todo el año ...

A manera de recompensa...

En ese momento pensé:

"Este hombre ama a Venezuela"

¿Será que me equivoco? ...

En estos momentos tan duros y difíciles que nos ha tocado vivir, fui testigo de otro hecho que me llena el alma, lo que me llega a pensar que no todo este perdido...

¿Se los narro?

Un abuelo como yo, tiene un pequeño negocio donde lo trabaja con mucho corazón...

Este abuelo, con sus propias manos, decoro de manera magistral su local de todo tipo de adornos navideños, acompañado de música de gaitas, las 12 horas que el hombre trabajaba (algo que en estos tiempos casi no vemos como en antaño) ...

Era lindo escuchar a sus clientes decir, por ejemplo:

"Qué bueno esto, aquí si se siente que estamos en Navidad" ...

Lo que todos llamamos "El Espíritu Navideño" seguramente se refugió en el local del viejo ...

Pasada la Navidad, el abuelo coloca de 6.00 am hasta las 9.00 toda la música llanera que todos conocemos, donde innumerables veces sentía tatarear o cantar dichos temas a sus clientes, con un sentimiento profundo acompañando a los cantores...

¡Se sentía la alegría en su establecimiento!...

Y saben algo??

Un buen día me dijo:

"José, con estos días aciagos que nos ha tocado vivir, no te imaginas lo importante que es hacer sentir alegre a mi amado pueblo" ...

"Intentando robarles una sonrisa, eso no tiene precio amigo mío"

¿Quieren más?

Les diré algo...

El viejo entre otras cosas vende café...

"¿Señor tiene punto?" ...

"No amigo, no tengo punto, tú no sabes lo que cuesta hoy día conseguir un punto" ...

Y saben algo, más de una vez lo escuche decir en días de lluvia o frio:

"¡Mira ven aquí!, no puedo dejarte ir sin tomar tu café...vamos hacer algo, te doy tu café y cuando puedas o tengas efectivo, vienes y me lo cancelas...y si te olvidas no importa, la propia vida me lo pagara" ...

¿Cansón el relato? (bueno cosas de viejo) ...

Pero les confesare algo ...

Ellos son para nuestra Venezuela...

Los amores de su vida (aunque ellos no lo sepan) ....................................................................

Será por ello...

Que sentado a orillas de mi cama...

Ante la difícil pregunta de nuestro amado terruño, a este viejo de pronta despedida...

Le dije con mi mirada divisando la nada, aunado a una voz entrecortada y media apagada:

"¡Todos te amamos!" ...

Aunque muchos no se den cuenta de ello o no lo piensen...

Cuando cierto caudal de dificultades los obliga a marcharse, es cuando más lo comprenden...

¿Y saben algo?

No escuche su voz, a modo de reflexión...

El silencio inundo mi habitación...

Y en la oscuridad de mis aposentos, el sol brillo en mi morada sin ventanas, en plena noche en mi rancho...

Fue como si alguien tomaba mi mano y me llevara hacia el Salto Ángel...

Me vi volando nuestro Ávila con guacamayas y turpiales acompañaban mi vuelo acariciando mis mejillas...

Y en mi locura pensé:

"¡Es Venezuela! que me habla en silencio en este mágico momento" ...

¡¡Ella sabe que tengo razón!!

Fue cuando mi corazón y mi alma en conjunto susurraron a mis oídos:

"Claro viejo loco, no tengas dudas que fue ella" ...................................................

(...) Antes de finalizar mi mamarracho sin pie ni cabeza, quiero compartir un muy humilde poema que le escribí hace ya 20 años, a mi amada Venezuela (otro mamarracho al igual que este):

VENEZUELA

Quisiera escribir un verso de amor.

Quisiera...

pero no puedo...

mis limitaciones (que son muchas) frenan mi mano.

Pero mi corazón ayuda a mi pluma y le da vida a mi pensamiento.

Pienso en Neruda…

¡Ayúdeme maestro!...

me digo para mis adentros y comienzo mi travesía.

¿Qué es Venezuela para mí?

El sentimiento más puro que florece en el alma.

La razón de mi vida, mis dos hijos.

La que me divisó un día viéndome como perdido...

Me susurró al oído: "Vente José, yo seré tu amiga"

La que me enamoró como la primera novia.

Jamás puso piedras en mi camino, sólo amor y ternura.

Con mi juventud a flor de piel, el turpial me dio la bienvenida.

Venezuela le regaló a mis ojos, tratando de enamorarme, todo lo que ella tenía.

Me tomó de un brazo y paseó conmigo...

me acarició con el Ávila, me cautivó con el Salto Ángel...

me regaló los Llanos, la Sabana y me besó con las aguas del Mar Caribe.

Cuando por momentos yo desfallecía por la nostalgia, por la que me dio la vida….

Ella me abrazaba diciéndome: "No lo olvides, soy tu amiga".

Cuando a veces lloro, ella logra que la lluvia llore conmigo....

Pero sin yo casi notarlo…

Me regala un puñado de guacamayas, para que todas juntas formen el más bello arco iris… Porque sé que ella hace lo imposible para que vuelva mi alegría.

Por momentos pienso, ¿qué viste en mí, tierra querida?...

O será que lees mi mente y sabes que cuando soy amigo, lo soy para toda la vida…

Todo me lo has dado tierra amada…

Quisiera ser Miguel Ángel…

para dibujarte con mi mente, el infinito amor que mi pecho siente.

Quisiera robarles a Romeo y Julieta… el amor eterno… para dártelo a ti tierra mía…

Pero con nostalgia y tristeza, comprendo que soy un simple ser humano...

que sólo puede decirte:

Te quiero Venezuela…

Tierra de mis hijos, tierra mía (porque tú sabes que te siento mía) ........................................

(...) No lo olviden: Venezuela somos todos ...