Alí Rodríguez Araque. Antes que se me olvide. Conversación con Rosa Miriam Elizalde. Capitulo V petróleo. No solo de renta vive el hombre

Este compilador les participa que lo aquí denunciado por Alí Rodríguez Araque referente a la política petrolera realizada por los presidentes de la IV República fueron delito de traición a la patria. Aconsejo leerlo con atención y en excelente estado anímico. Ahora que estamos en peligro de ser invadido por los Estados Unidos. “Este tema, por sí solo, bastaría para varios libros, algunos de los cuales ya han sido escritos por usted. “De todas formas, intentemos un recuento lo más apretado posible, empezando  desde el principio. Decía Arturo Uslar Pietri, que “su por arte de magia alguien quitara bruscamente el petróleo de la vida venezolana, sería como si quitaran el esqueleto de una persona, o el sistema nervioso”. ¿Por qué? Esa afirmación no deja de ser cierta, dado el profundo impacto que ha provocado el ingreso petrolero, no solo en la economía, sino en el conjunto todo de la sociedad y, particularmente en la cultura e idiosincrasia de los venezolanos. El fenómeno petrolero es algo que define el carácter de la sociedad del siglo XX.

La comprensión de su naturaleza nos conduce directamente al problema de la renta de la tierra, entendida esta como el derecho que tiene el propietario de un lote de terreno o de cualquier otro recurso natural como minas, bosques, etcétera a obtener un pago por el acceso de todo aquel que quiera beneficiarse de al recurso cultivar, hacer un camino, construir una instalación, etcétera ... )No importa que el propietario sea público o privado, este siempre cobrará una renta bajo la forma de canon de arrendamiento, precio o cualquiera otra forma jurídica. La renta es, pues, la expresión del derecho de propiedad sobre un recurso natural, así como la ganancia es la expresión típica del capital y el salario del trabajo. Renunciar a la renta, es literalmente renunciar al ejercicio de propiedad sobre el recurso natural, cosa que nunca haría el capitalista con su ganancia, ni el trabajador con su salario.

En este caso, los hidrocarburos, luego de un largo proceso hoy son propiedad de la nación, como en casi la totalidad del mundo, aunque muchas veces en forma relativa, dadas las leyes que establecen la propiedad pública de los recursos naturales. Tal es la universalidad de ese derecho soberano que ha sido declarado como un principio en resoluciones de las Naciones Unidas, por ejemplo la resolución 523, de 1952, la 626 de ese mismo año, la 1515 de 1960, la 2386 de 1968, entre otras). Ahora bien, aquellos países que no han logrado suficiente desarrollo de sus fuerzas productivas, la posibilidad de disponer de disponer de medios financieros para invertir y particularmente de tecnología, dependen en un muy alto grado de la mera explotación primaria de sus recursos naturales. Dependen enteramente de los dueños del capital y la tecnología, y de la simple explotación de materias primas. Tal fue el caso de Venezuela en su periodo inicial con el petróleo y en menor grado en los casos como el hierro y el aluminio y otras materias primas.

De manera que si a un país, cualquiera que sea, se le priva súbitamente de un ingreso generado por esa fuente tan determinante, sin contar con otra que lo compensen, el resultado será ciertamente catastrófico, más aún cuando, esa fuente enerva a todo el conjunto de la sociedad. De ahí la razón que le reconozco, en ese aspecto específico a Uslar Pietri, pues en muchos otros tengo serias discrepancias, particularmente en cuanto a la distribución que él consideraba que debía dársele a ese ingreso.  Por esa simple razón, como ya le dije, este país no se puede entenderse sin la comprensión del problema petrolero, tarea absolutamente ineludible para quien pretenda la transformación de la realidad actual, cualquiera que sea su signo ideológico o político. Y esto que afirmó tiene evidencias históricas pues, aun como regímenes que no se podrían calificar como revolucionarios que vivió un proceso que, con sus avances y retrocesos, estuvo dirigido al establecimiento de la propiedad nacional sobre el recurso natural.

Hagamos un breve recuento, Venezuela dado el bajo desarrollo económico y político de comienzos del siglo pasado, viviendo en la enorme pobreza que generaron las grandes guerras de independencia y de la Federación, que asolaron la economía del país y que implicaron la desaparición de más de la mitad de nuestra población, a todo cual se sumaron la multitud de montoneras que sucedieron, en una situación de reproducción simple de su economía, viviendo a duras penas de sus actividades agrícolas bajo un régimen feudal dictatorial- se trasforma súbitamente en un país minero petrolero, lo cual representa literalmente un corte histórico en el proceso de la sociedad venezolana.

Se reconoce a Gumersindo Torres como el primero de todos los personajes que intervienen en esta historia.  Efectivamente Juan Vicente Gómez designó en 1917 como ministro de Fomento al Doctor Gumersindo Torres. Bajo este cargo estaba el control en materia de hidrocarburos. Con tal competencia dictó una reforma de Ley de Minas mediante la cual redujo la duración de las concesiones a treinta años, la reversión a tres años si no se procedía a la explotación de los yacimientos y la entrega al Estado del 50% de las áreas de concesión, destinadas a formar reservas propias bajo la figura de unas reservas nacionales, procedió además, a plantear la anulación de las concesiones otorgadas a la Caribbean Oil Company y a la Venezuelan Oil Concesión. Una verdadera herejía en aquel entonces. Las empresas petroleras reaccionaron de inmediato, presionando y provocando la inmediata destitución de Gumersindo Torres. Un ejemplo muy ilustrativo del grado extremo de sometimiento de todos los gobiernos a los mandatos de las compañías petroleras.

En 1917 Gómez lo retiró del cargo, pero doce años más tarde en un momento de dificultades históricas tuvo que  llamarlo de nuevo a Torres para que ocupara el cargo. Torres procedió a crear el Servicio Técnico de Hidrocarburos para la fiscalización y supervisión de la industria, a lo cual se agrega su Reglamento de la Ley de Hidrocarburos dictado en 1930. De nuevo se desató la ira de las compañías petroleras. ¿Difícil imaginar lo que pasó? Gumersindo fue despedido nuevamente y esta vez para siempre. Si bien al comienzo no había comprensión de lo que comenzaba a ocurrir, a pesar de esa dictadura tan feroz, según las investigaciones de Bernard Mommer dueño del Banco de Venezuela, Vicente Lecuna le presentó a Gómez un estudio que demostraba que en las tierras públicas de los Estados de Norteamerica se cobraba un 15,5% de regalías como promedio, mínimo al cual debería aspirar Venezuela, lo cual terminó incluyéndose como una guía en la legislación venezolana, aunque con variantes. Este hecho quiero destacado para que veamos un poco después, hasta qué grado de abyección se llegó en los días de la “Apertura Petrolera”. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos.

-No podemos obviar en esta historia la importantísima intervención del General Isaías Medina Angarita.

En el año 1943 el presidente Angarita aprovechando las circunstancias favorables que le brindó la Segunda Guerra Mundial y la altísima demanda del petróleo venezolano realizó lo que llamó la Gran Reforma Petrolera. Consistió básicamente en la unificación del sistema de regalías para todas las concesiones existentes, en un mínimo de un sexto, pagadero en dinero o en especie ya que hasta el momento, se pagaban distintos montos por los diversos lotes otorgados. Además unifica la extensión de los lotes de diversas áreas de concesiones y la duración en cuarenta años. Pero lo más importante fue la introducción de la Ley de Impuesto sobre la Renta que se convirtió en adelante en la principal herramienta, para incrementar la participación de Venezuela en el ingreso petrolero. Un avance notable que rompe el sistema colonial imperante hasta el momento y establece la soberanía tributaria del Estado sobre las ganancias generadas en la explotación la principal fuente de recursos del Estado. Tal política permitió incrementar el ingreso petrolero y comenzar a realizar mejoras sociales, como distribución de las tierras a los campesinos y otras reivindicaciones sociales importantes.

¿Cómo reaccionaron las grandes empresas? El presidente Medina Angarita fue derrocado mediante un Golpe de Estado , donde se combinaron sectores del ejército y el naciente partido Acción Democrática encabezado por Rómulo Betancourt quien es designado para presidir una Junta de Gobierno que convoca a elecciones donde obtiene una amplia victoria el conocido escritor Rómulo Gallegos. Este asume el gobierno para ser derrocado nuevamente en 1948 por los cómplices de Rómulo Betancourt quienes implementaron una dictadura que duró diez años y contra la cual se levantamos los jóvenes militares a finales de 1950. Pero lo importante fue que durante todo ese período, hubo avances, aunque zigzagueantes, en la reivindicación de los derechos soberanos de la propiedad del Estado venezolano sobre su principal recurso natural. Ahora bien, todo este proceso fue cortado de un tajo con la aplicación de las políticas neoliberales, cuyo centro político de operaciones se instaló en PDVSA, en perfecta coordinación con los grandes consorcios petroleros. Esta empresa a través de un proceso abstruso, pero muy bien montado, invadió y asumió el control de las actividades petroleras que debían estar por ley en manos del Estado, sustituyendo al Ministerio de Petróleo, órgano del Ejecutivo Nacional en la cual radicaba legalmente la propiedad del recurso natural.

La apertura manejada por PDVSA se trazó como un objetivo inocultable, tal como yo mismo lo denuncié en el ya fenecido Congreso Nacional, la reprivatización de todas las actividades petroleras, abatiendo la contribución fiscal, que no es otra cosa que la contribución del sector petrolero al sector no petrolero, es decir al pueblo. Llegaron al descaro de proponer la total eliminación de las regalías en el caso de los crudos extrapesados y condicionarlas a la tasa interna de retorno en las áreas de crudos livianos.  Por supuesto, armé el escándalo correspondiente, hable con el Presidente del Congreso y le mostré la Exposición de Motivos de la vigente Ley de Hidrocarburo que establecía un mínimo del16,6% de esa regalía.

Muy patrióticamente la alianza de Acción Democrática, COPEI, con el apoyo del MAS de Teodoro Petkoff la llevaron al 1%. Bajaron la participación mínima de PDVSA en las asociaciones que comenzaron a formarse, lo que implicaba simultáneamente la pérdida del control operativo y la caída en la participación de los dividendos para la nación.  Con políticas de expansión irracional de la producción nos metieron en una virtual guerra de precios con Arabia Saudita y convirtieron a PDVSA en un instrumento para la destrucción de la OPEP.

¿Qué consecuencias trajo todo esto? La más importante una disminución en el ingreso petrolero. Para ilustrarle lo que ocurrió voy a narrarte algo que viví con gran contrariedad. Cuando me correspondió recibir el Ministerio de Energía y Minas en febrero de 1999, el barril del petróleo estaba en siete dólares. En esas circunstancias el director de finanzas de PDVSA me informó que de mantenerse esos precios, no se podría pagar ningún impuesto sobre la renta, no se pagarían dividendos y la contribución por regalía bajaría dramáticamente. Por tal razón PDVSA planteaba la contratación inmediata de un empréstito por 3.000 millones de dólares. Así pueden resumirse los desastrosos resultados de la llamada “Apertura Petrolera”.

Pero no se detenía ahí el desastre, sino que en contra de lo establecido en la misma Constitución de 1961 que tenía plena vigencia una disposición-ya consagrada desde la Ley de Minas de 1910- según la cual, todas las dudas y controversias derivadas de contratos de interés público debían resolverse en los tribunales venezolanos y de acuerdo con las leyes venezolanas. Violando esa disposición, en las condiciones establecidas para la “Apertura petrolera” se estableció que esas dudas y controversias se resolvieran mediante arbitraje internacional, según las normas de la Cámara de Comercio Internacional de París y en tribunales norteamericanos o europeos.

De este antecedente se han derivado demandas que exigen sumas demenciales como compensación, por actos soberanos del Estado venezolano en el rescate de su plena soberanía petrolera, por cierto con una inocultable solidaridad de sectores de la oposición que sueñan con volver a aquellos tiempos de humillación y vergüenza nacional. Así como lo demostré en los discursos del Congreso Nacional y en unas series de artículos que aparecen en mi libro El proceso de privatización petrolera en Venezuela y en una demanda que presentamos un grupo de personalidades ante la Corte Suprema de Justicia para la Apertura Petrolera no hubo principio legal ni constitucional que se dejara de violar. Aun así un Congreso obsecuente y una Corte Suprema de Justicia totalmente de espaldas al país, terminó legalizando tales aberraciones, creando las condiciones para tratar de pasar progresivamente el total control de la industria petrolera venezolana a los grandes consorcios internacionales. Nos se trata pues, de un simple privatización sino de la extranjerización si vale el término, de la propiedad del recurso y de las operaciones correspondientes.

De ahí vinieron las rebeliones populares, por supuesto.---Las consecuencias de esta política no se hicieron esperar pronto se tradujeron en un veloz empobrecimiento de la población que estimuló muchas de las grandes protestas conocidas desde entonces, dentro de las cuales quedó sellada en la historia la rebelión popular del 27 de febrero de 1989. Íbamos en un veloz retroceso en relación con las conquistas alcanzadas, incluso por gobiernos que de ninguna manera podrían calificarse de revolucionarios pero que tenían un sentido de interés nacional. A las rebeliones populares le siguieron las rebeliones de un nutrido grupo de jóvenes oficiales patriotas, todo lo cual terminó desmantelando el ya enclenque liderazgo de la vieja clase política y el de una nueva clase abiertamente liberal que pugnaba por sustituir a la anterior.

Así es como surge un nuevo liderazgo con Hugo Chávez a la cabeza. Con su victoria en 1998 y el inicio de su gobierno en 1999, se inicia un nítido proceso que colocó como primera prioridad recuperar la unidad de la OPEP, lo cual se logra en marzo de 1999, luego de una negociación de dos días realizada en la embajada de Argelia en La Haya. Los acuerdos allí suscritos en perfecta coordinación con el presidente Chávez, permitieron restablecer en perfecta coordinación con el presidente Chávez el restablecimiento de las cuotas de producción e incremento de los precios. Hay que tomar en cuenta que uno de los principios rectores de la organización es evitar un competencia dañina entre sus miembros, como clave para garantizar la estabilidad de los precios en el mercado. A esa primera acción exitosa le siguió un conjunto de medidas en lo interno que han permitido el restablecimiento de la plena soberanía petrolera por parte del Estado venezolano.

¿Qué resultados inmediatos tuvieron estas medidas? Esta política liderada por Hugo Chávez tuvo resultados exitosos que pueden observarse en los hechos. Al contar con un significativo incremento del ingreso petrolero, y con una equitativa distribución ha permitido reducir la pobreza y dedicar grandes inversiones en lo programa sociales del país y la instalación de las bases del despegue industrial. Desde el punto de vista cuantitativo puede medirse los efectos si se toma en cuenta que esa política ha permitido invertir unos 50.000 millones de dólares solamente para enfrentar el problema social del país en educación, salud, alimentación, viviendas y otros. ¿Cuándo comienza el auge migratorio interno en Venezuela asociado al boom petrolero? En las tres décadas que van desde el 40 al 70 del siglo XX aunque ya en años anteriores ese proceso había comenzado. Hay que agregar que la migración no fue solamente venezolana. Hubo un incremento de la población proveniente de otros países de Europa, Sudamérica y el Caribe, atraídos por la notable mejoría de las condiciones de vida, los mejores salarios y oportunidades que se presentaban en Venezuela. Con todo lo positivo que ha tenido el incremento en el ingreso petrolero en los distintos aspectos de la vida venezolana, los sistemas de distribución de esos ingresos favorecieron la expansión del mercado interno, pero sustentado básicamente en el estímulo del consumo directo dela población. Las actividades productivas no petroleras se vieron muy menguadas, principalmente por la declinación de la producción agrícola y sus exportaciones, como consecuencia de la revaluación del bolívar que llegó a 5,20 a 3,09 bolívares por dólar en 1934.

Este hecho provocó por un lado, el encarecimiento de las exportaciones de café y cacao restándole competividad internacional, y provocado la ruina de las plantaciones. Con ello se creó un serio obstáculo al desarrollo de la producción industrial que permitiera el abastecimiento de maquinarias y demás equipos e insumos para el mantenimiento de la productividad agrícola, y con ello establecer un progresivo equilibrio entre ingreso rentístico e ingreso productivo. Pero el fenómeno social más ruinoso fue la masiva migración de los campesinos a los centros urbanos, creando un verdadero ejercito industrial de reserva, sin encontrar ocupación precisamente por no haber mayor actividad productiva industrial. Surgió así el crónico problema de los llamados cordones marginales que bordean los grandes centros urbanos. Sin embargo, esta migración que, como te dije, tuvo su auge entre las décadas del 40 al 70 provocó una fuerte demanda en la actividad de la construcción que permitió un notable desarrollo económico del país, sustentada principalmente en la construcción de viviendas y en las vías de comunicación.

Con el agotamiento de ese impulso, Venezuela entró en un prolongado periodo de estancamiento económico y con la comentada extrema dependencia del ingreso rentístico. Una vez saturada la demanda de viviendas se inició un estancamiento económico que ha perdurado hasta la última década, tal como lo ha demostrado en distintos trabajos el doctor Asdrúbal Baptista, de quien hemos hablado y hablaremos seguramente varias veces en este libro. Esto explica el fenómeno gráficamente descrito por Uslar Pietri y que tú has citado literamente antes.

En Venezuela por obra y gracias de esta riqueza del subsuelo, el proceso de acumulación capitalista, a diferencia de lo ocurrido en otros países, se sustentó, no tanto en la extracción de plusvalía en el proceso productivo interno, sino principalmente en la captación de la renta de la tierra, la pregunta que surge aquí es, si la renta de la tierra es apropiación de parte de la plusvalía generada en el proceso productivo, ¿Cómo se explica el origen de esa renta que fluye a los fondos del Estado?.

La respuesta radica en que esa renta no se cobra dentro del país, sino que se capta en el mercado petrolero internacional, mediante el ejercicio de ese poder soberano del Estado, fortalecido por la importantísima alianza estratégica intergubernamental que presenta la existencia de la OPEP.  Por eso el conflicto capital-tierra está planteado en un escenario internacional, lo que genera cada dia invasiones violentas de territorios ricos de petróleo y gas por las grandes potencias, cuyas reservas se ven cada vez más menguadas, al punto de considerar el acceso a las fuentes energéticas como un asunto de su propia seguridad nacional, según documentos oficiales norteamericanos.

Se explica así la ocupación de Iraq, Libia y las amenazas contra Siria, Irán y otras naciones petroleras, al igual que el actual conflicto de las reservas petrolíferas que se presumen en las Malvinas argentinas.  No pasará mucho tiempo sin que estos conflictos estén motivados por el acceso a otros recursos naturales, como minerales estratégicos, agua, etcétera... De manera que la transformación de esta realidad impone un vigoroso desarrollo de la fuerza productiva nacional , que permita en el mediano y largo plazo ir equilibrando el impresionante desnivel que existe entre el ingreso generado por el petróleo como actividad rentista, incrementar la actividad petrolera como actividad productiva y el despliegue de actividades en otros sectores de la economía, que sirvan al mismo tiempo a las demandas de consumo tanto industrial como directo de la población.

En mi opinión, esto último requiere de dos grandes motores de impulsión, que son un segundo proceso de reurbanización del país, buscando terminar con la enorme paradoja de un país despoblado y al mismo tiempo superpoblado en un muy reducido espacio. Este proceso ya comenzó con buen pie con un plan de construcción masivo de viviendas.

El otro problema es la solución de la producción de alimentos lo cual compromete tanto la seguridad como la soberanía alimentaria del país. Dado el despoblamiento de los espacios territoriales, el bajo nivel de fuerza laboral campesina, esto implica un esfuerzo de grandes proporciones en el incremento de la producción agrícola, mediante la aplicación de las nuevas formas de organización y las más avanzadas tecnología hoy existentes en el mundo y que han permitido multiplicar el producto por hectárea cultivada. Estos dos factores representarán la mayor expansión de la base productiva nacional y crear las condiciones para convertir a Venezuela en una potencia agrícola. -Hay un hecho importantísimo que no podemos soslayar, la creación de la OPEP por Venezuela. La OPEP fue creada el 14 de septiembre de 1960 representa la más resonante victoria de cualquier país tercermundista en la defensa de los derechos soberanos sobre sus recursos de hidrocarburos. Se cumplió en un plazo relativamente corto, Venezuela por haber sido el primer país en conquistar su independencia política entre los que integraron más tarde la OPEP, terminó jugando un rol de liderazgo en su creación que estuvo encarnado en la personalidad de Juan Pablo Pérez Alfonso. La conducta del gobierno venezolano influyó de manera decisiva la política de cuotas de importación que había comenzado a aplicar el gobierno estadounidense. –¿Que significaba esta medida? Durante un siglo la producción de los Estados Unidos por tratarse de la más grande del mundo, había determinado el piso de los precios petroleros mundial conocido como Las Siete Hermanas. Pero, a partir de 1947 los EE.UU se convirtieron en importadores netos, pues su producción había tocado techo y comenzaba un descenso que se mantiene hasta nuestros días. Por tales razones, el gobierno de Eisenhower introdujo un mecanismo de cuotas de importación que afectaba a las importaciones venezolanas hacia su principal mercado.

La caída de la dictadura de Marcos Perez Jiménez el 23 de enero de 1958, había desatado un verdadero torrente de trabajadores que reclamaban en la ciudad y en el campo todas las justas reivindicaciones que les habían sido negadas. Rómulo Betancourt se encontraba ante una situación muy desfavorable desde el punto de vista político y social la caída de precios unida a una de reducción de importaciones sería una verdadera catástrofe económica. Ante esta situación crítica Rómulo Betancourt envió una representación al primer Congreso Árabe de Petróleo, en el Cairo en abril de 1959. Al Congreso también habían sido invitadas las compañías petroleras por lo que se realizó una reunión confidencial a la cual concurrieron representantes de Venezuela, Arabia Saudita, Iraq, Kuwait y un representante de Egipto y Siria. La representación venezolana estuvo integrada por Juan Pablo Perez Alfonso y Manuel Pérez Guerrero. Allí se firmó un documento secreto que luego se identificó como un pacto de caballero de El Cairo. Esta reunión se constituyó a la luz de los hechos inmediatamente posteriores, en una especie de acuerdo preliminar que dio origen a la formación de la OPEP y se constituyó un mecanismo de control de producción para la estabilización de los precios.

La experiencia negativa de la volatilidad de los precios, los colocaba en una verdadera montaña rusa y pensaron en un mecanismo de estabilización entre los productores y consumidores. La fundación de la OPEP representó sin duda alguna, una victoria de un pequeño grupo de países del llamado tercer mundo, en la defensa de los legítimos derechos de propiedad sobre los mismos. Es tal la fuerza centrípeta que representa la comunidad de intereses que la une, que ha hecho posible la coincidencia de los más disimiles regímenes políticos y su sobrevivencia, aun durante las dramáticas pruebas que representaron los conflictos armados entre algunos de sus miembros. Y ha soportado también los ataques externos como el Plan de Henry Kissinger que dio lugar a la formación de la Agencia Internacional de Energía AIE.

--Claro. Hay que tomar en cuenta que en el escenario petrolero mundial participan cuatro grandes actores. Los países propietarios como nosotros, los países consumidores principalmente los países más industrializados y de manera muy particular los Estados Unidos que como consumidor absorben el 25% del total de la energía que se produce en el mundo. Entre esos cuatro actores hay una relación contradictoria que se ilustra claramente con lo que ocurrió en 1974. Ese año, Henry Kissinger funda la AIE cuyo objetivo fundamental como el mismo lo narra en sus memorias –era romper el poder de la OPEP”. A la larga esta estrategia provocaría una fuerte caída de los precios petroleros, hasta el punto que Ronald Reagan expresara con aire triunfal. “Hemos puesto de rodilla a la OPEP”. Su política dirigida a la estabilización del mercado mediante la regulación de la producción de acuerdo con la demanda, condujo a la introducción de un sistema de cuotas a fin de evitar una competencia dañina entre sus miembros. )... La OPEP antes del embargo petrolero de 1973, controlaba dos tercios del mercado petrolero mundial. Después de esta crisis, bajó a un tercio y ahora está alrededor del 40 por ciento.

--Estuvimos hablando de la década del 60 y las condiciones que deciden la lucha armada. ¿Cómo se valoró en este contexto la cuestión petrolera? El monopolio por el Estado de los recursos naturales, el hecho de tener el control del ingreso y el poder distribuirlo le facilitó al gobierno de Acción Democrática y de Copei tener el control de las reivindicaciones del pueblo. En realidad ambos gobiernos de AD y COPEI utilizaban la represión y el gansterismo en la lucha política. Cuando eran sindicatos los que pedían aumento y no estaban comprometidos con sus gobiernos le cerraban las posibilidades de reivindicación a los trabajadores, incluso trataban de despojar a los trabajadores de su legítimo derecho a la huelga. Los partidos AD y COPEI que eran gobiernos controlaban la mayoría de los sindicatos y los empresarios estaban muy contentos porque eran favorecidos sobradamente.

--Usted en su libro Servir al pueblo. El desafió socialista lo llama el triple carácter del Estado venezolano, pues además de su función como tal, actúa como propietario que cobra la renta y como empresario que obtiene sus ganancias. Efectivamente, Al asumir el Estado el control monopólico sobre los yacimientos petroleros y mineros, ejerce el rol de cualquier propietario de la tierra. Es con ese carácter que cobra renta bajo la forma de regalía. Pero el propietario puede realizar inversiones, como un capitalista cualquiera en sus propiedades, obteniendo además de la renta una ganancia o para decirlo con más propiedad un dividendo, finalmente como Estado soberano cobra impuestos. Esto por supuesto, no ocurrió desde que se descubrieron los ricos yacimientos petroleros en Venezuela. Fue todo un proceso histórico a lo largo del cual los distintos sectores fueron adquiriendo una mejor comprensión del fenómeno petrolero.

Ahora bien, el Estado por tener la apropiación de una renta creciente que ha venido distribuyendo, apareció otro fenómeno de consecuencias muy importante dignas de un comentario. En Venezuela en lugar de ser el Estado el que depende de los tributos de las corporaciones privadas y de la población, es el capital privado el que depende y ha deprendido siempre del Estado. Solo algunas empresas llegaron a un nivel en el cual pudieron caminar por sus propios pies. El capitalismo en Venezuela surge como decimos aquí, “tragándose la flecha” en dirección contraria a lo que indican las leyes del tráfico normal. Es un fenómeno inédito que el Estado surja distribuyendo ingresos a la población y sobre todo creando, literalmente un sector empresarial capitalista. Que sea el Estado el que, además, nutra el sector privado, lo cual le dio un alto grado de autonomía en sus decisiones frene a las clases pudientes.

Por ser una especie de anomalía y por querer obtener más de lo que generosamente obtenía del Estado, ese sector privado en determinado momento, intentó y lo logró, imponer pautas al Estado, colocando cuadros muy representativos tanto en posiciones claves del Estado como en el Banco Central de Venezuela. Para ello contaron con el apoyo de los partidos políticos dominantes. Desde allí fueron entusiastas ejecutores de las políticas neoliberales  lo cual terminaron agudizando los desastres propios del capitalismo en Venezuela y como consecuencias los conflictos sociales.

Por eso es que la tesis neoliberales donde el Estado debe retirarse y dejar todo al sector privado aquí no funcionó ni pueden funcionar. En Venezuela no ha existido un sector privado entrenado para ser cumplir el rol que han tenido burguesías en los países de “capitalismo normal”. Tenía que hacerlo el Estado, lo cual era la negación de la tesis fundamental de los neoliberales. Uno lee Camino de servidumbre de Friedrich Hayek o Milton Friedman o a Myron Lieberman, o cualquiera de los grandes teóricos neoliberales y la primera conclusión a la que llega es que hay que dejar al mercado que lo ordene todo por lo que el progreso siempre exigirá un cierto nivel de desempleo y en consecuencia de pobreza.

Peo en Venezuela, debido al fenómeno histórico de la renta petrolera y la distribución que debe hacerse a través del Estado, hubo una reacción muy fuerte a los paquetes neoliberales, lo cual comparta de inmediato un problema político. POR ESO, HUBO GRANDES REACCIONES DE RECHAZO, A VECES POR LA VÍA ELECTORAL Y OTRAS COMO LA DEL 27 DE FEBRERO DE 1989, CONOCIDA COMO EL CARACAZO a través de la rebelión espontánea de grandes sectores populares.

-¿Dónde usted ubicaría los antecedentes más directos del Caracazo? Durante el primer gobierno de Carlos Andrés Perez se inició una política muy peculiar. El país adquirió una deuda enorme cuando más ingresos obtenían por el incremento espectacular que tuvieron los precios del petróleo, y lo más grave de todo fue que a partir de ese momento se aplicó un nuevo esquema de distribución del ingreso nacional. Desde los días de Medina Angarita las remuneraciones al sector trabajo fueron ascendiendo paulatinamente hasta superar las remuneraciones al sector capital. Puede decirse que había una distribución “popular” de la renta. Pero en el primer gobierno de Carlos Andrés Perez se invierte totalmente la política de distribución, lo cual explica el tremendo empobrecimiento de la población. Nadie se dio cuenta en ese momento, porque en términos absolutos el ingreso subió para todos, aunque en términos relativos la gran mayoría del pueblo había salido severamente dañado. Eso se vino a sentir con mucha fuerza cuando cayeron los precios del petróleo y se afectó el ingreso de Venezuela. Por supuesto las remuneraciones de los trabajadores rodaron por el piso. Vino la reacción popular que tuvo una sangrienta repuesta represiva, las luchas por las mejoras salariales y las condiciones de vida de la población y la violencia brutal desde el Estado. Y esto se agudizó aún más con el segundo gobierno de Carlos Andrés Perez.

--El primer gobierno de Carlos Andrés Perez dictó la Ley de Nacionalización. ¿No resulta contradictorio que este proceso de apropiación estatal del primer recurso económico condujera precisamente a un mayor empobrecimiento de la población? Expliquemos primero cómo fue este peculiar proceso de nacionalización. Antes de su materialización en el año 70, las compañías petroleras se encontraban en un gran dilema. Por un lado los precios habían subido mucho. Lo que imponía una fuerte presión por parte de los consumidores en los países más industrializados. Del otro lado, los precios habían subido mucho, lo que imponía una fuerte presión por parte de los consumidores en los países más industrializados. Del otro lado, los países propietarios habiendo adquirido mayor consciencia sobre sus derechos avanzaban en procesos como la fijación de precios, control sobre la producción e incremento de la participación en las asociaciones que se habían conformado en las actividades petroleras. Se encontraban como suele decirse entre la espalda y la pared. Para los consorcios petroleros llegó a plantearse en tales términos que era preferible su nacionalización en términos de una buena negociación. En el caso de Venezuela fueron indemnizados muy generosamente y todavía mantuvieron contratos de comercialización y contratos de tecnológica con PDVSA, creada el 30 de agosto de 1975 en el mismo texto de la Ley de Nacionalización.

-¿Cómo explica que PDVSA se convirtiera en el asiento de las políticas neoliberales en Venezuela?   Hay que tomar en cuenta que la plana dirigente de la nueva empresa nacional PDVSA estuvo constituida por la gerencia de las empresas extranjeras – Creole, Shell, etcétera, formadas en sus principios en su visión de negocio como empresas para obtener beneficios para sus accionistas, no como empresas nacionales. Por eso, Perez Alfonso la calificó despectivamente como una nacionalización chucuta, pues aún las compañías privadas mantenían contrato de comercialización y tecnología con la PDVSA recién creada. Esa nacionalización no represento mayor daño económico para las transnacionales que además de obtener grandes indemnizaciones sobre los capitales que habían recuperado de sobra. Sin embargo, desde el punto de vista político el hecho de que el país asumiera el control de las actividades fundamentales, representó un paso histórico de indiscutible importancia. La Ley se llamó Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, acto celebrado en el pozo Zumaque 1, Mene Grande, estado Zulia.

-¿Por qué cree usted que se da este proceso de alguna manera contra natura en Venezuela. Después de la nacionalización petrolera que era la máxima reivindicación de todos los partidos políticos del país, estos quedaron virtualmente sin programa. Porque bueno, nacionalizaron y qué? Ya en la misma ley, la noche anterior a su aprobación, Carlos Andrés Perez logró introducir una especie de enmienda al artículo 5, con lo que dejó abierta la posibilidad para el retorno de los capitales privados extranjeros en casos especiales. Veamos los antecedentes que condujeron a la “Apertura Petrolera” que decía “En casos especiales y cuando así convenga al interés público el Ejecutivo Nacional o los referidos entes podrán en el ejercicio de cualquiera de las señaladas actividades celebrar convenios de asociación con entes privados”. Recuerdo el discurso de apoyo a esta tesis que pronunció Rómulo Betancourt quien era senador vitalicio establecido para quienes habían sido presidentes de nuestro país a partir de 1958. Aseguraba Betancourt que era necesario “dejar una ventana abierta” y que “había que prever la participación privada en un caso excepcional”. Esa ventana abierta se convirtió en el arco triunfal por donde posteriormente entrarían con toda su fuerza las tesis neoliberales en materia energética y con estas las más rastreras renuncia a todo aliento nacional. Se trataba de la autorización para el retorno de los consorcios petroleros en casos especiales, bajo la figura de los convenios de asociación con entes privados. Rafael Caldera quien se opuso a la aprobación de esa figura en 1975 fue mucho más allá durante su segundo gobierno, cuando dejo en manos de PDVSA llevar los contratos de apertura petrolera al Congreso Nacional. Por cierto Caldera se opuso a la aprobación de esa figura en 1975 fue mucho más allá en su segundo gobierno, cuando dejo en mano de PDVSA llevar los contratos de Apertura Petrolera al Congreso Nacional. ...)

En definitiva el caso es que por el dominio aplastante que ejercían Acción Democrática y COPEI CON EL APOYO DEL MAS DE TEODORO PETKOFF, terminaron aprobando esos convenios que en su esencia implicaban la reducción de las regalías desde el 16,2/3 vigentes desde 1943 al 1% el impuesto sobre la renta del 67,7% bajo a 34% en el caso de crudos extrapesados, todo acompañado de una fuerte expansión de la producción. A todo lo cual hay que sumarle la llamada política de “internacionalización” que consistió en la adquisición de una cantidad de refinerías fuera del país.  Sin duda alguna, el mejor de los mundos para los consorcios y el peor imaginable para los intereses del pueblo venezolano. Todo apuntaba finalmente, a la recuperación del pleno control de las empresas petroleras de hidrocarburos en nuestro país. Esa política generó, además un fuerte conflicto en el seno de la OPEP amenazando su propia existencia con las desastrosas consecuencias fácilmente imaginables. ...)

Para esa fecha los partidos AD y COPEI controlaban totalmente el Congreso en esos tiempos. Todo ello con el apoyo del MAS todavía dirigido por Teodoro Petkoff. El viejo radicalismo convertido en mansedumbre obediente. Tiempos antes, el presidente de PDVSA comienzo del año 90, Andrés Sosa Pietri se opuso a la inversión privada en los llamados campos marginales, abandonados o inactivos. El argumentaba con toda razón que PDVSA contaba con la capacidad para realizar las actividades que el gobierno quería transferir al sector privado. Sin embargo, su ambición iba más allá, la expansión de la producción petrolera que pasaba por la salida de la OPEP y, más aún, por la incorporación de Venezuela en la Agencia Internacional de Energía, nada menos, al lado de los intereses de los grandes consumidores.

Unos de los grandes problemas que se presentaba allí era que, de acuerdo con la vieja Constitución de 1961, en todos los contratos de interés público nacional, aunque no apareciera explícita, se entendía por introducida una cláusula según la cual todas las dudas y controversias se ventilarían de acuerdo con las leyes venezolanas y en los tribunales de la república. En los contratos de la “Apertura Petrolera” violando ese principio se estableció que las dudas y controversias se resolverían aplicando normas de la Cámara de Comercio Internacional de Paris, esto es, atraves de arbitraje internacional. A tal fin, se nombraron miembros de los Comités de Arbitraje por cada una de las partes, en condición de igualdad. La sede para tales arbitrajes serían Londres, Roma o Nueva York ya no los tribunales nuestros. Es decir, se cometieron todo tipo de barbaridades en esa “Apertura Petrolera”. Desgraciadamente en esa batalla me encontraba prácticamente solo pues en la Causa R, cuya representación ejercía como presidente de la Comisión de Energía y Minas de la Cámara de Diputados tampoco tenía conciencia sobre la gravedad del problema que se estaba debatiendo, salvo un pequeño grupo de compañeros que se preocupaban por este importante asunto. –Pero usted era el presidente de la Comisión de Energía y Minas en ese momento ¿No tuvo peso su opinión? Era así, pero el Congreso era completamente dominado por AD, COPEI y el MAS y no me apoyaban. Todo lo contrario, hubo diputados y senadores que me decían en privado que yo tenía razón, pero la línea de su partido era votar por la Apertura Petrolera. Llegamos hasta invitar a una señora norteamericana de gran experiencia en materia tributaria en los Estados Unidos para que explicara que en EE.UU se cobraba regalías aun superiores al 16%. El Congreso no se dio por aludido y las regalías llegaron a cero. Luego de nuestra enérgica protesta la subieron al 1%. Un verdadero escándalo. El impuesto sobre la renta lo bajaron en el caso de la faja del 67%  lo bajaron al 34%. Todo esto ocurría ante un Congreso impasible que se limitaba a levantar la mano ante la orden del jefe de fracción con gran obsecuencia. –Como ocurrió con el famoso Proyecto Cristóbal Colón. Caldera nacionalizó el gas natural y el Proyecto Cristóbal Colón apareció de pronto para introducir la primera cuya a favor de la Apertura. -¿Qué establecía exactamente?  A partir del descubrimiento realizado por Lagoven filiar de PDVSA de grandes yacimientos de gas libre en el oriente venezolano, inmediatamente la Shell, Exxon y Mitsubishi aliadas, promovieron la idea de exportar gas licuado a los Estados Unidos. Acto seguido Lagoven pone en acción a dos de sus abogados y demanda ante la Corte Suprema de Justicia la nulidad de varios artículos de la Ley de Hidrocarburos y de la Ley que reserva al Estado la industria del Gas Natural por el Estado que establecía que las dudas y controversias se resolverían de acuerdo con las leyes y dentro de la jurisdicción de Venezuela. El colmo de los colmos es que en una de las cláusulas del convenio de asociación, Lagoven una empresa del Estado venezolano se comprometía a indemnizar a sus socios privados por cualquier incremento de los impuestos que acordara Venezuela violando la soberanía tributaria del Estado venezolano. Bueno la Corte fue mucho más allá. Incurrió en lo que llaman los abogados una extra petita que significa que la decisión judicial concede derechos que no fueron solicitados por la parte demandante. No puede extrañar nada si se toma en cuenta que el juez que actuó como oponente de las sentencias sobre tal solicitud fue el doctor Román Duque Corredor quien había sido por largos años abogado de la Shell y luego de PDVSA. Como decimos en Venezuela se pagaban y se daban el vuelto. Esto fue aprobado por todo el Congreso salvo mi voto y el de Álvaro Silva Calderón quien medio de aquel desastre tuvo siempre una posición nacionalista ante los viejos voceros petroleros.  No pasaron muchos años para que se demostrara lo que Silva Calderón y yo habíamos afirmado que el proyecto era inviable. La casualidad quiso que, una vez que yo asumí el Ministerio de Energía y Minas me correspondiera dejar sin efecto ese contrato, pues las empresas no habían realizado ninguna de las actividades que establecía el mismo. Ese proyecto quedo cancelado para siempre. Poco tiempo después al ser nombrado el doctor Silva Calderón ministro de Energía y Minas procedió a redactar una nueva Ley de Hidrocarburo Gaseosos estableciendo una regalía mínima del 20% para la explotación los defensores de las empresas dijeron que ningún inversor estaría interesado, cuando se realizó la licitación de ocho yacimientos los consorcios llegaron aceptar un promedio superior al 22%. Durante la Apertura Petrolera por ejemplo, el primer contrato de crudos pesados era para vomitar, cero regalía mediante la reforma de la Ley de Hidrocarburo la regalía llegó al 33,33% y las compañías lograron también ganancias, te puedes imaginarlos miles de millones de dólares que cuanto perdió el Estado venezolano. El aumento de las regalías fue acompañado de un aumento del impuesto sobre la renta del 34% que establecieron los contratos de apertura hasta un 50%. –Usted como se sentía en medio de la discusión de la Apertura Petrolera? Todos aquellos debates sobre la Apertura que se dieron en el Congreso me resultaron inolvidables por la enorme pobreza argumental de sus partidarios. Por tales razones, dos abogados el doctor Agustín Calzadilla y yo, trabajamos a veces noches enteras junto con otros abogados para introducir en 1998 una demanda de nulidad por inconstitucional e ilegalidad ante la Corte Suprema de Justicia la cual fue suscrita por un número importante de personalidades. La Corte redactó la decisión obrigando la esperanza de que no hubiera ningún giro en las fuerzas que controlaban el Estado pero una vez que el Comandante Hugo Chávez Frías salió triunfante en las elecciones, decidió en contra nuestra en 1999 con el voto salvado de la doctora Hidergard Rondón de Sansó. Una decisión que por absurda, le para los pelos de punta a cualquier estudiante de derecho. Toda esa gente estaba jubilosa y pensaba que ya, como se dice en Venezuela “el mandado estaba hecho”. Pero ganó las elecciones Hugo Chávez y paró en seco ese proceso privatizador. Se revirtió de un golpe con nuevas leyes en una política de plena soberanía petrolera. Todos aquellos contratos leoninos fueron modificados y negociados, y las empresas aceptaron. Nunca se procedió manu militari para imponer condiciones.

--Háblame del célebre “voto salvado” de Alí Rodríguez Araque en la autorización del Congreso al Esquema de Ganancias Compartidas. Como te dije, yo era presidente de la Comisión de Energía y Minas de la Cámara de Diputados y se presenta el “Marco de condiciones de los convenios de explotación a riesgo y ganancias compartidas” es decir, los requisitos mínimos para la Apertura Petrolera. El informe era un absurdo. Se había redactado en PDVSA y lo había suscrito el Presidente Caldera. El Congreso estaba totalmente entregado y yo sabía que no iba a prosperar ninguna oposición. Simplemente deje constancia de un punto de vista que al final se impuso, con el Presidente Chávez. Ese fue mi voto salvado. ¿Qué propuso? Que si se quería dar acceso al capital privado era necesario proceder a la reforma legal. Estaba de acuerdo con la participación privada, pero el Estado debía mantener siempre por mandado constitucional el control de los recursos petroleros y de las operaciones. Pero como era de esperar a la hora de la votación se alzó el bosque de brazos aprobatorios.

Esas fueron decisiones que se tomaron a puertas cerradas en el Congreso. Se llegó a tal escarnio que el presidente de la Cámara Petrolera de ese entonces, se plegó a las posiciones de PDVSA contraria a sus intereses como productores. Poco después se lamentó de su error, porque los negocios que se aprobaron y los esquemas que se aplicaron para las licitaciones se demoraban y establecían tales requisitos que era imposible que un venezolano participara. Como se dice en nuestra expresión popular, “No te vistas que tu no vas para el baile”. Por supuesto con las condiciones extraordinarias que se les estaban garantizando no se requería demasiado encanto para que vinieran por nuestro petróleo. Por eso, se aprobaron 32 convenios operativos entre 1992 y 1997 que no pagaban regalía en absoluto, sino el impuesto de cualquier negocio particular. Las regalías terminaban pagándolas PDVSA, porque se decía que ese petróleo era suyo y que a la vez podía autorizar a otras compañías a comercializarlo. Aparte podían crear distintos esquemas contractuales. Increíble.  Cuando se discutió el proyecto Cristóbal Colón, Álvaro Silva y yo fuimos dos voces solitarias como te dije. Finalmente fue aprobado por el Congreso, con los votos en contra de la Liga Socialista-Tendencia Revolucionaria, el MEP y el PCV. Luego cuando se debatieron los convenios de ganancias compartidas me quedé solo lidiando contra las propuestas. Yo era miembro de la Causa R, pero en torno a este tema había muchas reservas de buena parte de la dirección de LCR. –Hablamos antes del robo de las elecciones a Andrés Velásquez. –Debió ganar en 1993 La Causa R, existían grandes posibilidades como en efecto ganó las elecciones Andrés Velásquez pero dieron ganador a Caldera tras un proceso fraudulento. Los dirigentes de La Causa pensaban que si entrabamos en conflicto con los Estados Unidos no iba a ser posible que Velásquez asumiera la presidencia de la República.

--¿Cómo hicieron para tratar de seguir saqueando al país? –Apoyándose en la empresa nacional creada en los mismos días de la nacionalización, PDVSA. La planta gerencial en su inmensa mayoría se había formado en la visión de las empresas norteamericanas e inglesas. Y tenían un instinto corporativo. El sueño d esta gente era una PDVSA convertida en una corporación internacional. Llegaron incluso a establecer como slogan de PDVSA la frase. “Una corporación energética mundial por excelencia”. Desapareció por completo la idea de ser una empresa nacional. Sí, se veían como una Standard Oil o una Shell o cualquiera otra de esas grandes transnacionales del petróleo. -De hecho PDVSA llegó a convertirse en una corporación internacional, ¿no es así?  --Exactamente. Aplicaron una estrategia envolvente. Estimularon las inversiones de PDVSA en el exterior .Esto tiene sus antecedentes. En 1982 PDVSA tenía una reserva de 5.000 millones de dólares líquidos en el exterior. El gobierno de Luis Herrera Campins ordenó el retorno de ese dinero al país. Lo volvieron alcanfor lo disiparon todo y PDVSA se quedó sin reservas.

La política que siguió PDVSA a partir de 1985 fue la de mantener cero liquidez e invertirlo todo afuera. Ahí vino la compra masiva de refinerías en los EE.UU y en Europa. La estrategia fue la de la “internalización” mediante la adquisición de refinerías y otras empresas en el exterior, principalmente en los Estados Unidos. PDVSA se convirtió en un árbol extremadamente frondoso. 189 compañías dentro y fuera del país. Muchas de estas de papel, pero en alto grado esa distorsión se produjo en incremento de costos y una caída sostenida por años de las contribuciones fiscales petrolera. Su gran expansión la había convertido en un Estado dentro del Estado y como quedó demostrado en 2002 con el paro petrolero, intentó convertirse así misma en el Estado, tratando de imponer su voluntad política sobre todo el país, hecho sin precedentes en el mundo moderno.

--¿Qué es exactamente la “internacionalización”? Al Estado venezolano le era casí imposible siquiera conocer los estados auditados, el manejo de los dividendos, el pago de impuestos o el endeudamiento como consecuencia de este “velo corporativo” que se interpuso entre los negocios internacionales y el control del Estado venezolano. Esto condujo entre otras violaciones, a descuentos en el precio del petróleo, liquidación de regalías sobre la base de precios de descuentos, endeudamiento en el exterior y a la aplicación a partir de 1989, del concepto de “renta mundial”, con los cual los costos financieros de la “internacionalización” terminaron como costos de PDVSA en Caracas en detrimento del impuesto sobre la renta. Así como las compañías petroleras y los grandes países consumidores diseñaron una estrategia para doblegar a OPEP, concibieron otra para Venezuela. Esta política estaba orientada a la privatización de PDVSA y a estimular al máximo posible que esta incumpliera la cuota de la OPEP hasta el punto de que llegó a producir una virtual guerra de precios con Arabia Saudita.  ¿Estamos hablando de qué año? Finales de los 90 y llegó a su momento crítico precisamente en la transición del nuevo gobierno entre 1998 y 1999. –Hay elementos que se me han quedado en el aire y quisiera enmarcar mejor su participación en todo este proceso. En 1989 usted integraba el Parlamento Nacional. ¿Cómo llegó hasta ahí?  Cuando decidimos entrar a la vía legal, fue con el objeto de llegar al parlamento e influir en las decisiones políticas por esa vía. En los días de la lucha armada y antes de eso, estando en la universidad yo tenía estrecha relación con compañeros de la izquierda de Acción Democrática que luego conformaron el partido MIR. En 1969 se me encomendó la tarea de ir del occidente al oriente del país para tratar de establecer la unidad de las fuerzas guerrilleras.  Llegué al destacamento Dante que acampaba en la zona del Estado Monagas bajo la dirección de Gabriel Puerta Aponte. Se trató de un intento de crear equipos de coordinación entre PRV y el MIR ya no solo en lo relativo a la lucha armada sino también para activar el trabajo sindical y político con los trabajadores de la industria pesada de Guayana un trabajo que solo se logró más tarde con la Causa R.

Los conflictos que condujeron a la división del MIR, no permitieron concretar nada. La relación con Julio Escalona quien sería el máximo dirigente de la Liga Socialista se mantuvo y profundizó. Luego de mi separación del PRV y la formación de la Tendencia Revolucionaria procuramos entendimientos para las elecciones de 1983. Por eso formé parte de la Liga Socialista al Congreso y salí como diputado suplente condición en la que estuve dos períodos. El segundo de estos fui como suplente en la lista de Causa R, a la cual ya me había incorporado. La Causa R desde los tiempos de su fundación por Alfredo Maneiro, había seleccionado como terreno más propicio para su trabajo político la zona de Guayana uno de la zona industrial más importante de Venezuela por la gran concentración de empresas básicas que posee y más concretamente la Siderúrgica del Orinoco SIDOR una de las principales industria de la zona. Allí se inició la publicación del periódico El Matancero y luego de un largo trabajo de un año se gana la dirección del Sindicato Único de Trabajadores Sutiss. Ese movimiento Matancero creo que una de las experiencias positivas que todavía no hay un estudio pues se trata de un verdadero modelo a seguir en la concepción y relación de base de los trabajadores. Eso convirtió a La Causa R en un movimiento nacional. Fue penetrando cada vez más en nuevos sectores de trabajadores y el hecho de que en seno surgiera un dirigente obrero como Andrés Velásquez con mucha garra en su discurso determinó el gran éxito de La Causa R.

–El Presidente Carlos Andrés Perez llega al poder en 1989 con una importante popularidad. ¿Podría haber evitado aquella aventura neoliberal que lo sepultó como político? La muerte del partido Acción Democrática la dictó definitivamente el neoliberalismo. Ya desde los días de la nacionalización petrolera es mi opinión se inicia la decadencia de Acción Democrática fenómeno que ya comente. Ese partido después de la nacionalización quedó sin banderas. Inundado por la renta petrolera se dedica al pillaje del erario público que enriqueció rápidamente a sus favorecidos. La estrecha sumisión de sus principales dirigentes a las políticas dictadas en Washington los deja completamente impotentes para responder a los reclamos populares. Pero ese fenómeno no solo atrapaba Acción Democrática sino a toda la clase política que vivió como parasito del Estado desde comienzo de los años 1960 hasta finales del 90 del siglo pasado. El menguado apoyo popular que le quedaba se esfumó cuando trató de imponer su paquete neoliberal. Poco después del ascenso de Carlos Andrés Perez recuerdo una reunión que nos convocó en el Congreso, donde yo era diputado y a la cual concurrí junto con Aristóbulo Isturiz y Pablo Medina.

Se discutía entonces la exigencias que hacia el Fondo Monetario Internacional en materia de la deuda privada que, en su criterio, debía asumir el Estado. Recuero claramente la enfática afirmación de Carlos Andrés Perez “El Fondo Monetario Internacional no es un camino, es el único camino”. Mayor claridad con su convicción y su compromiso no se podía pedir. Pero lo importante no era el énfasis en esa definición, sino que esta indicaba el rumbo definitivo que marcaría su destino.  Tomemos en cuenta que hasta el comienzo de los años 70, los esquemas de distribución del ingreso se caracterizaban porque las remuneraciones al sector trabajo habían superado las remuneraciones del sector capital. Fue en los días del llamado boom petrolero, cuando se empezó aplicar un sistema regresivo que provocó una fuerte caída de las remuneraciones al sector trabajo con mayores incrementos al sector capital, lo cual explica el violento proceso de concentración de riqueza frente a la creciente expansión de la pobreza.

Lo que más dramáticamente describe el cambio de situación es el muy sensible caso de la infancia, particularmente el de ciertas enfermedades que expresan el grado de empobrecimiento de la población venezolana. El ser humano es tan perfecto que la mujer puede desnutrirse mucho pero el niño, el feto no se desnutre. La madre tiene que pasar grados extremos de desnutrición para que comience a afectar al feto. Eso comenzó  en Venezuela, desnutrición intrauterina, lo que mide la profundidad que alcanzamos con Carlos Andrés Perez quien continuó en las administraciones sucesivas y que llegó a su extremo en su segundo gobierno. Ese extremo fue su propio cadalso político y moral. Porque si algo ha demostrado el pueblo venezolano es que puede pasar por largos periodos de gran pasividad, pero sus reacciones son súbitas y las situaciones cambian de un día para otro. Había que ver el júbilo que tenían los golpistas el 12 de abril de 2002 y como de un día para otro, el día 13, el pueblo se levantó y cambió la situación nuevamente. Así es esta sociedad.

-La historiografía suele marcar un hecho factual, el aumento del precio de la gasolina, como la causa de la rebelión espontanea que se produjo el 27 de febrero de 1089. ¿Es así? En la historia hay factores que actúan como catalizadores de distintas acciones que ya estaban allí, pero que no se conjugan para provocar una nueva situación. ¿A cuántos príncipes no habían asesinado en Europa antes del atentado contra el archiduque Francisco Fernando de Sarajevo? Cuando matan a Francisco Fernando estalla la primera Guerra Mundial, pero no fue la muerte de ese hombre la causa real del inicio de la guerra, sino un conjunto de factores predeterminados los que se precipitaron tras este hecho. En Venezuela se habían acumulado muchos problemas que ya describimos que propiciaron una conflictividad social enorme con el aumento de la pobreza y el agotamiento de las instituciones políticas y sociales.

Al segundo gobierno de Carlos Andrés Perez se le ocurrió establecer el aumento del precio del transporte un fin de semana y un fin de mes, cuando ya a la gente se le había acabado el dinero de su salario. Debo explicar primero que Caracas es un gran centro de servicios. Está ubicado en un valle muy estrecho que se ha saturado de población y oficinas. Por eso se han construido lo que llaman ciudades satélites fuera de los límites de la capital. Guarenas es una de esas ciudades satélites ubicada unos 20 kilómetros de Caracas. Todas las mañanas un importante contingente de trabajadores debe desplazarse en autobús hasta la capital. Pues bien, ese 27 de febrero de 1989 al tratar de abordar los autobuses en Guarenas para ir a trabajar a Caracas se encuentran con un aumento súbito del pasaje, no lo dejan abordar a los autobuses y comienza una protesta que rápidamente se extiende como un incendio a la capital y a otras ciudades del país. Así ocurrió con el inicio del proceso de independencia del imperio español, en el movimiento del año 1928 contra la dictadura de Juan Vicente Gómez y con el movimiento que provocó la caída del dictador Marcos Perez Jiménez y el 27 de Febrero de 1989 todos fuimos sorprendidos. –Algunos historiadores afirman que el presidente Carlos Andrés Perez dejó que la rebelión ocurriera deliberadamente para desatar la represión.  – Sí esa fue su intención pero cometió un grave error, porque se desató  toda la furia del pueblo sin conducción ninguna. La situación se le escapó de las manos al gobierno, para luego emplearse a fondo con gran saña y de manera despiadada, y descargar el poder de fuego de la Fuerzas Armadas sobre decenas de miles de personas que protestaban y parte de los cuales saqueaban. En dos días según algunos cálculos se dispararon millones de proyectiles. Hubo edificios en barriadas populares donde buenas partes de las fachadas resultaron derrumbadas por proyectiles. Según algunos cálculos más de tres mil muertos y desaparecidos fue saldo final de esta rebelión sin dirección ni control alguno, algo bastante parecido al Bogotazo  en la República de Colombia después del asesinato del líder colombiano Jorge Eliécer Gaitán. Como el gobierno no tenía previsiones para situaciones de esta naturaleza utilizaron a las Fuerzas Armadas. Una gran cantidad de soldados del interior del país fueron utilizados para controlar los barrios. Ni siquiera tenían logísticas para alimentar a las tropas. Las víctimas fueron los pobres habitantes de las barriadas, los trabajadores y amas de casa. Aprovecharon el momento para asesinar algunos líderes de la izquierda venezolana. No, ahí se generó un gran desconcierto, disparaban a ciegas, porque fue evidente desde el primer momento que aquella insurrección no había sido preparada por nadie, fue algo espontaneo por la desesperación de la situación económica que se vía en ese periodo. ¿No te digo que nosotros mismos, de La Causa R, fuimos los primeros sorprendidos? Nadie, absolutamente esperábamos aquellas protestas. Regresemos a 1998, año en que los precios petroleros cayeron en picada. Volvamos a 1998, año en que los precios cayeron en picada. Con Chávez en el poder, en diciembre, usted encabezaba en nombre de Venezuela las negociaciones con la OPEP que revienten la situación del mercado petrolero de una manera asombrosa. ¿Exactamente qué fue lo que ocurrió? –Yo había formado parte de la comisión que elaboró el programa de gobierno del Presidente Chávez en los días de su campaña electoral y luego de la Comisión de enlace para la entrega de las instituciones relacionadas con la energía, minería y petróleo. Casi inmediatamente después de ganar las elecciones el Presidente Chávez recibió a una delegación de alto nivel de México y me invitó al encuentro con los visitantes, junto a Héctor Ciavaldini y Jorge Giordani quien presidió la mencionada Comisión de Programa y también de la Transición. La reunión ocurrió en La Viñeta, la residencia provisional del presidente electo. ¿Cuál era la preocupación de los mexicanos? Los precios del petróleo iban en caída libre por efecto de la reducción de la demanda y sobreproducción de la OPEP. En el caso de Venezuela la cesta petrolera promediaba los siete dólares por barril, ten en cuenta que la cesta petrolera incluye un porcentaje de productos refinados que la valorizan, lo que significa que el petróleo crudo valdría unos cinco dólares e incluso, al menos,  por debajo bajo por su costo de producción. De mantenerse tal precio PDVSA no podía declarar dividendos, ni pagar impuesto sobre la renta y las regalías caerían a niveles críticos. Fíjate si la situación financiera era grave, que poco después de asumir Chávez, PDVSA plantaría la necesidad urgente de contratar un crédito por 3.000 millones de dólares para poder cubrir sus propios gastos y los requerimientos financieros mínimos del país como te dije. A esta situación de bajísimos precios del mercado petrolero había contribuido notablemente la posición venezolana en el seno de la OPEP, pues se había empeñado en una política de incremento de la producción y había entrado en conflicto con otros productores particularmente con Arabia Saudita. Estábamos al borde de una guerra de precios. Esto lo percibía con mucha claridad y preocupación el gobierno de México de allí que su delegación propuso una reunión urgente en Madrid a la que asistirían representantes de Arabia Saudita. El encuentro se realizó, aunque sin mayores resultados, puesto que los representantes oficiales de Venezuela eran todavía los del gobierno de Caldera. Cuando Chávez asume el mando, se logró convocar a otro encuentro más amplio en La Haya, con representantes de cinco países productores. Luego de dos días de negociaciones algo tensas, pudimos llegar a un acuerdo que tendría los efectos más saludables para los países de la OPEP también para otros productores fuera de la organización. ¿Cómo fue la negociación en La Haya? –Yo había discutido el asunto con el Presidente Chávez y habíamos acordado recortar la producción en unos 50.000 barriles, pero apenas comenzó la reunión me proponen recortar 260.000 barriles. En ese momento los sistemas de comunicación en Caracas eran pésimos. Comienzo a llamar al presidente y no me lograba comunicar, al fin logre hablar con él. Le explique y me responde “Yo creo que haciendo una concesión muy grande podemos recortar 10000 barriles”. El primer día de negociaciones, el presidente me dijo bueno chico yo confió en ti, decide lo mejor que pueda lograrse. Negociamos rebajar 125.000 barriles y celebramos el retorno de Venezuela a la política de la OPEP. El barril de la cesta venezolana que se encontraba a siete dólares a comienzos de 1999 cerró ese año por encima de los 16 dólares. Ni PDVSA NI EL PAÍS TUVIERON QUE ENDEUDARSE. En este y en muchos órdenes la política petrolera del gobierno del Presidente Chávez ha demostrado su justeza y un éxito inocultable. ¿CUALES ERAN LAS LINEAS MAESTRAS DEL PROGRAMA QU ESE PROPUSO EL CANDIDATO CHÁVEZ EN MATERIA DE ENERGIA Y PETRÓLEO?  La primera fue desmontar la “Apertura Petrolera “para recuperar la soberanía venezolana sobre sus recursos petroleros y la política fiscal. Defender una política de precios de acuerdo con el mercado internacional. Obligar a PDVSA a gastar menos y pagar más impuestos y, en general alinearse con las políticas del Presidente de la Republica y no al revés, como venía ocurriendo cada vez más en el pasado reciente. Fortalecer la OPEP. Básicamente esos eran los postulados en materia petrolera. La clave en la cuestión petrolera era el control de PDVSA, por eso  el Presidente me planteó que formara parte del gabinete al frente de la empresa. Le respondí que donde debería asumir era el Ministerio de Energía responsable de la elaboración y ejecución de la política petrolera. Y esta política había que dictarla de nuevo. ¿Y QUE ENCONTRÓ EN EL MINISTERIO?  Un ministerio empequeñecido frente a PDVSA la que había adquirido mucho poder económico y había formado con gran nivel técnico a buena parte de los cuadros en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia en todas las ramas vinculadas a la cuestión petrolera. La plana mayor de PDVSA hablaba dos y tres idiomas. El ministerio era otra cosa, mal pagado, disminuido, burocratizado. En algún momento la fuga del personal del Ministerio era tal, que se produjo un acuerdo entre este y PDVSA para que la empresa les pagara bonos a sus empleados. Imagínate, en vez de ser el Estado el que le pagaba a PDVSA era PDVSA quien le pagaba a los empleados del Estado. Cuando yo llegue al ministerio descubrí por ejemplo que la comida que me llevaban a mí por ser ministro venía de PDVSA. Durante los debates de la “Apertura Petrolera” en el Congreso Nacional no era el ministro quien iba a discutir con nosotros las políticas, son los representantes de PDVSA. El Seniat adscrito al Ministerio de Finanzas lo organizó PDVSA y así otras dependencias. La reforma del Estado estaba siendo hecha por cuadros de PDVSA. Es decir, PDVSA llegó a ser no solamente el Estado dentro del Estado, sino quiso ser un Estado sobre el Estado y sobre la nación. SUPONGO QUE INMEDIATAMENTE SE HICIERON SENTIR TAMBIEN LAS REACCIONES EN CONTRA DE ESOS CAMBIOS. Al principio no eran notables las contradicciones. Había una efervescencia con la llegada de Chávez al poder y no había salido a flote todos los problemas. La embajada de EE.UU y los sectores dominantes tradicionales pensaban que, al igual que había ocurrido con otros presidentes, podían repetir la experiencia con Chávez. Todo parece indicar que se equivocaron, ¿verdad? Comienzan alarmarse cuando se dan cuenta de que la nacionalización petrolera ahora sí iba en serio, y eso que empezamos por medidas tan justas y elementales, como las consagradas en la Ley de Hidrocarburos de 1943, que establecía que los niveles de regalía eran de un 16,2% en los casos de los crudos extrapesados de la Faja del Orinoco. Significaba corregir una de las aberraciones políticas y jurídicas más flagrantes de la “Apertura Petrolera” que ya te he explicado. También se aprobó la nueva Ley de Hidrocarburos Gaseosos y la nueva Ley de Hidrocarburos líquidos. Debo destacar el rol que, en todo este proceso, Rafael Ramírez Carreño viene ejerciendo desde 2001 en el Ministerio de Energía y Minas en la Presidencia de PDVSA. ¿Y COMO SE LAS ARREGLÓ EL MINISTERIO CON LOS CUADROS COMPROMETIDOS CON LA ANTERIOR POLÍTICA?  Sencillamente no se pudo arreglar hasta el paro petrolero. Porque producto de los cambios estructurales que estaba planteando el gobierno del Presidente Chávez sobrevino una reacción brutal de los grupos oligárquicos. PDVSA tuvo una participación muy importante en el primer paro petrolero que condujo al golpe de Estado de abril de 2002. Después de ese golpe de estado, el presidente Chávez anunció al país un discurso conciliatorio el mismo día que retornó hizo pública la renuncia de la junta directiva.  Yo que me encontraba en mi oficina en Viena regresé inmediatamente y me reuní con el presidente Chávez, quien me propuso la presidencia de PDVSA, cargo que en los días iniciales del gobierno yo consideré que no debía ocupar por lo que fui al Ministerio.

En esa oportunidad me preocupaba más la situación en la OPEP, por las dificultades que se habían presentado para la selección del secretario general. De manera que procedí a una consulta rápida con los ministros a fin de cumplir con un gesto elemental. Todos respondieron con la debida comprensión lo cual comuniqué al Presidente Chávez al día siguiente. Una semana después él designó una nueva Junta Directiva, producto de acuerdos que todavía expresaban el deseo de reconciliación.  Pero al poco tiempo después esos sectores golpistas comenzaron a movilizarse en otro intento para derrocar al Presidente Constitucional. —Hábleme de su nombramiento como presidente de la Conferencia de Ministros de la OPEP y luego como su secretario general.   Como lo referí desde que el Presidente Chávez hacía los preparativos para asumir el mando, hubo reuniones, primero con los mexicanos y con ministros de Arabia Saudita en España. Como ministro participe en la Conferencia que es la máxima instancia inmediatamente después de la cumbre presidencial. La posición de Venezuela y el fiel cumplimiento de los compromisos asumidos por el Presidente Chávez facilitaron la realización de la Segunda Cumbre realizada en Caracas. Esta, como fue evidente se realizaron en un clima extraordinario de unidad y de fraternidad pese a que todavía existían problemas nada despreciable en su seno. No olvidemos que habían ocurrido dos guerras entre países integrantes de una organización donde participaban miembros con ideologías y políticas nacionales bastantes disímiles para expresarlo en el tono más suave.  La gran virtud de la OPEP es la clarísima visión del absoluto interés común entre países que ejercen su soberanía sobre un recurso que le es vital. En medio de esa realidad fui elegido como vicepresidente de la Conferencia y luego como presidente para el año 1999 y 2000 respectivamente. Las dificultades para ese entonces habían creado una situación tal que, pese a haber cumplido ya dos periodos el doctor Luckman en el cargo de secretario general, no se lograba un acuerdo para designar al sustituto, pues Arabia Saudita, Iraq y Libia habían hecho postulaciones de candidatos cuyos méritos personales todos reconocían pero que eran objetos por las diferencias mencionadas.

En tales circunstancias el ministro de Qatar, Al-Attiyah me preguntó si estaría dispuesto a aceptar el cargo, pues él pensaba que los países del Golfo lo verían con simpatía. Yo, que todavía ejercía el cargo la Presidencia de la conferencia y que no podía dar respuesta sin hablar previamente con el Presidente Chávez me mantuve en reserva. De regreso en Caracas converse con el presidente Chávez a quien le pareció positivo. En la siguiente conferencia nuevamente se planteó el asunto y otra vez aparecieron las diferencias. En medio de la reunión Bernardo Álvarez no aguantó el deseo de fumar y se retiró a la terraza del hotel y conversó con  Al Attiyah también fumador entre ellos según me comentó Bernardo surgió la conversación sobre el tema en cuestión y el ministro qatarí le preguntó si no le parecía que mi designación podría ser la solución del problema. El respondió positivamente y juntos reingresaron a la reunión. Sin mayores preámbulos Al-Naimi hombre muy directo en sus planteamientos, me preguntó si yo estaría dispuesto a aceptar la secretaria general y trasladarme a Viena a partir del primero de enero de 2001. Al responderle positivamente, “exclamó de inmediato entonces, tenemos nuevo secretario general”. Todos los demás aplaudieron y me felicitaron. El primero de enero llegué a Viena para ocupar el cargo que ejercí hasta el golpe de estado de 2002. En agosto de 2000 se produjo la gira del Presidente Chávez a los países de la OPEP y el famoso encuentro con Saddam Husein. Y usted lo acompaño.  Si el motivo de la gira del Presidente era extender personalmente la invitación a los gobernantes de los países del Medio Oriente a la segunda Cumbre de la OPEP cuya sede sería Caracas en septiembre de 2001, por acuerdo de los países miembros de la organización.  No ir a Iraq era desconocerlo como miembro fundador de la OPEP y ceder ante la presión de otro país, precedente que hubiera sido nefasto tanto para Venezuela como para el propio presidente. Se trataba de un asunto de principios y de elemental cortesía. Desde Irán dio una respuesta muy enérgica aunque fuera en camello llegaría a Iraq. Finalmente llegamos exhaustos al aeropuerto donde nos recibirían con un acto oficial, con himnos y parada militar. Como el helicóptero nos dejó a cierta distancia del acto oficial a Jorge Giordani, al general Jacinto Pérez Arcay y a mí, tuvimos que caminar bajo un sol quemante. Yo, por mi lesión en la rodilla tenía que caminar más lento, por lo cual me retrasé, y tuve que mantenerme erguido mientras terminaba la ceremonia, con parada militar e himnos, bajo aquel sol que hacia reverberar la arena. -¿Se habló de la inminencia de la invasión norteamericana? No se habló de petróleo. Hubo reuniones privadas entre los presidentes pero básicamente lo que se discutió fue de los temas de la Cumbre. Hussein dijo que no podría asistir, pero que iría su segundo como en efecto hizo. ¿Qué ha pasado con la presencia de Iraq en la OPEP después de la invasión?  En el momento de la gira de Chávez, Iraq producía dos millones de barriles. La producción cayó mucho, era el segundo productor del mundo.

VOLVAMOS A LA RENTA. El delirio que posee al venezolano, como diría Uslar Pietri. “Ser ricos sin trabajo, ni ahorro. Alcanzar todo tipo de logros sin esfuerzo, los inmigrantes, los especuladores, los intermediarios, los traficantes de influencias, los peladeros que se convierten en urbanizaciones, la sensación de poderse topar en cualquier desván con una lámpara de Aladino”. ---Hay que tener mucho cuidado con esa visión de Úslar Pietri. Para él toda utilización del ingreso que no se tradujera en capital era dispendio. El bienestar de la población no existía era dispendioso. El bienestar de la población no existía en su análisis. Esto fue parte del gran debate que se inició en 1930, comenzando con una confrontación muy interesante entre dos personajes de la época. Alberto Adriani y Vicente Lecuna. Posteriormente lo realizó Rómulo Betancourt.

¿Si se desploman los precios del petróleo se desploma el socialismo en Venezuela? No necesariamente. Para 1999 habían sufrido una caída, luego de un proceso de recuperación parcial se volvieron a desplomar en 2009 motivado de la crisis financiera internacional norteamericana y europea, e impactaron en la economía venezolana. El vaivén de los precios es el resultado de muchos factores. El juego de la oferta y la demanda que impacta la economía internacional. A esto se suma la actividad especulativa en algunos países productores para luego sufrir las consecuencias de las caídas aún más pronunciadas, pues lo que ganan hoy, lo pierden mañana afectando a todos. Hay que estar muy atento a las tendencias de los precios del petróleo que dependen de un conjunto de factores internacionales, por ejemplo la recesión que vive la economía de los Estados Unidos que provoca la caída en la demanda del petróleo, por es necesario tener reservas, o sea fondos anticíclos que permitan poder encarar situaciones de caídas bruscas de los precios. Pudimos soportar el paro petrolero por tener ahorros, eso siempre debemos tenerlo presente. Por eso es siempre aconsejable tener reservas, tener fondos anticíclicos que permitan poder encarar situaciones de caídas bruscas de los precios.

CAPITULO VI. LA REVOLUCION BOLIVARIANA. --El tipo de relación logró establecer el movimiento revolucionario en Venezuela con los militares, e incluso la posibilidad de que apareciera una figura como Hugo Chávez es muy excepcional en América Latina de la década del 70 de experiencias dictatoriales tan feroces. Quisiera que habláramos más detenidamente de esta circunstancias, sin cual no se puede entender la Revolución Bolivariana. Intervinieron dos factores. Primero, la Fuerza Armada de Venezuela es heredera de fuertes tradiciones patrióticas, particularmente del legado de Bolívar que ha marcado profundamente a los militares progresistas, quienes lo han estudiado por sus discursos y por su correspondencia pues fue un gran cultor de la epístola. Segundo y creo que es lo más significativo consiste en que la mayoría de la fuerzas armadas tanto la tropa como la oficialidad proviene mayoritariamente de los sectores populares y mantiene un estrecho contacto con su origen. A eso se suma que los partidos políticos hicieron su trabajo para mantener el control de esta fuerza, un factor decisivo en la vida política del país. A esto obedeció en buena medida, el control que él mantuvo en la Fuerza Armada Nacional hasta que aquellos militares pro adecos se fueron retirando. COPEI hizo lo propio. Y por supuesto el Partido Comunista.

-- DICE USTED EL PARTIDO COMUNISTA. – Si, Muy interesante. El Partido Comunista llegó a tener una gran influencia en la Fuerza Armada, en la Marina de Guerra y en la Aviación pero principalmente en el ejército. En menor grado en la Guardia Nacional. El alzamiento en Carúpano y Puerto Cabello son fruto de esa influencia. La incorporación de oficiales en la guerrilla es resultado de esos factores. El capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez fue el jefe de la Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. El teniente coronel Juan de Dios Moncada Vidal un hombre que al comienzo tenía posiciones reaccionarias después terminó identificándose con nosotros y llegó a presidir el FLN.

En Venezuela el ejército nunca fue clasista. No quisiera mencionar otros países, pero sabemos que en algunos para entrar a la Armada y a la Aviación por ejemplo había que ser de piel blanca, con una presencia y una estatura determinadas. A los altos cargos de la Fuerza Armada solamente llegaban representantes de la oligarquía de esos países. En Venezuela nunca fue así. Yo incluso iba a ingresar en la Marina estando en bachillerato.

--¿Cómo fue? ¿Por decisión de la Juventud Comunista?  No estaba militando todavía en la Juventud Comunista, aunque tenía contactos pero no militaba. Yo llegue a la Juventud por la vía de las lecturas e inquietudes intelectuales propias de los jóvenes. Por mi origen pobre siempre tuve vínculos fuertes con la gente de mi clase, aunque por mi crianza no puedo decir que sufrí de pobreza, como muchos de mis compañeros de infancia y aun de mis propios hermanos. Pero en el liceo Lisandro Alvarado la gran mayoría teníamos el mismo origen, solo algunos de clase media acomodada. Los ricos iban a los colegios privados. Pero, por contraste, los mejores alumnos estábamos en el Lisandro Alvarado. Allí había muchas ebulliciones intelectuales, al menos en un grupo de cierta importancia. Ahora bien, hasta tercer año siempre enfrente problemas con las matemáticas y cuando ya había tomado la decisión de irme a la Escuela Militar, tuve el percance de ser reprobado en esa materia. A partir de ese año tomé como un reto superar esa limitación y puedo decirte que lo logré. Recuerdo que en mi empeño, resolví todos los problemas del Algebra de Baldor y de cuanto texto de matemáticas caía en mis manos. Esto, unido a clases particulares por unos meses del excelente profesor Juan Pedro Meléndez, se tradujo en que nunca más fui reprobado en matemáticas ni ninguna otra materia.

¿El petróleo también modeló a la Fuerza Armada Nacional?  Definitivamente, sí y en muy alto grado. Gracias a la renta petrolera Juan Vicente Gómez propicia la organización, equipamiento, preparación y modernización del ejército nacional. Se crea la Escuela de Aviación Nacional y se adquieren los primeros aviones y el Ministerio de Guerra y Marina pero apenas existía una fragata. En el ámbito político territorial se inició el proceso de integración nacional en un país dislocado en distintas regiones, generalmente dominados política y militarmente por caudillos locales, suerte de señores de la guerra en que devinieron algunos de los héroes de la independencia trocados en grandes terratenientes terminando por conformar una variedad doméstica del sistema feudal con el que entraban en pugna los sectores que ya se asomaban como los primeros capitalistas de Venezuela. Por ello, en la fase inicial la oligarquía caraqueña y en general la oligarquía venezolana sentía mucha aprensión tanto contra Cipriano Castro como contra Gómez. Esto también influyó en la selección de los componentes del ejército. Fue la época de los andinos en el poder, después de haber dominado todos los alzamientos locales, tanto en los Andes como en oriente y Falcón.

Ello contribuía a cierto desprecio y burla por parte de la oligarquía caraqueña, hacia aquella gente que venía de las sierras andinas, montañeses incultos muchos de ellos, pero muy curtido en la dureza de campo y en la guerra. No olvidemos que Cipriano Castro, quien dirigió es rebelión, prácticamente copió en audacia, duración y existo la memorable Campaña Admirable de Simón Bolivar. El reclutamiento y nombramiento de los oficiales se hacía entre gente de confianza de los gobiernos de entonces. Desde el punto de vista de clase, eso le dio un carácter popular a la Fuerzas Armadas Nacional y propició la permeabilidad de las ideas revolucionarias, por el contacto que mantienen los oficiales de sus orígenes.

Como te decía antes, el ejército fomentó un sentido de patria que en algunos militares lúcidos significó entender por patria no solo a Venezuela sino a América Latina como Simón Bolivar. Mas adelantes los militares ingresaron a las universidades y allí con los estudiantes mayoritariamente de izquierda le permitió tener un concepto de patria. Otros profesionales realizaron cursos en el exterior adquiriendo un pensamiento universal. Otra cosa importante, cada graduación asimilaban un prócer o una figura histórica. La promoción de Chávez fue la de Simón Bolivar, la mía en la Universidad Central de Venezuela le pusimos Fidel Castro. Sin embargo, otros oficiales fueron sumamente represivos y entrenados como cazadores para operaciones antiguerrilleras estos promovieron crímenes horrendos porque fueron entrenados en operaciones antiguerrilleras en la Escuela de las Americas en el canal de Panamá. Otros prestaron servicios en el llamado Servicio de Inteligencia de la Fuerzas Armada Sifa donde se aplicaba torturas a los detenidos por verdugos entrenado por la CIA y el FBI.— William Izarra en su libro En busca de la Revolución asegura que la lucha antiguerrillera en Venezuela fue un polígono para probar la tecnología militar avanzada que estaba produciendo los Estados Unidos.

¿Es verdad que en la zona guerrillera en ocasiones se movían en los carros de algunos miembros del Ejército?  Sí, eso ocurrió. En automóviles que manejaban oficiales que tenían ideas revolucionarias y en alguna ocasión trasladaban a dirigente nuestros. ¿Puedes citar algún nombre de esos oficiales que los ayudaron? –William Izarra por ejemplo, trasladó en varias oportunidades a Douglas Bravo. Conmigo trabajó un oficial José Ramón Briceño quien ya murió pero eso sucedía con varios compañeros de la Fuerzas Armadas. ¿Cuándo conoció usted a Chávez? En 1988 no recuerdo el mes, en el estado Carabobo, allí estuvimos otros dos oficiales, Roger Capella, Pablo Medina y yo. Pablo argumentaba que había que tener mucho aplomo, mucha paciencia para esperar el momento favorable en que las cosas pudieran cambiar. Recuerdo que Chávez en un momento del debate que siempre hacíamos, con emoción creciente, señaló que no podía pasar mucho tiempo. “Si esta vaina sigue así, yo prefiero morir combatiendo montado en un tanque o en la guerrilla en una montaña”. Eso explica que cada día se haya fortalecido mi relación integral con él y su liderazgo. – ¿Cómo usted se involucra en la rebelión del 4 de febrero?   A mí se me designó como enlace con el Comandante Hugo Chávez para lo cual mudé mi residencia a Maracay donde estaba su comando. Junto con el Cabito y otras veces con Pablo Medina o Roger Capella en ocasiones yo solo, realizamos reuniones en lugares muy variados. Analizábamos la situación, los planes e intercambiamos información. En uno de esos viajes fuimos a Maracaibo conocí a Francisco Arias Cárdenas eran los días previos al 4 de febrero de 1992. La última reunión previa al levantamiento estuvimos en el cuartel de La Planicie en el 23 de enero donde se instaló el puesto de mando quedó parado allí un buen rato contemplando es vieja instalación militar y ahora comando de la milicia. Él estaba preocupado por la posible detención del movimiento pues, entre otros factores ya se habían producido hechos que preocupaban a los agentes de inteligencia sobre él. La ultraizquierda lo acusaba de demorar la insurrección e incluso como lo ha referido el propio Chávez, Bandera Roja hizo planes para asesinarlo, mientras se corría el riesgo de que se filtrara la conspiración dentro del seno de la Fuerzas Armadas. Hecho que finalmente ocurrió por la delación de un oficial arrepentido. Lo que obligó a precipitar los acontecimientos sin contar con todas las fuerzas comprometidas y sin suficiente coordinación operativas de todas las unidades. Además de que los tanques movilizados por las fuerzas revolucionarias habían sido despojados de municiones luego de la denuncia. Mi contacto con Chávez era a través  una compañera de mucha experiencia Iris García quien vivía en la ciudad de La Victoria.

Sin embargo, tropezábamos con dificultades en las comunicaciones telefónicas, al final logramos establecer contacto en la noche del 3 de febrero y me dio la dirección, pero me movía en un auto Renault que fallaba el encendido  y había que empujarlo. Acercándonos a Caracas observamos el convoy que identifique de inmediato pues eran unos autobuses de transporte de pasajero, el negro y yo nos estrechamos las manos, acelere el vehículo sin embargo paso el último vehículo sin que se produjera el encuentro previsto. Esperamos un buen rato, pues como posible reserva, habíamos acordado también que si no pasaba el Comandante Chávez, me recogería un oficial con una clave convenida, pero transcurrió suficiente tiempo sin resultado decidí llegar hasta Caracas para convocar a la gente a una reunión y buscar a Pablo quien no se encontraba en su casa y a Rafael Uzcátegui quien estaba al tanto del posible levantamiento. ... Ya se habían presentado encuentros en el palacio de Miraflores donde nos correspondía reforzar y además tomar algunas plantas de radio y TV. La carencia de armas nos impidió actuar conforme a lo planeado.

Desde el sitio donde trataba de organizar con Pablo Medina la forma de acceder a Chávez, oímos al amanecer su ya famosa presentación con el impactante “por ahora”. A partir de tales sucesos, surgen crecientes conflictos internos en La Causa R que se van agudizando cada vez más. Un sector mantenía una posición que si bien era ambigua al comienzo, después del levantamiento del 4 Febrero de 1992 se fue definiendo más claramente, aunque todavía durante los preparativos del nuevo alzamiento militar del 27 de Noviembre de ese año, se nos designó a Tello Benítez y a mí, para concurrir a una reunión con el Capitan de Navío Rodríguez Chacín y otros oficiales. Yo había mantenido relación con los almirantes Hernán Gruber Odreman y Cabrera Sifontes, así como con el general Francisco Visconti, los tenientes coroneles Wilmar Castro Soteldo, Luis Reyes Reyes, Garridos y otros. Este movimiento también fue muy fuerte, pero lo desbarató la delación de un oficial de la Marina de apellido Manrique. ¿Había tensiones en La Causa R entre los que venían de la guerrilla y los demás? En la Causa Radical siempre hubo un problema muy serio entre los que venían de la guerrilla y otros no. Lucas Matheus por ejemplo  había formado parte de la Comandancia del Frente Manuel Ponte Rodríguez cuando Maneiro lo dirigía. Parecía que todos estaban de acuerdo con la insurrección cívico militar actuando conjuntamente militares revolucionarios, trabajadores, el movimiento popular, algunos intelectuales y el Partido. Tal fue la concepción de Alfredo Maneiro que todos al parecer acompañaban. Sin embargo, el sector que tenía mayor control de la organización abrigaba muchos prejuicios acerca de los militares. Salvo Pablo Medina, Roger Capella y yo, que era casi un recién llegado a esa organización, los demás tenían reservas. Eso provocó que La Causa no acompañara en bloque al movimiento. Y fue factor determinante para la posterior división de la organización. Después del 4 de Febrero tuvimos muy fuertes discusiones. Pablo Medina que era el secretario general fue increpado muy duramente en una reunión secreta de la Dirección Nacional realizada en Ciudad Bolivar. Yo esperaba ser expulsado por cumplir el con todos los compromisos con todos los militares revolucionarios y muy particularmente con Hugo Chávez. Pero en la reunión se produjo una valiente intervención muy enérgica y categórica de Roger Capella quien le recordó a la dirección que había un compromiso y “no nos podíamos hacer los pendejos con lo que había ocurrido”, como si tal compromiso no existiera. Esto acalló a los más severos críticos. El problema se mantuvo pues en realidad lo que estaba en discusión era si nos definíamos en posición revolucionaria o no. De allí que, sin que pasara mucho tiempo, se consumaría la división de la Causa R, atraves de una declaración pública de Andrés Velásquez quien anunciaba la expulsión de Pablo Medina, Aristóbulo Isturiz, el general Alberto Müller Rojas, Alí Rodríguez y otros dirigentes del partido. La mayor parte de la militancia se reagrupó en un nuevo partido político Patria para Todos que tiempo después se incorporó a la plataforma electoral de Chávez el Polo Patriótico.

–La gran paradoja es que en este contexto se produce el triunfo electoral de La Causa R en 1993, justo cuando se estaba gestando la división dentro de la organización por la participación de un grupo de sus líderes en las rebeliones militares.  Así es.  El 4 de febrero tuvo mucho que ver con el triunfo electoral de la Causa R en 1993. Sin esta rebelión militar no habría llegado Aristóbulo Isturiz a la Alcaldía de Caracas, ni la Causa hubiera alcanzado tantos escaños en el parlamento incluyéndome a mí. El 4 de febrero marcó la ruptura del clima político de conciliación con el país, rompió todo el esquema de alternancia política que había en Venezuela y abrió una nueva era, sin duda alguna. Hecho que reforzó la rebelión militar de noviembre que fue como una continuación de la del 4 de febrero.

Yo particularmente estoy convencido como muchos otros que la Causa R ganó las elecciones nacionales de ese mismo año 1993. Hubo muchas pruebas de hubo un descarado fraude electoral, pero el partido no tomó la decisión de defender el triunfó. Personalmente pude verificar gran parte de lo ocurrido. Con una fiscal del Ministerio Público estuve en la Unidad de Transferencia del Aseo Urbano de Caracas en Las Mayas. Allí todavía aparecían muchas cajas de votos regados por el piso a favor de Andrés Velásquez. Igual ocurrió en la Bonanza en Caracas también aparecían muchas cajas con miles de votos regados a favor de Andrés Velásquez. Pero en una reunión entre Lucas Matheus y Andrés Velásquez con el fiscal general de entonces, Ramón Escobar Salón y el empresario Andrés Sosa Pietri, el candidato ganador echaron el triunfo por la borda. Aceptaron reconocer a Rafael Caldera como candidato triunfador. Una vez más, para que Alfredo Maneiro se revolcara en su tumba, unos revolucionarios entregaban el triunfo a la derecha. A partir de entonces, la Causa R fue degradándose a tal punto que actualmente está siendo orquestada por la extrema derecha. La muerte de Alfredo Maneiro privó a la Causa R del gran aliento teórico, político, creador y moral que la inspiró por varios años y que dio impulso en sus orígenes y la premió con grandes éxitos entre los trabajadores de Guayana y del país a los que él tanto se consagró.

¿Tuvo contacto con Chávez en la cárcel? Si teníamos un contacto permanente. Si yo fui a visitarlo en una oportunidad en Yare y después cuando ya lo iban a poner en libertad en el Hospital Militar, en una comisión que designó la dirección de Causa R integrada por Pablo Medina, Lucas Matheus, Tello Benítez y yo.  Por cierto esa entrevista no tuvo el mejor ambiente pues Chávez evidentemente molesto, enfatizó que había muchas cosas que explicar, refiriéndose a la actitud de la dirección de La Causa R el 4 de Febrero e inmediatamente después. A su salida de la prisión, Chávez planteó la política de la abstención a la que nos oponíamos. Después de su viaje por todo el país, reconsideró esta postura y llegó a la conclusión de que había que ir a las elecciones.

Para mí ya estaba claro que él debía participar en el proceso electoral. Yo militaba todavía en la Causa R y consideraba que era un error abstenerse. Claro es perfectamente explicable su actitud de entonces. Chávez venía del ejército y acaba de salir de la prisión. No tenía todavía un contacto tan directo como lo tuvo posteriormente con los sectores populares. Viajando por todo el país le dio una visión más real de la situación y de la posibilidad de llegar al gobierno en un proceso inédito en Venezuela dada la enorme atracción que provocó su actitud valiente de reconocer su derrota del 4 de febrero y asumir toda la plena responsabilidad de la acción. Como te decía, la posibilidad de ganar una elección y que la reconocieran se trataba de un hecho tan inédito que, durante décadas, ninguno de nosotros creía posible romper el férreo control que ejercía la clase política sobre los mecanismos electorales, los medios de formación de la opinión pública, el poder económico y la poderosa capacidad de manipulación que habían desarrollado durante 40 años. Además del rol en la cúpula de la Fuerza Armada.

Pero la práctica y la perseverancia nos enseñaron unas cuantas cosas, entre otras la de abrir cauce al movimiento popular atraves de su alianza con sus fuerzas armadas y el hecho de que de esta misma fuerza, surgiera un líder profundamente compenetrado en su seno y con una impresionante capacidad de comunicación con el pueblo, cada día con mayor claridad al rumbo que debe imprimírseles a los cambios en este país. Se trata de algo que él ha comprendido totalmente, proceso revolucionario que no avanza que no se radicaliza en el sentido de ir a la raíz de los problemas para poder materializar cambios esenciales en la sociedad, está condenado a estancarse. Y estancarse es retroceder. De allí el fracaso de muchos procesos revolucionarios que se han quedado a medio camino y terminan haciendo absorbidos por el gran poder del capital. Pero más importante aún es el hecho de que millones de venezolanos igualmente lo han comprendido. Esto obedece en gran medida a la sistemática labor pedagógica de Chávez en su extraordinario y persistente contacto con el pueblo. -¿Cuál es la trascendencia de la llegada de Chávez al poder?—Creo que lo dicho ilustra bastante esa trascendencia. Pero podría agregar mucho más. Lo más resaltante es que se estableció definitivamente un antes y un después. Como ha dicho Fidel con mucha propiedad. “El genio se salió de la botella y ya no hay nadie que pueda regresarlo”. El genio es el pueblo que ha saboreado el ejercicio del poder, su capacidad de decidir, cada vez más sobre sus propios asuntos, aun cuando apenas está comenzando.

Sólo cuando los Consejos Comunales y las Comunas estén plenamente asentadas en la geografía nacional y se articulen orgánicamente en todo el país, podremos afirmar que hemos dejado atrás el modelo estadal que fue vaciado en los moldes de la Cuarta República y que, en mi opinión es el mayor obstáculo a vencer para poder avanzar con mayor soltura hacia los grandes objetivos en los cuales tanto insiste siempre el Presidente Chávez y tanto reclaman los sectores más conscientes de nuestro pueblo. Por eso he afirmado, y lo reitero que el proceso socialista en Venezuela será un hecho irreversible cuando este cambio ocurra.

Pero esto como también lo he afirmado, no es una cuestión formal de agrupar a la población en asambleas para la toma de decisiones. Es, un paso muy importante pero no suficiente. Todo depende del grado de consciencia del pueblo organizado en las bases. Como sería un gravísimo error idealizar estos procesos – no olvidemos que los conflictos por el poder siempre están presentes y que en Venezuela la presencia de la renta incorpora, muchas veces disputas por su distribución- se requiere una fuerte presencia de control en todos los órdenes, por la base popular organizada y su permanente ejercicio del poder de decisión. Y esto lleva tiempo, persevencia, paciencia y mucho trabajo para lograrlo a plenitud pues comprende además resolver el problema de la participación popular organizada en el proceso productivo.

Lo repito no hay que olvidar la máxima de que son “las condiciones materiales de existencia las que determinan la conciencia social” y no al revés, aun cuando la explicación, la educación popular contribuya a la formación de una conciencia en el pueblo. En nuestro caso, basta con detenerse a pensar un momento en lo que se requiere para ir sustituyendo una conciencia donde predomina el reparto de la renta por una conciencia del trabajo y el esfuerzo productivo que es lo mismo.

Como me preguntas por la transcendencia de Chávez en el poder, quizás lo más importante entre tantos logros, como el restablecimiento de la independencia y la soberanía en la toma de las decisiones políticas del país, es que ese proceso de cambios cualitativos en el ejercicio del poder, todavía con muchas imperfecciones ya ha comenzado. La tarea es avanzar y avanzar en esa dirección, aun con todas las dificultades que haya que vencer. En la medida que las bases adquieran mayor consciencia esta se transforme en organización viva, activa y eficaz este proceso cobrará una fuerza indetenible e irreversible.

Los primeros avances en el desarrollo del Poder Comunal indican que en la medida que ese proceso avance esta revolución se irá haciendo cada dia más irreversible. En la sociología política existe el término de “ruptura del clima”. La toma de Paris por los revolucionarios de la Comuna fue una ruptura de ese tipo aun cuando fue derrotada. La insurrección popular en Moscú en 1917 pese a ser derrotada, abrió el camino para la triunfante de 1917. La derrota de la Primera República en Venezuela abrió el rumbo para el proceso de Independencia de América. El 26 de Julio en Cuba abrió la brecha para el 4 de febrero en Venezuela. De ello ya existen para estos tiempos sobradas evidencias.

Resumiendo podría decir que la trascendencia de Chávez radica en, haber retomado por la raíz el verdadero ideario bolivariano y haber llevado de manera pedagógica a la masa de venezolanos y latinoamericanos para asumir las banderas del socialismo cuando muchos ya lo daban por muerto. Hoy la conciencia del pueblo venezolano lo ha colocado en tal posición que aquel que quiera arrebatarle los derechos conquistados se va encontrar con una resistencia nunca vista. Y seguro estoy que esté liderazgo va más allá de nuestras fronteras. –Ahora veamos la participación de los militares desde las perspectivas de la derecha.

¿Cuál es su reflexión sobre el golpe de Estado de 11 abril de 2002? Que fue un golpe petrolero. Difícilmente por no ser imposible, los poderosos sectores dominantes externos e internos aceptan que en forma pacífica que le quiten sus intereses para favorecer al pueblo. Los intereses norteamericanos y los de la burguesía nacional no aceptan que les cambien sus valores y modelo de vida de actuar y de pensar. Estos sectores conforman un terreno fértil para la semilla fascista que se siembra en los medios de comunicación dentro y fuera del país, en los púlpitos y fuera de ellos, en las escuelas privadas, en las universidades donde aún ejercen plenamente sus dominios, reforzados por renegados que lo acompañan. Eso ocurrió el 11 de abril de 2000 yo me encontraba en Viena y por lo que veía por los medios de comunicación, pensé que íbamos a una confrontación armada. No ocurrió afortunadamente, porque un conflicto armado de las proporciones que se hubiera dado era una tragedia, como lo dijo Fidel “ la Guerra de los Cien Años”.

Mi reflexión es que, si bien la reacción espontánea del pueblo en unión de los sectores revolucionarios y de nuestra Fuerza Armada pudo restablecer la situación de relativa estabilidad, el enemigo no cesará es sus intentos de revertir por cualquier medio el proceso bolivariano que vive nuestro país. La estrategia imperial es la de derrocar y liquidar a Hugo Chávez de alguna forma. La clave del éxito está, como siempre en acertar en las decisiones políticas, las que deben estar siempre identificadas con la gran mayoría de nuestro pueblo, de los pueblos de la región y de todo el mundo. La clave del éxito está, como siempre en acertar en las decisiones políticas, las que deben estar siempre identificadas con la gran mayoría de nuestro pueblo y de los pueblos de todo el mundo. Pero igualmente, contar con una formación de cuadros en todos los niveles del Partido y del Estado para responder a las demandas del pueblo venezolano y del mundo. No olvidar nunca el amargo precio que han pagado por siglos nuestros pueblos como consecuencia de las divisiones durante todo el siglo XX. Repetir esos errores de esa naturaleza sería cuestión de irracionales y no de verdaderos revolucionarios profundamente identificados con sus pueblos y que encarnaron Bolivar y todos los verdaderos libertadores.--¿Cómo se inserta en esta reflexión la experiencia del golpe petrolero?   El golpe desatado el 2 de diciembre de 2002, fue un coletazo del golpe de abril que también tuvo un componente esencialmente petrolero. En la industria producto del intento por resolver las contradicciones por una vía no cruenta, se había mantenido intacta la fuerza reaccionaria que había propiciado junto a los militares de derecha, el golpe de abril. Recuerdo que el Presidente Chávez cuando me designó para presidir PDVSA me comentó. “Tratamos de tomar la colina y no pudimos. Ahora habrá que hacerlo en unos tres años”. Como yo me encontraba en la situación de tener que manejar no solo una industria que agrupaba para ese momento 40.000 trabajadores con una altísima proporción de gerentes totalmente adversos, le propuse la creación de un equipo que sin estar oficialmente en la conducción me sirviera de apoyo en esa labor. Una especie de “gabinete de sombra”.

Me sentí como un paracaidista lanzado a una colina totalmente dominada por el adversario. Así conforme un grupo que el mismo Presidente como “Equipo Colina” integrado por Rafael Ramírez, el General Carlos Eduardo Martínez  y el General Alí Uzcátegui entonces jefe del DIM, Ángel Rodríguez, Nelson Núñez y yo encargado de coordinarlo. Puedo decirte que fue una etapa de las más difíciles que he experimentado fue el periodo entre abril y diciembre del año 2002, pues la llamada “meritocracia” título con el cual se identificaba la  casi totalidad de los gerentes de PDVSA, envalentonada por lo que consideraban un triunfo al lograr la renuncia de la anterior directiva de la empresa con un golpe de estado que quedó sin castigo, ejercía con una arrogancia repugnante, convencida de que lograría imponer su voluntad sobre el Estado y la nación.

En alianza con los partidos políticos desplazados y la estructura sindical que aún mantenían con cierta fuerza, el apoyo de las organizaciones empresariales y desde luego del imperio organizaron la paralización del país el 2 de diciembre del 2002. A partir de ese día, con el éxito inicial que tanto entusiasmo al lograr paralizar por completo el país, sentí un gran alivio pues se estaba definiendo la situación saliendo de una irritante ambigüedad. Esta situación me hizo recordar una tesis de Andrés Bello el maestro de Bolívar antes de Simón Rodríguez. En sus estudios filosóficos afirma que lo contrario de la afirmación no es la negación. En sus estudios filosóficos Simón Rodríguez sostiene que lo contrario de la afirmación dice es LA DUDA. Una vez que se despeja esta duda, ya queda definido un curso de acción para las partes, el de la reacción acabar con la revolución, el de la revolución derrotar la reacción. Y eso fue lo que ocurrió, triunfó la revolución.Se dice que la diplomacia es la guerra por otros métodos, como parte esencial de la política, pero usted dio un salto muy brusco de PDVSA  paso a la cancillería. ¿Cuál fue la razón?

Desde me incorporé al partido PSUV siempre le planteé al Presidente Chávez que mi mayor preocupación y vocación era contar con un partido revolucionario capaz de darle continuidad a la revolución. Inmediatamente me preguntó. ¿Adónde quieres ir? Le respondí sin vacilación. “Si tú me preguntas dónde está el Talón de Aquiles de este proceso, te respondo sin vacilar, la ausencia de un verdadero partido revolucionario, muy claro de sus objetivos estratégicos con el más alto grado de organización y disciplina, de mística y desprendimiento, capaz de organizar y liderar a la gran masa de los humildes y de sectores de la clase media venezolana, en una fuerza que resulte invencible. Yo quiero contribuir en esa tarea”. A los pocos días de esta conversación, recibí una llamada del Presidente planteándome la preocupación por dificultades cada vez más severas que estaban surgiendo con Colombia y otros países y que me necesitaba en la Cancillería. De inmediato le respondí como siempre. Yo soy un soldado de la revolución y voy donde me diga mi jefe y hermano de luchas. De inmediato asumí la responsabilidad como siempre para encontrarme pocos días después con la crisis que engendró el secuestro de Rodrigo Granda miembro de la dirección del secretariado de las FARC quien ejercía funciones como representante de esa organización. Como se sabe, la operación fue realizada por agentes de inteligencia colombianos que sobornaron a algunos oficiales venezolanos y actuaron a plena luz del día.  ...)

--Por supuesto. Pero entonces sobrevino el infarto que lo lleva a Cuba--. En  esos mismos días se me descubrió una obstrucción arterial que requería colocar u stent. Por las preocupaciones que toman en esos casos fui designado embajador en Cuba, donde permanecí casi dos años cumpliendo las funciones propias dentro de estas responsabilidades. En tanto aquí se realizaron las primeras elecciones internas del PSUV. Resulte elegido como integrante de la dirección en los Andes, a donde me trasladé de inmediato, conformando los equipos de dirección en cada uno de los estados, para luego establecer el frente de dirección de Mérida. Una noche, después de haber concluido una reunión con representantes de la región, recibí la llamada del Presidente. Me solicitaba que asumiera la responsabilidad del Ministerio de Finanzas, una materia por la que nunca sentí mucha simpatía. Me hizo recordar, parafraseando un poema del chino Valera Mora. “Como habré amanecido hoy de mal, que en lugar de atracar un banco, abrí una cuenta corriente”. Le comuniqué al Presidente mi poco dominio sobre la materia, pero ante su insistencia acordamos que hiciera una reunión con el equipo de dirección del Ministerio, lo que hicimos al día siguiente. Con el compromiso de todos de darme pleno apoyo, decidí asumir la responsabilidad y así se lo comuniqué al Presidente. Fin del capítulo.  


         

  



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German Saltrón Negretti

Defensor de los Derechos Humanos.

 germansaltronpersonal@gmail.com

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