Como matar al mensajero

La estrategia fascista de Maduro

En la entrevista que Jorge Ramos le hace a Nicolás Maduro se puede ver muy claramente que Maduro no responde al fondo de las preguntas que realiza Ramos, sino que ejecuta varias estrategias que pueden calificarse como de fascistas:

  • Amenazar reiteradamente al propio periodista por hacer determinadas preguntas. Lo amenaza con enjuiciarlo, con meterlo preso y hasta con torturarlo. Porque eso de que te vas tragar tus palabras con Cocacola es una amenaza directa con someterlo a tratos crueles e inhumanos.

  • Descalificar las fuentes que utiliza el periodista, como sucede cuando acusa al Pollo Carvajal de torturador y narcotraficante, y que por tanto lo descalificaría para acusar a Maduro de asesino.

Por cierto, la descalificación de Carvajal por parte de Maduro es un ataque directo contra Hugo Chávez, pues Carvajal estuvo a su servicio por diez años como jefe de la inteligencia militar. Además, en los más de seis años que lleva Maduro en la presidencia nunca ha realizado ninguna acusación judicial contra Carvajal por esos supuestos delitos de tortura y narcotráfico, lo que convierte a Maduro y su gobierno en cómplice directo de esos crímenes.

Maduro opta por matar al mensajero, y no responder con argumentos ninguna de las preguntas/acusaciones que le realiza Ramos. Obviamente ese periodista es un provocador e iba con esa intención expresa. Un estadista simplemente le hubiera desmontado sus argumentos y hubiera expuesto los propios. Pero Maduro opta por la estrategia bruta de amenazar y descalificar, demostrando su total incapacidad para escuchar siquiera ideas que colidan con su esquema de pensamiento y su "obra" de gobierno.

Maduro remata su fascismo al pararse y suspender la entrevista, cuando no le puede imponer al periodista su "verdad". Lo que ocurrió después, al detener a los periodistas por varias horas, vejarlos y arrebatarles todos sus equipos, hasta sus celulares personales, y expulsarlos del país, fue la ratificación del fascismo que inspira la actuación de Maduro.

Justificar esa conducta con el absurdo argumento de que son "agentes del imperio" es inaceptable para figuras políticas que se reclaman "revolucionarios" y "demócratas". Es el argumento que ha venido aplicando el madurismo para justificar la tortura contra los "agentes imperialistas". Maduro desciende a la misma pudrición del imperio, y utiliza sus mismos métodos. Se equipara a los métodos brutales que históricamente ha utilizado el capitalismo mundial, demostrando que su gobierno es una expresión más de ese capitalismo inhumano que oprime a todos los pueblos del orden global.



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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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