Cuando se navega sobre aguas tormentosas todo marino sabe que debe tomar sus precauciones de rigor.
Sabe lo que debe hacer y lo que debe evitar, ellos lo saben.
Igualmente, cuando vivimos situaciones de incertidumbre generalizada, el marino dentro de nosotros, nos indica el rumbo que debemos tomar y cuales rutas debemos evitar.
Evaluación de las circunstancias, toma de decisiones y claridad en los objetivos deben ser aliados constantes de este viaje en que estamos.
La incertidumbre, que parece que la sembraran sin descanso los enemigos de la paz, compañera constante de los momentos que vivimos, nos causa, entre otras cosas: inquietud, zozobra, aturdimiento y desesperación y suele ser muy mala consejera a la hora de analizar el momento en que estamos, la correlación de fuerzas en que nos encontramos y definir nuestra ruta hacia el futuro.
Esa misma incertidumbre, muchas veces inoculada, creada; muchas veces producto de nuestras propias carencias, nos hace sobredimensionar la fuerza y capacidad del contrario, que hábilmente ha logrado que minimicemos nuestras propias posibilidades y no apreciemos nuestras fortalezas.
Ese nerviosismo que se apodera del que crónicamente la padece, esa sensación de mariposeo en el estómago, esa sudoración de las manos, ese no saber que hacer, esas dudas, son síntomas que debemos tomar en cuenta para cerciorarnos que estamos bajo su yugo y determinar en que grado la padecemos.
Recomiendan, los que saben de estas cosas, hacer un alto y observarnos detenidamente para reevaluarnos y seguir adelante con un mapa mas claro.
Ante la incertidumbre fortaleza, crecer y comprender sus mecanismos y alcances, no permitir que nos domine y nos haga decidir bajo su fascinante influjo.
Y a los sembradores de incertidumbre y dudas que sigan enviándolas, que lo que hacen, al contrario de lo que se proponen, es darnos fuerza.
Ah... incertidumbre, que te clavas en el corazón de los hombres…y de las mujeres y no nos dejas transitar en paz y con la libertad que merecemos, estate quieta y no te enseñorees con nosotros.
Te tenemos precisada.
