La actual polarización política que vivimos ha conllevado a la caotización de la sociedad, despertando en gran parte de ella el egoísmo e individualismo que alimenta esta fuerte situación. Los factores de poder que ocupan la agenda comunicacional y opinión pública tienen la responsabilidad de contribuir para generar y propiciar espacios de reencuentros donde prevalezca la alta política, el reconocimiento y el respeto a la diversidad de ideas. La mayoría del pueblo Venezolano apuesta por el diálogo, espacio necesario para avanzar en la estabilidad política que de paso a la urgente y necesaria gobernabilidad que tanto deseamos para nuestro país. Todxs tenemos la responsabilidad de apoyar los espacios de discusión, debates y reencuentros. Venezuela merece que nos unamos para salir de esta difícil situación.
La polarización solo conlleva a la radicalización del problema, alimenta el odio que lamentablemente nos han inoculado para mantenernos enfrentados, sin logar consolidar espacios que nos permitan solventar de buena manera esta difícil situación. El odio que ha despertado por estos días en la población, produce un proceso de neurotización en la sociedad, haciéndola actuar de manera no racional y dejándose llevar por pasiones reptilianas, alimentando la confrontación y polarización. Nuestrxs familias, hijxs y sociedad en general merecen una realidad mejor, donde la militancia política no sea un argumento para atacar y querer desaparecer al otro, sino que sea un argumento que abra las puertas al reconocimiento y respeto a la diversidad de ideas y pensamientos.
Este es un proceso que nos compromete en lo personal, nos obliga a apartarnos de nuestros egos, nos conlleva a reconocer al otro y entender que ésta situación solo la podemos resolver entre Venezolanos. Ninguna intervención militar mejoraría esta realidad, solo propiciaría una guerra que no nos merecemos. Merecemos una estabilidad política, económica y social que devuelva la alegría a las familias y la estabilidad mental a nuestra población.
El llamado es general. Gran parte de la población demanda espacios de reencuentros que fortalezcan las ideas de paz y altura política para salir de este estancamiento que sin lugar a dudas agudiza las contradicciones y desigualdades sociales. Las consecuencias de esta polarización política recaen sobre los más vulnerables, niñxs, abuelxs, pacientes, etc. Las familias más desprotegidas (que aún existen) también son víctimas de esta situación.
Nos merecemos una realidad política distinta, la responsabilidad recae sobre nosotrxs, más allá de la responsabilidad gubernamental. Cada uno de nosotrxs juega un papel determinante en este proceso político-social. Nuestras acciones diarias, individuales y colectivas, contribuyen a mejorar o radicalizar esta catástrofe social.
Cada una de nuestras acciones repercute en este proceso político, social y cultural. El ser buen ciudadano sin lugar a dudas contribuiría de manera positiva ante la realidad que la vivimos diariamente. Los problemas pueden apaciguarse cuando logremos asumir seriamente la responsabilidad social que tenemos, tanto en el hogar, como en nuestra comunidad. El merecido reencuentro que desea gran parte de la población, es el espacio que puede dar luces para empezar a edificar una mejor sociedad Venezolana. Es momento de recuperar la suma de felicidad de nuestra población, la estabilidad política y social que nos merecemos. Todxs podemos contribuir a la solución. Apostemos al reencuentro. Que prevalezca la altura política, honestidad y respeto. Entre venezolanos es la cosa.