El 25 de Noviembre se conmemora "El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer", también conocido como "El Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer". Este día fue elegido por los movimientos de mujeres de la región en el año 1981 en homenaje a las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), asesinadas en la dictadura de Leónidas Trujillo, en República Dominicana en el año 1960.
En 1999 los movimientos de mujeres organizados exigieron a la Asamblea General de las Naciones Unidas que asumiera el 25 de Noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el cual fue aceptado en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999 invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres, por ello todas las mujeres del mundo recordamos lo sucedido con las hermanas Mirabal, hecho abominable cometido por la bota castrense de la dictadura dominicana jefaturada por el imperialismo estadounidense, lo cual se convirtió en un símbolo de lucha contra la opresión patriarcal, porque esta lucha no es sólo contra la violencia machista, sino que es de clases, etnia y raza, contra las grandes potencias imperiales capitalistas que dominan al mundo, llenándolo de miseria, explotación y hambre a los pueblos en medio de la abundancia y la riqueza que sólo llega a algunos pocos
La violencia de género es un problema estructural, donde se somete a la mujer y se la reduce a un simple objeto sexual, subordinada al hombre; sometimiento que tiene múltiples matices: sexual, sicológica, cultural, económica, físico, laboral, médica, política, feminicidios, entre otras.
Antes de nacer una mujer está marcada por las desigualdades sociales, que le establece las reglas del juego de nacer en una sociedad capitalista, desigual, inequitativa y sin justicia. La violencia de género es mundial, más acentuada en unos Estados que otros. La más común a nivel mundial es la violencia física, que genera abuso sexual, sicológica, el feminicidio, el tráfico de mujeres o trata de blancas, la inducción al suicidio, la mutilación de los genitales femeninos, entre otras manifestaciones.
Las luchas de las mujeres por erradicar la violencia de género en el globo terráqueo pasa por tres factores fundamentales: prevenir, sancionar y erradicar la violencia.
Para prevenir se requiere formación, educación, sensibilización, adiestramiento, capacitación, transversalización de género en las instituciones públicas y privadas, organizaciones comunitarias, todo dirigido a ir creando conciencia para evitar la violencia de género en sus 21 manifestaciones como lo expresa "La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia" (2007).
Sancionar exige aplicar la Ley cuando se demuestre la violencia hacia las mujeres, que no haya impunidad y complicidad por parte de los ejecutores de justicia (Policías, Fiscales y Jueces y Juezas).
Erradicar la violencia de género es más profundo, porque para acometerlo debemos cambiar el sistema que impera en el mundo, un sistema capitalista-patriarcal que domina y somete a los pueblos a sus designio, que globaliza el mercado y convierte toda la existencia en un negocio para el beneficio de los pocos y pocas burgueses/as del planeta. Todo se convierte en negocio: la salud, educación, cultura, los cuerpos manipulados para uso comercial, transformándolos con prótesis y siliconas bajo una estética inducida para dominar y hacer dinero afectando la salud y las mentes de mujeres y hombres, lo otro qué y cómo producir aunque se ponga en peligro la vida en el planeta Tierra.
Para poder alcanzar la equidad de género, necesariamente, debemos cambiar las reglas del juego social y para ello debemos construir todas y todos un mundo donde no exista subordinación de ningún ser humano.
En Venezuela, con la revolución bolivariana se avanzó en este tema creando instituciones, fiscalías, tribunales a nivel nacional, se firmaron cartas de entendimiento con los países fronterizos para combatir la violencia hacia la mujer y la trata de personas, la cual afecta más a las mujeres y niñas de la región. Sin embargo, en estos últimos años se ha incrementado este flagelo. En lo que va del año 2019 se registraron 1.180 casos de abuso sexual, lo cual está asociado al crecimiento del feminicidio en el país. Al 63% de los casos por abuso sexual se le ha dado respuesta por parte de los cuerpos de seguridad del Estado informó el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC,); por otro lado, el Ministerio Publico reportó el registro de 554 casos por causa de feminicidio en los últimos dos años, de los cuales se logró 1.537 imputaciones, 430 acusaciones y 119 condenas ( www.elnuevoherald.com, 27/08/2019).
En el estado Lara en el mes de julio de este año se registraron 7 feminicidios, denunciados por el Instituto Regional de la Mujer(www.noticiasbarquisimeto.com, 22/07/2019), uno de estos casos impacto a la comunidad por el ensañamiento cometido en el asesinato por parte de su pareja de Frarianny Liseth Quiroz Ocanto, de 32 años, cometido por Pablo Silvino Sánchez Sivira, llamado luego del crimen como "El Diablo de la Silverado"; la asesinó brutalmente apuñalándola y atropellándola tres veces con su camioneta tipo silverado.
En el Estado Bolívar, en San Félix la muerte de la estudiante de quinto año de bachillerato menor de edad Ángela Aguirre, quien fuera a celebrar un cumpleaños, un mensaje de voz revela que fue violada, abusada y posteriormente desaparecida. Dos días después aparece su cuerpo sin vida en el río cerca del Balneario "El Rey" (www.correodelcaroni.com, 13/04/2019).
A pesar de todos los instrumentos legales que se han creado en nuestro país para combatir la violencia contra la mujer, sigue existiendo impunidad, las instituciones que fueron creadas para prevenir la violencia de género han bajado su participación o han sido doblegados por los poderes fácticos del capitalismo-patriarcado.
El Estado debe fomentar políticas para la prevención y atención contra la violencia de género, ejerciendo control de gestión del cumplimiento de las mismas con su seguimiento, supervisión y evaluación para que no quede en letra muerta, así como aplicando indicadores de gestión a cada responsable de la ejecución de políticas públicas en materia de género; con ello, estaremos avanzando en la disminución de este verdadero problema de salud pública. Esto junto con la auto-organización de las mujeres en movimientos contra la violencia de género, la ciudadanía en general, una constante campaña comunicacional contra este flagelo, constituiría un frente de lucha de cierta contundencia contra la violencia hacia las mujeres.