Entendemos que hoy, en este nuevo siglo XXI se han maximizado los hechos más brutales de violencia contra los niños, niñas, adolescentes y en más a la mujer en todos los ámbitos sociales del mundo moderno, que socava en una nube tormentosa que denigra y esconde toda una realidad palpable que somete a miles de seres humanos hoy, de cualquier raza, credo, clase social, se violenta, se vulnera el derecho de la mujer y de todo aquello que le estorbe al hombre quien sigue siendo o visto como un ser superior ante ella, algo abstracto, absurdo, inaudito, y que no se cree que en este momento de cambios profundos, se siga ignorando esta problemática tan grande, tan atroz y tan grave.
Reflexiono como hombre, padre, hijo de una mujer que dio tanto por mi y mi familia, donde sufrimos el maltrato físico y mental de un sistema patriarcal que nos llevó incluso a la desidia y a la calle, hoy me duele ver como en las Naciones unidas son tan blandos con el tema del derecho a la paridad, a la igualdad de salarios, al conocimiento, al derecho de opinar, crecer, preparase profesionalmente, el tener un hijo adoptado, el matrimonio igualitario, la sexo diversidad, y peor aún, el apagar la voz de quienes hoy siguen luchando por una buena alimentación, una buena educación, salud, vida, tierra y cumplir con los derechos y deberes que son para todos y todas por igual.
Ver una mujer pilotando un avión de guerra es genial, ver una mujer dispuesta a morir por su patria es extraordinario, pero ver una mujer que deja de comer, de dormir en una cama, o de siquiera llorar y aguantar cualquier sufrimiento, antes de que sus hijos e hijas se sientan bien y queridos. Eso no tiene comparación con cualquier acción o tabú absurdo de quienes aún pretenden denigrar la superación y la inserción de la mujer como baluarte, aquellas que son reconocidas en la historia, otras que no están ni siquiera en algún libro o cuento, son las valientes que han dado todo por reivindicaciones salariales, por derecho al voto, por ser madre, por tener la misma venia que el hombre, ese feminismo real, pero que debe ser canalizado para la información de la sociedad, la herramienta vital de la humanidad.
No basta con solo decir, " soy feminista" o apoyo la despenalización del aborto, o la afrodescendencia es folclórica como muchos por allí han escrito, pero se olvida de esas mujeres valientes que han dado todo por cambiar y que su voz se escuche como un rayo luminoso, esas que siguen el legado de Manuelita Saenz, Eva Perón, Rosa Luxemburgo, pero también quienes han dado su vida por la tierra, el agua, por los que torturaron como las Madres de Mayo otras heroínas en tiempos de dictaduras militares,y otras miles que han sembrado cambios verdaderos.
La religión hoy es un ápice que no determina una igualdad, sencillamente solapa todo aquello que empaña sus escrituras, sus sermones dominicales, pero porque el celibato pues? Hay que ocurre hoy con el tráfico de órganos, el tráfico de mujeres y niños, aquellos que están enjaulados como animales en EEUU, o los que hoy mueren masacrados en Sierra Leona, el Colombia, en Honduras, lo que hace la derecha extrema en Nicaragua, o Lo que ha ocurrido en México.
Cada 10 minuto es violada una mujer, una niña, un niño, es asesinada, ultrajada, una madre delante de sus hijos e hijas, es apuñalada, quemada o enterrada sin que se haga nada.
Hoy las reflexiones están basadas en los números rojos que se ven desde ONGS que se dedican a buscar y dar la pelea para que se tome con más fuerza y seriedad el tema de la violencia de género, pero no solo de la mujer sino del rasgo, color, credo u apariencia,esa que nubla el pensamiento de quienes se creen puros, blancos criollos o sencillamente con el derecho de humillar y matar en grupos a golpes y a patadas, esos que hoy mueren porque sencillamente nadie les toma la denuncia en serio.
Es importante que la ONU, y todos aquellos organismos unilaterales y multilaterales se pongan de acuerdo con seriedad, aquellos gobiernos homofóbicos como el de Brasil, Colombia, En Oriente Medio, más allá de las creencias religiosas que se respetan, pero la diversidad es también respeto, y allá solo ven la mujer como un objeto, una cosa.
Hoy solo pedimos eso, atención, preocupación y más esfuerzos y recursos para acabar con este cáncer que sigue segando la vida de miles de hombres y mujeres, niños y niñas en el mundo.
Desde lo más profundo de mi alma y mi corazón bolivariano, peronista, sandinista, mi admiración y respeto, y ni una más...