En tres palabras

Mis grandes amig@s (I)

DEDICATORIA:

Con mucho amor y admiración, dedico esta serie de artículos, que espero comenzar a publicar en Aporrea, desde hoy jueves 09/04/2020, a quien amo, admiro y aún sigo sus pasos: Mi padre. Hugo Antonio Moller (†).

Mi padre, con su humildad, sencillez y honradez. Su don de gente noble, generosa, cordial y respetuosa. Se ganaba, siempre, el aprecio de quienes le conocían.

Por él. Por lo que fue y nos legó. Dedico esta serie de artículos en los que reflexionaré sobre la AMISTAD.

RECUERDOS DE MI NIÑEZ EN CASA DE MAMAITA

Cuando yo era niño, solía detenerme ensimismado a leer unos versos que adornaban el cuarto de mi tío abuelo: Papá Alberto. Él trabajaba como "guachimán" (vigilante o portero) en la entrada del diario "Panorama". Eran unos versos que hablaban de unas supuestas "verdades amargas", de autor desconocido. Hay quienes hoy se los adjudican al poeta hondureño Ramón Ortega (1885-1932). Estaban enmarcados con vidrio traslúcido al lado de un espejo. En el que Papá Alberto, solía mirarse para afeitarse y echarse en sus ojos unas gotas de limón que actuaban, según él, de colirio. También, se miraba al espejo, para ajustar su camisa y, rara vez, una corbata negra desaliñada. Así evoco a quien, al salir jubilado de "Panorama", deambulaba por los alrededores del "Cine Paraíso" pidiendo limosna para completar su mísera pensión. Esos recuerdos laceran mis sentimientos y han fortalecido mi espíritu de lucha por hacer realidad la justicia social. Él y su hermana, mi abuela Rita Elena (Mamaita) murieron de pobreza, al no tener como sobrevivir a tantas penurias.

Cuando él murió pasé de la hamaca que guindábamos en la sala a su cuarto. Allí quedaron incrustadas como herencia invalorable estas "verdades amargas". Poco a poco me los fui aprendiendo y hoy las recuerdo casi de memoria. Han pasado más de 60 años. Voy a compartir apenas tres párrafos que acabo de rememorar, con la ayuda de internet, al comenzar a escribir este artículo.

"Yo no quiero ver lo que he mirado
a través del cristal de la experiencia.
El mundo es un mercado, donde se compran
honores, voluntades y conciencia.

¿Amigos?.. ¡Es mentiras no hay amigos!

la amistad verdadera es ilusión

ella pasa se aleja y desaparece

con los giros que da la situación

Amigos complacientes sólo tienen
los que disfrutan de ventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio
sólo tienen tristeza en el alma."

¿ES ESTA UNA VERDAD ABSOLUTA?

Siendo aún niño, no comprendía el profundo significado de estas verdades. En mis adentros me interrogaba: "¿la vida puede ser tan amarga?" y, a la vez, me respondía: "No lo creo. Yo tengo muchos amiguitos. Juego con ellos y me las llevo muy bien. Siempre somos los mismos. Corremos. Echamos bromas. Discutimos y peleamos: es verdad. Estudiamos juntos. Hablamos de tener novias y nos reímos juntos ¡Somos felices! ¿Por qué han de cambiar mis amigos con el tiempo?" Soñaba con que siempre estaríamos unidos: "Uno para todos y todos para uno" era mi lema preferido. Ayudándonos siempre. Aunque nos peleáramos o discutiéramos, de vez en cuando. No acumulamos rencor. La molestia nos pasaba rápido.

Yo no pude hacer lo mismo con mis herman@s. Vivía solo con mi abuela paterna y luego viví, como adolescente, con mis otras madres adoptivas. Casi no me la pasaba en casa de mis padres. Mi vínculo afectivo, amoroso, académico, profesional…siempre ha sido con mis primeros amig@s. Por eso, algun@s de ell@s se han convertido, con el tiempo, en mis herman@s. Mientras tanto mis herman@s consanguíneos han sido como mis hij@s. Y algun@s de mis hij@s han terminado siendo mis amig@s. Por supuesto, hablo en general. Siempre hay excepciones a la regla.

A VECES, HAY QUE VOLTEAR LA TORTILLA

Desde aquellos días, me propuse luchar por cambiar esta verdad y convertirla en lo contrario. Así como he luchado por ayudar, durante más de 50 años y en comunión con otros espíritus guerreros, en cambiar nuestra injusta sociedad. Algún día encontraré, en mis recuerdos, cómo transformé estos versos, del ayer, en azimut para ayudar a conservar, durante años, la amistad profunda, sincera, diáfana y cálida, que aún conservo con algunos de mis más grandes amig@s. Aunque, a veces, me han fallado o me han dejado solo. Y he sentido, con profundo dolor, su ausencia, en momentos difíciles del transcurrir de mi vida.

LA AMISTAD ES COMO UN ÁRBOL

Probablemente, a ellos también les ha ocurrido. Solemos proyectar en los demás nuestras propias falencias y tendemos a culpabilizar a la otredad de aquello de lo que somos nosotr@s l@s responsables. A veces, dejamos de regar, sobre todo en verano, al "árbol de la amistad". O lo hemos querido hacer cuando ya es muy tarde. Otras veces, les hemos atosigado de tantas querencias, o exigencias, que muere la amistad, como algunos árboles que mueren de tanta humedad o ¿quién sabe? Nos hemos aprovechado de ell@s y sólo les ponemos atención cuando están cargados de frutos. La amistad por interés egoísta y no biunívoca.

Lo cierto es que he luchado por mantener UNID@S a mis grandes amig@s. No sé si ell@s así lo reconocen. Claro, no he sido el único. A veces, siento gran alegría del deber cumplido cuando escucho a algun@s de ell@s decir: "Hugo, siempre reencontrándonos y luchando por mantenernos unid@s" ¡Sí, así lo haré! Hasta el silencio final.

MI VIDA HA ESTADO CENTRADA EN LA AMISTAD

Mi vida ha estado perfumada y rodeada de buen@s amig@s. Es verdad que, a veces, algun@s me han decepcionado. He cargado algún dolor en el alma cuando mis amig@s se muestran distantes o cambian según las circunstancias. Como el Libertador, a veces, siento que he "arado en el mar y sembrado en los vientos". A la vez, cuando medito con "cabeza fría" y hago un balance desapasionado o soy capaz de revisarme a mí mismo y autocriticarme, he visto que he sido yo el principal responsable de las diferencias, desavenencias, los conflictos o de las supuestas "traiciones". Puedo dar constancia que pueden haber amistades que pudiéramos decir, sin exagerar, que han sido, son y serán eternas.

HOY ESTARÍA CUMPLIENDO AÑOS MI PADRE

Hoy, 09/04, estaría cumpliendo 95 años mí amado padre. Murió a los 75 años, un 16/08/2000. Hace ya casi 20 años.

Mi padre debió llamarse: Hugo Antonio Osorio. Si mi abuelo lo hubiera presentado y sí, como lo he intentado yo aunque a veces he fallado, hubiera asumido su responsabilidad paternal. Su madre, mi abuela Rita Elena Moller – quien fuera cocinera en Miraflores, durante el gobierno de Eustoquio Gómez, según me contó mi padre – le dio su apellido Me hubiera gustado conocer a mi abuelo y compartir con él. Cada quien vive su propia realidad: su historia y su vida. No lo juzgo ¿Qué pasó? Ellos sabrán. Como me enseñaron en "Constelaciones Familiares" suelo decir: "como ellos lo hicieron estuvo bien". Y agrego complementariamente: "Lo mejor es lo que pasó". Nuestra vida, seguramente, hubiera sido otra. Tal vez, ni siquiera yo hubiera venido al mundo a través de mis padres. Otro hubiera sido nuestro destino. Nunca escuché a mi padre quejarse de esta circunstancia. Amaba, eso sí, a su madre. Nunca supe quien fue mi abuelo. Años más tarde siendo Director de Planificación de LUZ, alguien se me acercó y pude conocer al menos una parte de mi familia paterna. Más tarde, nos volvimos a desconectar. Aunque somos parte de un todo universal ¡Qué difícil es lograr la UNIÓN!

ME HUBIERA GUSTADO SER AMIGO DE MI PADRE

Lo confieso: Me hubiera gustado tener como amigo a mi padre. A decir verdad: nunca lo fuimos. Mantuve siempre con él, una relación de padre a hijo. Aunque tampoco fue una relación distante. No pude intimar con él. Ni jugar. Ni hablar en extenso. Ni confiarle mis secretos como hubiera deseado. Tal vez, por la situación de dificultades económicas por las que atravesamos. Además, porque me fui a vivir, desde muy niño, en casa de mi abuela paterna (Mamaita) y, por otro lado por mi decisión – cuando me gradúe de bachiller – de no acompañarles a Caracas, donde él nació. Tenía apenas 18 años. Preferí quedarme solo, en Maracaibo, a estudiar ingeniería en LUZ. Donde me gradué el 18/02/1975. Todo ello, probablemente, nos impidió poder establecer una relación más íntima y, pudiéramos decir, más amistosa. Incluso, en algún momento de nuestras vidas se invirtieron nuestros papeles y él me trataba como si yo fuera su padre: me pedía ayuda y consejos, me respetaba y admiraba como si fuera un ser de otro planeta. Me ponía a dirigir las reuniones familiares para considerar y resolver nuestros problemas. Quizás por eso algun@s de mis hermanos aún me tratan y respetan como si fuera su papá. Así de humilde y bondadoso era nuestro querido padre. Un ser de luz. Un hombre bueno, amable, sencillo…Todos quienes le conocimos le amamos. Sólo hay que mirar las fotos donde sale para intuirlo: Su hermosa sonrisa. Su rostro relajado. Su tierna mirada…

ME CONDECORÓ CON AMOR ANTES DE PARTIR

Siempre nos quisimos y respetamos mutuamente. "Irma, llegó Hugo Enrique" era su forma de decirle a nuestra madre que había llegado a visitarles. Me hubiera gustado mucho haber sido uno de sus amigos. La última vez que pude conversar con él, un día antes de su muerte, me pidió que fuera a ayudar a Chávez y a Ronald Blanco La Cruz, en la gobernación del estado Táchira. Ese día recibí de él, uno de los más inolvidables reconocimientos que he recibido: "Hugo Enrique, tú has sido todo para nosotros" Fue su manera de responderme cuando le pregunté qué quería que le regalara para conmemorar, el 25/08/2000, sus 50 años de casados. "¿Qué te podemos pedir hijo si tú has sido todo para nosotros?" Con lágrimas en mis ojos, me acerqué a él y lo abracé, presintiendo tal vez su partida. Pensé que era yo quien me despedía y al otro día supe que era él quien se estaba despidiendo para otra oportunidad.

En el artículo, publicado el 19/08/2001, "En una palabra: Herencia" que luego apareció publicado en el libro "Andinidad". Pág 68-70, en enero 2003. Comenté hace 17 años algunas de estas cosas que hoy vuelvo a recordar.

SUS ÚLTIMAS PALABRAS SON UN MANDATO

Nunca olvidaré ese instante. Marcó mi vida en adelante. Cada vez que lo recuerdo, reafirmo mi compromiso con la Patria y con su última petición. Sigo, desde donde estoy, ayudando a construir el proyecto por el que arriesgaron su vida Ronald y Chávez. Y tantos compatriotas más. Mi padre y mi madre, así como mi abuela materna, murieron admirando a Chávez y pidiéndome que lo ayudara. He cumplido, hasta donde he podido, ese compromiso. A veces, siento que me faltó valor y tener más confianza en Chávez. Mi conflicto interno siempre ha sido tener que decidir entre ayudar a mi familia o entregarme por entero a la lucha por mis ideales. Sólo ahora me siento libre de entregar mi vida de ser necesario. Siempre he pensado primero en cuidar a mi familia. Aunque much@s de ell@s nunca lo han entendido. Ni lo entenderán. Ahora que cada quien decidió su destino y que mis padres se despidieron… ¡Estoy libre para ser el que soy!

ALGUNOS DE MIS HIJ@S SON MIS AMIG@S

Hoy, la mayoría de mis hij@s son mis amig@s. A pesar de la distancia y de todos los pesares. Es más, son más mis amig@s que mis hij@s. A veces, incluso, me regañan como si fueran mis padres o un amigo de mucha confianza. Si algun@ no es mi amig@ es porque no lo han querido. Yo respeto su decisión. Ya hablaré de eso otro día.

MIS PADRES ME ENSEÑARON EL VALOR DE LA AMISTAD Y LA SOLIDARIDAD

Quienes tuvieron el honor de ser amigos de mi padre, estoy seguro, sintieron de cerca el valor de una amistad ofrendada sin mezquindades, con desprendimiento y desapego. Solidaridad y profundo sentimiento afectivo. Algo de él y de mi querida madre, Irma Nazaria Agostini, debimos heredar en la familia sobre el valor de la amistad. Ellos fueron, entre sí, unos buenos amigos y, además, fueron unos grandes amig@s de sus amig@s. Incluso cultivaron largas amistades como la Berta Ordoñez de González, Panchón y sus hijas: Nelly, Nancy y Norma. Algunos les hemos imitado. A mi padre lo amaban y respetaban sus amig@s. Lo sé. Aunque nunca – como me ha ocurrido a mí – pudimos compartir en casa, con regularidad, con sus amigos. Sólo los veíamos, de vez en cuando, en fiestas, en una que otra reunión familiar o en alguna celebración del trabajo (Villasmil, Dorsay y Tortolero). Sabíamos de su íntima relación con sus amigos cuando llegaba a casa – sobre todo algún fin de semana – con algunos tragos encima, acompañado de su armónica y los acordes de su sinfonía. Nunca olvidaré aquella canción que atormentaba a nuestra madre: "Mala noche" o aquella otra, que nos permitía disfrutar de su voz de "barítono" o de "tenor" al compás de una hermosa canción española: "Granada"… tierra soñada por mí… Así disfrutábamos, aquella hermosa letra y su gañote, cuando la entonaba:

"Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti.
Mi cantar hecho de fantasía.
Mi cantar flor de melancolía.
Que yo te vengo a dar…"

Disfrútenla ahora ustedes, con Plácido Domingo, como si fuera él. www.youtube.com/watch?v=WaJptuoHOhI Aunque, a decir verdad, me gustaba más como la cantaba nuestro padre. Era en vivo y nos hacía reír a carcajadas.

También recuerdo aquellas veladas que terminaban frente a "nuestra" casa (Vivimos alquilados en muchas. Algunas, gracias a la generosidad de amigos como Panchón) cual serenatas dedicadas a mi madre para que le perdonara haberse perdido con sus amigos ¿quién sabe a dónde? Ellos, solidarios, le acompañaban. Hasta que recibían, muchas veces, junto con él, su buen baño de agua fría.

MI VIDA HA ESTADO CENTRADA EN LA AMISTAD

A diferencia de mi recordado y querido padre, quien centró su atención en la familia e hizo grandes esfuerzos y sacrificios por mantenerla unida, al punto de hacer cierta aquella vieja sentencia de mantenerse unido a mi madre hasta que Dios y la vida los separara. A diferencia, repito, de mi padre, yo he centrado mi vida personal y afectiva alrededor de mis amig@s. Con ellos he logrado la "unidad" que no he podido lograr con mi familia. El Dr. José Chiquito León y su apreciada esposa, Betty, dos psicólogos amigos de gran formación, me hicieron caer en cuenta de este "pequeño detalle" mientras trabajaba como Coordinador de la Oficina de la Presidencia de PEQUIVEN, en aquellos inolvidables días en Valencia.

60 AÑOS DE AMISTAD NO ES POCA COSA

He decidido escribir, en vida, sobre mis amig@s: los que aún siguen vivos y los que ya han partido (†) a otros paisajes. En particular, me referiré a quienes me voy a permitir en llamar: MIS GRANDES AMIG@S. Comenzaré con mis amig@s de infancia. Con quienes he cultivado una amistad de más de 60 años. Entre ellos: Bladimiro Valbuena – con quien comenzaré esta serie en el próximo artículo – Elio Lugo, Wilmer Sánchez, Ender Carrizo, Carlos Villalobos (†), Leslia Jaimes y Gladys Sánchez. Tod@s estudiamos junt@s en el Colegio "Francisco de Miranda", aunque sólo algun@s vivíamos cerca. Por supuesto hay otr@s amig@s un poco más alejados que no pudiera considerar mis grandes amig@s aunque fueron e incluso, algun@s son, aún mis amig@s: Elizabeth Lugo, Heli Lugo, Eudo Lugo, Edgar Lugo. Es decir: Los hermanos Lugo, que se convirtieron en mis amig@s y, con el tiempo, les considero mis herman@s, aunque me he alejado de ell@s. A veces por años. No así, mi corazón y mis sentimientos sinceros que los recuerdan cada cierto tiempo. Su madre, Margarita de Lugo, fue como mi madre.

EL LEITMOTIV DE MI PERMANENTE LUCHA

Luego vendrán otros amig@s cuya relación se originó, o se fortaleció, mientras estudiábamos y/o trabajamos en la Universidad del Zulia: Ana María Naverán, Jorge Sánchez (†), Carlos Zapata, Roger Nava (†), Víctor Carreño(†), Justo Márquez(†), Orlando Pérez, Eddy Prado, Alexis Fernández, Roger Lázaro, Aarón Montiel, Imelda Rincón, Edgar Martínez, Flor Cristalino, Egleé Vargas, José "Cheo" González(†) y su esposa Elida Cuaro (La Chicha) (†), María Gamero(†), Nilson González, Osiris Castejón... Ya iré recordando a tant@s amig@s que he conseguido en el camino como: Douglas Paz, Enrique Forero, Mercy Arteaga… entre otr@s nombres que ahora vienen a mi memoria. Disculpen, por favor, si en este instante algun@ se me han pasado por alto ¡Son tant@s! ¡Soy millonario en amig@s! Es mi mayor riqueza. Es el "leitmotiv" que, junto al de mi extendida familia, me da fuerzas para seguir adelante luchando por construir un mundo mejor.

¿CONOCID@S Y ME PESAN?

Otra cosa son l@s conocid@s. En algún momento haremos esta distinción. Incluso, hay amistades que se han convertido en hermandad. Y conocid@s que terminaron siendo mis verdader@s amig@s. Algunas con derecho, incluso, a ser mis parejas. Esa es la verdad.

TODO TIENE SU HORA DEBAJO DE LOS CIELOS

He acariciado esta idea, de escribir sobre la amistad y mis amig@s, desde hace muchos años. Por muy diversas razones lo he pospuesto. Ahora deseo concretarla. Con el transcurrir del tiempo iré puliendo lo que escriba. He reconocido que no soy perfecto y no soy escritor. Sólo escribo con la emoción de quien desea dejar algo. Porque como dijera Kotepa Delgado: "Escribe que algo queda".

https://www.aporrea.org/actualidad/a265121.html

¿COMENCEMOS POR INTERROGARNOS?

¿Qué es la amistad? ¿Cómo la definen: filósofos, líderes políticos, psicólogos, científicos, escritores de renombre o cualquier persona normal y corriente? ¿Cuándo nació la amistad en el mundo? ¿Quiénes fueron los primeros amigos y a que se debió? ¿Es lo mismo o en qué se diferencia un conocido de un amigo o una amiga? ¿Qué caracteriza a la amistad? ¿Es posible tener much@s amig@s? ¿Es lo mismo una amig@ que un amigo? ¿Qué significa un(a) "gran" amig@? ¿Quiénes son nuestr@s primer@s amig@s?¿Qué lo determina? ¿Qué significa ser amig@ con derecho? ¿Nuestros padres o herman@s pueden ser nuestr@s amig@s? ¿Nuestr@s hij@s pueden llegar a ser nuestr@s amig@s? ¿Cómo influyen l@s amig@s en la formación o deformación de cada uno de nosotr@s? ¿Acaso influyen más que los padres, la TV, internet, l@s maestr@s o l@s profesores, en nuestra vida? ¿Existe la amistad entre animales, países, seres animados e inanimados, orgánicos e inorgánicos? ¿Cuándo nace, crece, se desarrolla y muere una amistad? ¿Una amistad puede renacer o ser recuperada? ¿Cuál es la importancia y la fuerza de la amistad? ¿Ha valido la pena tener tant@s amig@s? ¿Valdrá la pena escribir y publicar sobre la amistad y nuestros amig@s? ¿Qué importancia tiene ser amigo de Dios? ¿Podemos ser amig@s de la naturaleza? ¿Crees en la amistad como verdad amarga o como el mayor y hermoso invento del ser humano? ¿Te gustaría ser mi amig@?

Por hoy, lo dejaré hasta aquí. El próximo artículo de esta serie se lo dedicaré a uno de mis grandes amigos: Bladimiro Valbuena, quien en estos días casi que se nos va. Aunque, como respondió en un grupo Whatsaap que acabo de crear titulado AMIG@S PARA SIEMPRE: "Ahora es cuando hay Bladimiro Valbuena para rato" Amén.

FINALMENTE:

Deseo culminar este primer adelanto con el primer párrafo de un artículo que salió publicado en Aporrea el 24/01/2003, bajo el título: "En una palabra: ¡Amigos!", justo cuando recién renunciamos a la Presidencia de CORPOANDES para ir a colaborar en el rescate de PDVSA y algun@s de mis amig@s me hicieron dudar de su verdadera amistad. Allí dijimos y hoy lo ratificamos:

"Hay una palabra mágica que desenreda todos los enigmas. Una fuerza indestructible que impulsa los latidos de los nobles, los príncipes, los reyes, los poderosos, los pueblos y de la gente común y corriente. Una enramada de emociones y afectos que cruza y salpica las sonrisas de buenas intenciones. Un manantial de destellos radiantes y helechos colgantes que abrazan el mediodía y gozan de colmenas repletas de inusitadas algarabías al ritmo del baile, la palabra atrevida y los mangos bajitos. Es la sublime canción que sirvió de estímulo al encuentro deportivo y humano en aquellos recordados juegos mundiales en Barcelona, España. Es la esperanza de la vida, quizás la ilusión pasajera de los que bondadosamente confían y al decir de nuestro recordado poeta, Aquiles Nazoa: "el invento más bello del hombre".

Ella y sólo ella, es la amistad."

https://www.aporrea.org/actualidad/a2094.html

Dios bendiga y acompañe a tod@s nuestr@s amig@s.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2476 veces.



Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

Visite el perfil de Hugo Moyer Agostini para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: