En el artículo anterior expliqué como el imperialismo es esta fase ejerce la dominación sobre sus neo colonias mediante la configuración del mundo con una nueva división internacional del trabajo, en la cual los países imperiales poseen el monopolio del desarrollo tecnológico, de la manufactura de los principales bienes y servicios y del control de las materias primas fundamentales, dejando a las naciones colonizadas actividades marginales, que sobreviven gracias a la demanda de los países imperialistas, como la exportación de esas materias primas controladas, de productos agrícolas y del turismo. En nuestro caso de la exportación del petróleo, del oro, de flores o del cacao porcelana.
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Bajo esta óptica, Venezuela constituye, (a pesar de que el equipo económico del actual gobierno está orientando nuestra economía en esa dirección) en un peligro para los intereses imperialistas, más que nada por una retórica, que si bien resulta inocua en términos concretos, puede "incendiar la pradera.".
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Es bueno puntualizar esto, ya que la reciente derrota de la invasión chimba en el litoral y al hecho de la elección de una nueva Asamblea Nacional que terminará con el sainete del autoproclamado puede inducir a muchos revolucionarios a pensar que el peligro de una intervención terminó.
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Al contrario, y las mejores evidencias de eso son las recientes sanciones y medidas imperiales tomadas después del 3 de mayo, como la salida de Direct TV y del medio de pago Zelle, del impedir que buques tanqueros privado pudiesen exportar petróleo venezolano o del reciente refinanciamiento para "reflotar" CITGO, etc.
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No ya que ser un clarividente para pronosticar que la elección de una nueva Asamblea Nacional será tildada de fraudulenta y mantendrán la figura de Guaidó como presidente legítimos, todo ello para buscar una oportunidad que permita un desenlace bélico.
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Por ejemplo, las recientes y supuestamente histéricas declaraciones de María Corina en realidad son globos de ensayo para medir la aceptación de tal intervención.
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Ante ese escenario las fuerzas progresistas deben aprovechar esta pausa causada por el desembarco frustrado para reorganizar fuerzas y terminar de construir un aparato militar capaz de enfrentar cualquier desafío,
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1ro) fortaleciendo el arsenal militar con, por ejemplo, más aviones Sukoi o misiles más potentes,
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2do) construyendo una infraestructura que blinde al país. Por ejemplo, la actual incursión por La Guaira dejó al descubierto como esa zona, tan cercana a la capital, no cuenta con una fuerza militar en cantidad y calidad que pueda afrontar cualquier acción militar y
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3ro) terminar de una vez por todas de configurar una milicia numéricamente poderosa, bien equipada y entrenada. Para mí, todo militante de los partidos del proceso debe formar parte de dicha milicia, si no es así, en realidad no son militantes del proceso. Y tomar esto de la milicia en serio. Por ejemplo, El año pasado se aseguró que para el mes de octubre del 2019 estaría instalada una fábrica de fusiles Kalashnikov. En dónde está?.
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Es mucho lo que está en juego. Guerra avisada no mata soldado.
