A 53 años del terremoto del Cuatricentenario de Caracas

El año 1967 es recordado por diversos hechos que conmovieron a la comunidad nacional e internacional. Se recuerda con muchísimo desagrado los cobardes bombardeos del gobierno estadounidense sobre la heroica Vietnam; la Guerra de los seis días con la que implacablemente el sionismo ocupaba extensos territorios árabes; las revueltas raciales de los Estados Unidos también son noticia; especialmente nos conmovió la caída en combate del Che Guevara en Bolivia. En otros planos noticiosos conocemos de la proeza del Doctor Christian Barnard en Suráfrica con el primer trasplante de corazón. En el campo literario destacan el otorgamiento del Premio Nóbel a Miguel Ángel Asturias; el Premio Rómulo Gallegos que ganó Mario Vargas Llosa con su novela La casa verde. Algo que nos dejó marcados fue la primera edición de Cien años de soledad de nuestro querido escritor nuestroamericano Gabriel García Márquez.

En ese año, el 29 de julio a las 8:05 de la noche tanto Caracas como el tramo central del Litoral Central (que albergaban una población aproximada de 1.800.000 y 200.000 habitantes respectivamente) son sacudidos por un fuerte sismo cuya magnitud fue estimada en 6,3 Mw. Se determinó que el epicentro del sismo se encontraba a 62 kilómetros de Caracas, que se originó en la Falla de San Sebastián. La Falla del Ávila y la condición sedimentaria del valle de Caracas, además de la situación de vulnerabilidad física y técnica de las edificaciones, facilitaron la acción destructiva en la capital de la república. Los habitantes fueron sorprendidos con este hecho durante 35 segundos, con máxima intensidad de 20 segundos. Como testimonio técnico documental de ello se tiene el audio grabado en una fábrica de discos en La Yaguara, en donde se estaba agregando, en vivo, la parte instrumental a una grabación para las fiestas navideñas (allí quedó grabado el ruido del terremoto).

Muchísimos testimonios, crónicas y reportajes periodísticos recogen diversas expresiones de la población quienes señalan que aquella noche, en que los moradores de Caracas y ciudades vecinas se encontraban descansando, algunos viendo televisión, otros en reuniones familiares, esparcimiento al aire libre y pasando un rato especial en algún espacio nocturno relatan, entre otros testimonios, que se sintieron fuertes movimientos "hacia abajo, hacia arriba y hacia los lados" del suelo, crujían las paredes, estallaban los vidrios, los postes se batían al son de una fuerza interior que los mecía amenazadoramente. Cuando se presenta el sismo, este se inicia con una onda primaria (de compresión o choque que se siente como una repentina sacudida), luego sigue la onda secundaria con movimientos como el descrito en el testimonio anterior (la onda se propaga a largas distancias y según su duración y amplitud, y de acuerdo a las características geomorfológicas y sedimentarias del terreno, además de la distancia desde el epicentro, incidirá en la magnitud y el nivel de daños).

Hubo una situación muy significativa para los habitantes de Caracas: el desprendimiento de la cruz de la Catedral de la ciudad al cesar el sismo. Las personas agolpadas en la Plaza Bolívar; testigos de ese hecho, lo asumieron como un milagro divino. La cruz quedó marcada en el pavimento en dirección al norte. Posterior a ello, fue cortado y preservado bajo la conducción del maestro Alirio Oramas y hoy se conserva en una iglesia caraqueña. Como ya se indicó, el terremoto de Caracas del 29 de julio de 1967,
Magnitud, 6,3 Mw se presentó de manera y afectación diversa. En la escala cualitativa de Mercalli se destaca que estuvo entre VI y VIII (de fuerte a destructivo), mayor intensidad de VIII en Los Palos Grandes, Altamira y Caraballeda. Se presentaron además eventos de desplazamientos y hundimientos de tierra en zonas cercanas a áreas marinas y lacustres, a ello se le conoce como procesos de licuefacción (Caraballeda y Güigue).

La mayor afectación se produjo en áreas sedimentarias y en proceso de compresión, tales los casos mencionados en Los Palos Grandes, Altamira y Caraballeda (ello se explica por la mayor ampliación de las ondas en estas áreas, no así en zonas rocosas o altamente comprimidas). En cuanto a los daños o pérdidas de edificaciones, la afectación fue variable desde simples grietas en paredes hasta el derrumbe total de 4 edificios altos en Caracas en la zona de Altamira y Los Palos Grandes (edificios San José y Neverí, ambos de 10 pisos cada uno, así mismo, el Palace Corvin y el Mijagual de 11 pisos cada uno), colapso de la parte superior de la residencia Charaima en Caraballeda (en testimonio fílmico del Noticiero de Tiuna Films, se observa el rescate de dos niñas de los pisos superiores de este edificio) y el derrumbe total de tres edificios pequeños en Caraballeda.

Además diversas casonas antiguas resultaron afectadas en extensas zonas de La Pastora, San José y Altagracia, y dispersos en La Candelaria, Santa Rosalía y en Antímano, además de derrumbes de casas en Los Teques, Baruta, Guarenas, Guatire, Carayaca y El Junquito. De acuerdo al "Estudio de FUNVISIS MOP, Comisión Presidencial para el estudio del sismo ocurrido en Caracas el 29 de julio de 1967" el terremoto dejó como secuela destructiva 663 edificios dañados, 74 quintas o casas modernas afectadas, 1882 casas antiguas deterioradas, 16 iglesias antiguas dañadas. Ello totaliza, daños graves a 2551 edificaciones y el derrumbe y colapso definitivo de 20 edificaciones. En los centros asistenciales fueron atendidos 2100 heridos y se registraron 245 defunciones.

Los terremotos o sismos son eventos de carácter natural y de origen geológico que con relativa frecuencia afectan vastos territorios del mundo, ocasionando diversos daños que en algunos casos, de acuerdo a su intensidad y a la vulnerabilidad de los asentamientos humanos, pueden ocasionar grandes desastres. La principal explicación de la ocurrencia de estos fenómenos es la del choque de las placas tectónicas (sectores seccionados de la corteza terrestre) y la formación de fallas geológicas que son cortes de terrenos que adquieren tensiones que se van acumulando y que al desplazarse liberan energía que en forma de ondas se transmiten a lo largo de la superficie de la tierra. Así, aquellas áreas de la tierra que se encuentran en los márgenes de las placas tectónicas están expuestas a los sismos o terremotos, por ello son noticia frecuente en esta materia zonas como Japón, Indonesia, China, Irán, Turquía, todos los países de América (norte, centro y sur). Los desastres por terremotos también son frecuentes en el Caribe, principalmente en Haití.

En lo que respecta a Venezuela, la zona más expuesta es la comprendida a lo largo de Los Andes y la Cordillera de la Costa, en una franja de 100 kilómetros de ancho, de allí que grandes terremotos hayan afectado esta zona y se explica por el sistema de fallas sismogénicas del país: las de Boconó, San Sebastián y El Pilar (además de la Falla de Oca) y todas las que de ellas se derivan. En la historia sísmica del país se constata la ocurrencia de grandes terremotos como los del Jueves santo de 1812, entre los más devastadores y que afectó a Caracas, poblados del Litoral Central, San Felipe, Barquisimeto y Mérida y que es citado por el Libertador en El Manifiesto de Cartagena como una de las causas de la caída de Primera República. El terremoto con mayor intensidad en área cercana y que afectó al oeste extremo de los andes venezolanos fue el de Cúcuta el 18 de mayo de 1875, de magnitud 7,3 Mw. De mucho impacto fue el de Mérida que ocurrió el 28 de abril de 1894; el de Caracas y el Litoral de julio de 1967. El más reciente es el que se registró en Cariaco el 9 de julio de 1997. Frecuentemente ocurren sismos de baja intensidad que no son percibidos por la población y que se registran en la Red de Sismografía de FUNVISIS.

Como parte de las crónicas del terremoto del año 1967 tenemos unas décimas que desde Maracaibo escribiera el poeta margariteño Eugenio Ramón Vásquez (1900 – 1980), que a continuación transcribimos:

El terremoto de Caracas

Décimas de Eugenio Ramón Vásquez. Maracaibo, julio de 1967

Mes de julio veintinueve

Del año sesenta y siete,

Fue un día de tan mala suerte

Que a todo el país conmueve,

Esta tragedia se debe

Al terremoto inclemente,

Que azotando fuertemente

Nuestra bella capital,

Causó un duelo nacional

Con víctimas inocentes.

Las pérdidas materiales

Se pueden recuperar,

Pero hay que lamentar

Tantos despojos mortales,

Que por designios fatales

Hoy yacen en una fosa,

Y en una estela dolorosa

Queda en sus seres queridos,

Que no echarán en olvido

La catástrofe espantosa.

Caracas, ciudad apreciada

Por su mérito y belleza,

La madre naturaleza

La tenía amenazada,

De manera inesperada

Fue una noche sorprendida,

Con violenta sacudida

Que sembró llanto y pesares,

Y bajo sus propios hogares

Muchos quedaron sin vida.

Dios con inmensa bondad

Después de tantos dolores,

Le traerá a sus moradores

Paz y tranquilidad,

Noble y grandiosa ciudad

Te acompaño en tu dolor

Pues con espanto y pavor

Se movió tu tierra amada,

Siendo tú la más preciada

Cuna del Libertador.

(*) Wolfgang R. Vicent Vielma. Licenciado en Geografía (UCV, 1986); Especialista en Análisis de Datos en Ciencias Sociales (UCV, 1989); Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí; Profesor de la UNEFA; Facilitador de la Misión Rivas.

Bibliografía y documentos electrónicos consultados

A cuarenta años del terremoto cuatricentenario / Wolfgang R. Vicent Vielma. Presentación en power point, julio de 2007

Caracas: Ernesto Armitano editor, 1972

El terremoto cuatricentenario: lo que ocurrió la noche del 29 de julio de 1969 / Guillermo José Schael

El terremoto de Caracas: décimas / Eugenio Ramón Vásquez. Maracaibo, julio 1967

Estudio de FUNVISIS MOP, Comisión Presidencial para el estudio del sismo ocurrido en Caracas el 29 de julio de 1967.

Programa especial del terremoto de Caracas de Tiuna Films / film narrado por Tomás Henríquez, Caracas 1967.

Material gráfico

Caraballeda - Terremoto 1967 03

Caraballeda: Residencia Charaima con colapso en pisos superiores y cerca, casa de tres plantas hundida por licuefacción. Al fondo Hotel Macuto Sheraton.

El pueblo lo asumió como un milagro, la caída de la cruz.

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Marca que dejó la cruz de la Catedral de Caracas al cesar el terremoto.

En el este de Caracas, pérdida total de tres edificios.

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Este es uno de los cuatro edificios colapsados en la zona de Altamira Los Palos Grandes.

Catia - Terremoto 1967

Muestra de las viviendas afectadas en el área centro norte de Caracas.

 



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Wolfgang R. Vicent Vielma

Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí en Caracas y Profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA)

 wolfgangvicent@gmail.com

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