Lunes, 03 de agosto de 2020.- Venezuela es un país presidencialista, si lo es, como muchos o casi todos los países latinoamericanos y si observamos con detenimiento, muchos de los países del mundo, donde el peso del poder ejecutivo, con todas sus variaciones y controles, se siente.
Quien ejerce la presidencia o el cargo de primer ministro está impregnado de un halo casi mágico, una combinación de poder y deber lo envuelve y lo obliga a tomar decisiones, ese es su trabajo y su condena.
En nuestro país la presencia de un Poder Ejecutivo de mucho peso se ha registrado a través de nuestra historia, con sus distintas variables, se siente la presencia y algunas veces la ausencia de quien ejerce este poder.
Pero volviendo a lo de Las Rumbas, en declaraciones de voceros del gobierno, que hemos visto últimamente, se le achaca el aumento de casos de Coronavirus a la proliferación de las fiestas, familiares o colectivas, todas ellas no autorizadas y cuyos organizadores están violando las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias.
Son las fiestas, las rumbas las que están incrementando el número de casos, las que aumentan los contagios del Covid-19, lo dijo la Vicepresidenta y lo dijo Maduro, lo repitió ayer el padre Numa y todos mencionan la falta de consciencia de quienes las realizan y de los que a ellas acuden.
Este es un pueblo rumbero, a todos nos entusiasma una rumba, un guateque, un bonche, una pachanga, un guaguancó, un bochinche, no importa la clase social, no, hay que mover el cuerpo y rumbear y con el estrés que tenemos por esta cuarentena, hay que descargar de alguna forma, así piensan y justifican los rumberos su irresponsable actitud.
La ecuación es sencilla: Pueblo Rumbero+Alto Estrés= Rumba
Ya lo sabemos, ya está dicho, está comprobado científicamente, es por las reuniones (en parte) que la gente se está contagiando, entonces, ¿qué hay que hacer?
Fácil.
El Gobierno Nacional, asumiendo el riesgo que este pueblo rumbero se le subleve, debe decretar la suspensión formal de las rumbas hasta nuevo aviso.
Debe sacar un decreto claro y preciso prohibiéndolas y asumir una recomendación sabia de un médico argentino que sugirió que los que violen alguna medida que aumente la posibilidad de contagio sean obligados a limpiar los hospitales y recintos donde hay Coronavirus, a enterrar a los cuerpos de los fallecidos por esta terrible enfermedad, para que vean de primera mano sus efectos.
Situaciones drásticas exigen medidas drásticas.
El Poder Ejecutivo debe decidir, en un país como el nuestro, presidencialista, sin lugar a dudas, debe decidir, debe accionar y decretar a favor de la mayoría de la población la prohibición formal de las rumbas, hasta nuevo aviso.
Ya basta de dudas y cuidemos mas a nuestra gente.
Prohibidas Las Rumbas.