El 05 de septiembre Nuestra América celebra el Día Internacional de la Mujer Índigena, en homenaje a la mártir indígena boliviana Bartolina Sisa. Como ella, en toda la Abya Yala, valientes mujeres lucharon hasta la muerte por mantener una Patria Libre. En Venezuela junto a los jefes, caciques y guerreros combatieron a la par jefas, cacicas y guerreras, entre muchas están Urimare, Urquía, Apacuana y Anasoli. De ellas, cuyas vidas se ubican en los siglos XVI y XVII, estas breves semblanzas:
Urimare, cuyo nombre significa"Ponzoña de abeja", la Primera Cacica de Venezuela
Fue hija del Cacique Aramaipuro y la jefa Uricao. Pertenecía a la aguerrida nación Mariche que poblaba lo que hoy es Petare hasta las Filas de Mariche, donde se encuentra la Escuela Latinoamericana de Medicina.
En ese territorio libre se realizó la asamblea que designó como Guatopori (Jefé Supremo) al Cacique Guaicaipuro, Allí se confederaron, para defender a la gran Patria Caribe, Guaicaipuró ,Guaicamacuto, Tamanaco, Maiquetía, Tiuna, Naiguatá, Aricabuto, Uripatá, Anarigua, Mamacuri, Curucutí Querequemare, Prepocunate, Araguaire, Guarauguta, Pariata, Paisana y por supuesto Aramaipuro con su hija Urimare. Entre las jefas presentes se encontraba Urquía pareja de Guaicaopuro.
La primera etapa de la vida de la aguerrida Urimare fue un constante enfrentamiento contra los invasores españoles y los piratas ingleses. Urimare se hizo experta en el arte de la guerra por sorpresa. Por experiencia aprendió que el arma más poderosa de los realistas era la pólvora, por tanto ideo junto a los suyos estrategias para quemarla, o en otro caso mojarla, o combatir bajo la lluvia o en las aguas.
En la gran batalla de Maracapana, considerada la más grande dada para liberar a Venezuela, una cruenta jornada donde lamentablemente más de 12 mil indígenas pelearon al lado del invasor, que los equipó con armas de fuego, perdieron la vida más de 10 mil "hombres y mujeres libres".
Los patriotas originarios, ante la inminencia de la derrota, unos se repliegan, otros siguen en combate y mueren vilmente como Guaicaipuro, y los demás, como los mariches con Aramaipuro y Uripare forman un nuevo pueblo cerca de Cumana, a fin de fortalecerse.
Allá son ubicados por piratas ingleses, a los cuales derrotan en las primeras de cambio, pero luego, en un asalto al campamento indígena los británicos asesinan a Aramaipuro y capturan a Urimare.
La combativa mujer logra evadirse y conduce a su pueblo de regreso a Mariche donde es hecha Jefa. Prevenida de las negociaciones de capitulación del Cacique Guacamacuto, se dirige a la zona costera de La Guaira, ya tomada por los invasores que había replegado a los indígenas patriotas al Guaraira Repano. Su intención era alcanzar un poco de recuperación y paz para su diezmado pueblo, conservando su autonomía
En la segunda etapa de la vida de Urimare, al morir por ancianidad el jefe Guaicamacuto, es elegida Cacica de Los Chaimas. Mantiene el estatus quo, conduciendo a su pueblo a una relativa prosperidad y sorteando las constantes arremetidas del poder español. Muere ya entrada en años respetada hasta por sus enemigos que admiraban su valor e inteligencia.
Urquía, Cacica de "Ojos de Águila"
La esposa del Guatopori Guaicaipuro, la más bellas entre las bellas. Durante la guerra contra el invasor tenía la opción de quedarse en casa a esperar por su esposo. No lo hizo
Desde Los Teques, salió con sus tropas a acudir al llamado al campo de batalla en Maracapana.
Madre de Baruta y de los hijos de Guaicaipuro, la brava mujer exclamó: "Yo no me quedo a esperar por Usted. Yo vengo a pelear junto a Usted, como todos".
En las batallas que se libraron, y especialmente en Maracapana, no se quedó atrás. Se fue a la ofensiva, atacando al enemigo, motivando a los guerreros de Los Teques. Hasta el último momento dio pelea.
Luego de la tragedia de aquel cruento enfrentamiento, mayormente entre hermanos, se produce la delación del paradero de su esposo quien muere dando frente a los bárbaros españoles.
Su tristeza no pudo con su entereza ante la muerte del Guatopori Guaicaipuro. Por encima de su dolor, llamó a Baruta, su hijo y lo invistió como GranJefe con palabras como estas:
"Sean estas tres plumas rojas el símbolo de la sangre de tu padre y de tu pueblo, que ha sido derramada por el invasor que viene a arrebatarnos nuestra tierra. Defiendelas con honor".
Además del Cacique Baruta, Urquía fue madre del Cacique Apure, en cuyo honor se bautizó el Río Apure y al estado homónimo.
La Jefa Apacuana.
Su presencia se remonta a los años 1550 - 1577. De la familia Caribe, etnia de los Mariches. Habitaba en los hoy conocidos Valles del Tuy.
Como piache, convenció a su pueblo de alzarse contra el invasor Francisco Infante. Luego de una hábil estrategia para aprovisionarse de armas, lidera el exitoso ataque contra los españoles. Estos regresan repetidas veces a enfrentar a los aguerridos indígenas.
El español Garci García, provisto de un gran grupo de hombres armados con arcabuces --siempre la pólvora daba ventaja a los invasores-- en sorpresiva acción captura a la brava Apacuana. La valiente mujer es humillada, vejada y finalmente ahorcada. Su cadáver fue colgado a la orilla del camino para atemorizar al resto de los indígenas rebeldes.
El nombre de la población de Cúa es un homenaje popular a esta valiente mártir de la libertad y a su pueblo que prefirió desaparecer antes que ser dominado.
El pintor y dramaturgo César Rengifo, en su obra Apacuana y Guaricurián, pone en boca de la Jefa Indígena las palabras:
"¡Ve a decirles que yo acepto mandar en esta hora a nuestra gente y que habré de guerrear hasta el momento que salga el invasor de nuestra tierra!"
La guerrera Jefe Anasoli, cuyo nombre significa ""Hija de la Tierra y el Sol"."
Esta audaz mujer vivió al norte de Barquisimeto, fue jefa de los indígenas gayones. Muy joven, los españoles la capturan y la someten a hacerles servicios domésticos, en una muestra de irrespeto y humillación a la jerarquía de esta mujer y a su pueblo.
Apenas tuvo oportunidad escapó y volvió a su grupo indígena que entonces organizaba una rebelión. La Jefa Anasoli reúne un ejército de 2000 combatientes de la etnia Gayón y a través de una guerra de guerrillas pone en jaque a los invasores y sus cómplices durante casi 50 años.
Anasoli demostró una inaudita habilidad para dirigir la guerra. Aplicó ataques sorpresas, intercepción de los correos, captura de armas y provisiones que causaban pánico al enemigo que llegaron a catalogarla como un espanto de los montes. Anasoli aprendió el uso de las armas de fuego, las cuales incautaba a los invasores. Ella y su esposo entrenaron a su gente indigena y negra a usarlas contra los enemigos.
Su prolongada resistencia, la convirtió en leyenda. A ella y a su esposo (Pedro Monjes) se le atribuían poderes mágicos, y la facultad de transformarse en jaguares. Era la manera del invasor de justificar su incapacidad de detener a "Ana Soto" como llamaban ellos a la Jefa Anasoli.
Tras muchos años, es capturada, torturada y ejecutada un 6 de agosto, con el cruel martirio del empalamiento- Tal como Apacuana, la mártir guerrera de los Valles del Tuy.
En homenaje a las mujer originaria de Venezuela…la lista sigue