"Es producto de las políticas erradas que desmanteló la industria petrolera....." (AVERU, 2020, p.1).

Escribo esto en contra de mi voluntad, mi estómago y hasta mi vehículo, pero es necesario hacerlo, así se moleste quien quiera molestarse. No hacerlo es permitir que la mentira se instale.

Yo no soy muy religioso que digamos, pero vale la pena reflexionar sobre una de las enseñanzas de Jesús antes de enfrentar lo que escribí respecto a la oración compuesta que, con todos sus posibles errores gramaticales, extraje del comunicado de AVERU y he usado como título del presente escrito.

Cuando a Jesús lo increpan respecto a los tributos que la sociedad judía estaba obligada a pagar al Imperio Romano, Jesús preguntó por la efigie que aparecía en las monedas, denarios pues no sería extraño que alguien crea que hablaba del dólar. Los provocadores le respondieron que era la cara de César (Julio César) y Jesús se sacude la pregunta diciendo: "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

Este es uno de los episodios narrados por los evangelistas que causa mayor polémica entre los teólogos pues, tal y como está presentado, puede interpretarse como que Jesús estaba dedicado a lo suyo, a la fe, y no se inmiscuía en asuntos políticos ni económicos. Por supuesto que muchos de los males que padecía el pueblo judío de aquella época estaban asociados a la invasión romana, pero también es cierto que muchos males provenían de la política interna de sus reyes y sacerdotes, de hecho, Jesús fue crucificado a petición de sus connacionales y no por haber tenido algún problema con los romanos. Jesús fue eliminado físicamente por lo revolucionario de su prédica ante la sociedad judía, a pesar que había sido circuncidado y reconocía al templo como la casa de los levitas. Bueno, pasemos a lo otro.

Los hechos de los años 2002 causaron en el pueblo de Venezuela una fractura abierta que no ha sanado. Los sectores que dominaban los medios de comunicación de aquel momento se desbordaron en una campaña de descrédito al recién gobernante movimiento bolivariano, germinando la intolerancia, el clasismo, el revanchismo y el racismo latentes en la condición humana.

Al no triunfar en sus pretensiones de sustituir al gobierno se produjo el efecto contrario, los chavistas se atornillaron al poder; no solo por la lógica actitud de aferrarse al poder como mecanismo de defensa sino porque el humilde, al verse humillado y despreciado por la saliente oligarquía, se identificó con el chavismo. Los sectores de clase media y los ricos sufrieron un proceso de frustración, que lejos de hacerlos reflexionar alimentó la soberbia al punto de perder la cordura, negándose a participar en la construcción de la nación. Se apartaron de la actividad pública y por supuesto los espacios vacíos se ocupan entrópicamente.

La misión no cumplida por los medios y partidos de oposición obligó a sus amos imperiales a actuar de manera abierta y descarada. Sé que lo que voy a continuar describiendo causa eructos, pero bueno, la frase del título demuestra que ser doctor no es ser docto.

Existieron y existen agresiones de los EEUU contra el sistema financiero de nuestro país desde el año 2002. Nos encarecieron el crédito internacional. Venezuela ha pagado los intereses más altos por concepto de deuda en el planeta. Nos han aplicado tasas de interés más altas que países que han caído en impagos por razones fútiles.

A pesar que las elecciones son una demostración de la existencia de un régimen democrático, también es cierto que un país como el nuestro sufre las elecciones de manera clientelar, de manera que cuando hay elecciones en puerta la acción de gobierno, local, regional o nacional, queda inhibida de ejercer acciones impopulares, sometida a la voluntad de factores de poder económico y condicionada a la necesidad de una imagen pública simpática. Es un problema de madurez política del pueblo que pocos se atreven a comentar por el riesgo de la muerte política.

No podemos ignorar que el mundo sufrió el colapso del sistema financiero de los EEUU en los años 2009 al 2011, y como consecuencia de esto los EEUU y las potencias europeas "rescataron" sus bancos generando dinero de la nada, algo que pueden hacer con divisas, ósea con monedas de aceptación internacional, algo que jamás podrá hacer cualquier país sometido al sistema financiero internacional, así tenga trillones de barriles de petróleo para respaldar su moneda. En términos más simples, ellos quebraron sus economías y solucionaron el problema sin ceder o entregar algo físico. Algo muy distinto a cualquier otro país que necesite divisas y deba entregar o ceder sus bienes a cambio de un préstamo en dólares.

Como consecuencia del desastre causado por la irresponsabilidad y pillaje de los grandes bancos norteamericanos, el gobierno de los EEUU se vio obligado a explotar sus propias reservas de petróleo, al menos mientras vuelven a recoger los miles de millones de dólares que emitieron para calmar a los ahorristas de los bancos quebrados, y así evitar que el dólar se fuera por las cloacas. Así que el patrón energético de los EEUU fue cambiado a partir de 2014, pasando de importar 11 millones de barriles diarios a exportar hasta 8 millones de barriles diarios y el precio del petróleo se desplomo de los 90 a 10 dólares por barril. Nuestro país vio reducir sus ingresos en un 80% en el año 2014.

Aunque usted no lo crea, un artefacto electrodoméstico o un automóvil costaba en 1975 unas 10 veces menos que en 2008 y el barril de petróleo solo alcanzó a valer tres veces más. Hoy, 2020, un artefacto cuesta 12, tal vez 15, veces más que en 1975 y el petróleo llego a tener precio de basura (negativo), y a duras penas se ha elevado al mismo precio de 1975.

En el año 2012 y 2013 el Presidente de la Republica es víctima de un cáncer extraordinariamente agresivo, y sumando a esto la necesidad de su presencia para sostener el proyecto político trazado, expuso su salud a extremos inconvenientes. El resultado: la muerte del líder. Bajo este escenario, la oposición política no dio tregua, y por el contrario emprendió una campaña electoral extraordinaria, con mucho dinero y apoyo, basando su mensaje en el desprestigio y ridiculización del candidato del gobierno y presidente encargado, hasta Willy Colon le puso música, sin percatarse que su propio candidato era intrínsecamente bobo, ignorante de la geografía nacional y limitado en conocimientos básicos de la política, la economía y la venezolanidad.

Al no reconocer el triunfo del candidato del oficialismo, el candidato perdedor, imprudentemente, llamo a la protesta callejera y con eso terminó sepultado en sus propios errores, causando un terrible daño a la economía nacional.

Luego, mediante el uso de las facilidades de comunicación modernas, se impuso una devaluación progresiva y continuada del bolívar. Una devaluación al capricho de organizaciones que ni compran ni venden moneda extranjera. Situación a la que el gobierno no pudo hacerle contrapeso, pues con la merma de los ingresos petroleros fue imposible sostener el valor de cambio de la moneda nacional mediante la sangría de divisas, como se ha hecho en Venezuela desde los tiempos de Isaías Medina Angarita en 1942.

Con el uso de las florecientes redes sociales, #lasalida, enrolaron a la juventud en motines y marchas que degeneraron en focos de violencia y anarquía. Y luego, en una segunda ocasión, llegaron al extremo de contratar personas para agitar y mantener el ambiente de protesta callejera por meses. Cientos de motines y actos subversivos del sector opositor que se adueñó de la vocería de toda la oposición política, terminó pulverizando a sus propios líderes. Y por supuesto agravando la situación económica del país.

Ha sido irresponsable y bochornosa la actuación de políticos venezolanos que, obedeciendo al gobierno de los EEUU, destruyeron las posibilidades de entendimiento entre venezolanos en reiteradas oportunidades, llegando al descaro de negarse a firmar un acuerdo listo, dejando plantados al presidente de la Republica Dominicana y a un expresidente español.

La terrible situación económica causada condujo a la victoria de una oposición unificada como opción electoral de la Asamblea Nacional. Ganaron las dos terceras partes del quórum legislativo, pero no pudieron controlar su soberbia, y en lugar de manejar políticamente una situación puntual de impugnación de resultados electorales de solo tres diputados, optaron por intentar imponerse a las leyes y los demás poderes públicos, cayendo en la bochornosa situación de, siendo el poder que redacta las leyes desconocerlas, y el Tribunal Supremo de Justicia no tuvo más remedio que declararlos en desacato. En consecuencia, su triunfo electoral fue inútil, agravando la situación económica.

En lugar de resolver la situación de desacato, algo que podrían haber resuelto con una nueva elección para las tres vacantes en un lapso de meses, se empecinaron en buscar, azarosa y estúpidamente, artilugios para destituir al Presidente de la República.

Con el liderazgo claramente visible de diputados opositores, surgen nuevas estrategias de foquismo subversivo, y el país entra en una fase de 6 meses de barricadas, destrucción de mobiliario urbano, secuestro de urbanizaciones enteras y asesinatos atroces. Con la Asamblea Nacional sumergida en una inoperancia, y focos de disturbios en las principales ciudades del país, el Presidente de la Republica convoca a una Asamblea Nacional Constituyente.

Los líderes de la oposición política quedan desconcertados, bueno siempre han estado desconcertados, y en lugar de aprovechar la oportunidad electoral, pues con un posible triunfo en el manejo de la Asamblea Nacional Constituyente tendrían el poder absoluto y legal para someter a todos los poderes públicos constituidos, optan por convocar a un plebiscito, al que luego intentan aplicar el eufemismo de consulta popular pues alguien les dijo que el uso de la palabra plebiscito era inapropiado. Total, ejecutan una consulta o plebiscito entre ellos y ponen a mentir descaradamente al país a varios rectores universitarios. Llegaron a decir que participaron 15 millones de personas, cuando en ciudades enteras colocaron, en las mejores urbanizaciones residenciales, un puñado de centros de votación. Mentira que ni siquiera pueden sostener pues esa misma noche incendian todo el material electoral, ellos destruyeron sus propios soportes.

La Asamblea Nacional Constituyente es electa con la participación de un 40 % de la población, y queda totalmente pro gobierno, pues la oposición no presentó candidatos. Al día siguiente solo quedaban las barricadas de basura humeante y mal oliente en las calles, pues los protestantes desaparecieron. Se logra la paz sin vencidos ni vencedores.

La estrategia opositora se muda al escenario internacional, y el presidente de la Asamblea Nacional en desacato emprende una gira por los EEUU, Europa y Asia (a África no fue) para pedirle a los gobiernos del mundo que bloqueen financieramente a Venezuela, Apela al argumento de la violación de derechos humanos, a sabiendas que la miseria recrudecida en Venezuela es producto de todo este camino accidentado por él y sus iguales. De esta manera le creó el piso al gobierno de los EEUU para que declarase a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los EEUU, un argumento estúpido y hasta risible, pero que es un argumento legal que le permite al Congreso y demás instituciones de los EEUU a aplicar "sanciones" en contra de quien les dé la gana. En palabras más sencillas, nos declararon guerra sin cuartel y con bolígrafo.

Luego surge la figura del secretario de la OEA como inquisidor de Venezuela. El hijo de puta de Almagro, utilizó el Salón Simón Bolívar de la OEA en Washington para socavar la independencia de Venezuela.

Cabe destacar que este relato sobre lo acontecido en mi Venezuela, tiene sus paralelos en otros países del continente con gobiernos de tendencia socialista que no pudieron resistir al embate de tanta calumnia y extorsión por parte de los EEUU y, mediante elecciones o golpes de estado cambiaron de gobierno, moviendo el péndulo desde la centro-izquierda hasta la extrema-derecha. Hoy en el continente se escuchan discursos macartistas y racistas. No le queda más remedio al gobierno de Venezuela que retirarse de esa organización, para lo cual cumplió todos los trámites y pagos que debía pagar, pues hubo que pagar para renunciar.

Luego se presenta el extraño caso de Juan Guaido. Un joven y desconocido diputado que fue electo presidente de la Asamblea Nacional con la mayoría opositora y las órdenes del hostil gobierno de los EEUU.

Guaido se autoproclama presidente interino de Venezuela, una condición o cargo que no existe en la constitución venezolana, por lo que redactan y aprueban un "estatuto", como si el país fuese una compañía anónima.

Con esta condición de interinato usurpador interviene en litigios que Venezuela tiene con empresas privadas en el exterior, y de manera express una corte de los EEUU le entrega a una empresa de maletín la empresa CITGO.

No hay gasolina, el dólar cuesta medio millón de bolívares, los salarios de los trabajadores de la administración pública no existen, los jóvenes que se gradúan en la universidad se van del país, la economía esta dolarizada y nadie tiene dólares. Hay otras tragedias, por ejemplo, yo me quede sin medias y me he puesto zapatos sin medias…bueno hay otras tragedias…

Entonces, Averu pide un ajuste salarial, justo y necesario sin duda. Pide que se pague en dólares, bueno, soñar no cuesta nada, y acusa al gobierno de esta debacle, pues el drama
ES PRODUCTO DE POLÍTICAS INCORRECTAS QUE DESMONTARON LA INDUSTRIA PETROLERA, EL APARATO PRODUCTIVO PRIVADO, Y LOS SECTORES AGRÍCOLA, GANADERÍA, COMERCIO Y TURISMO. Si eso es lo que querían decir, creo que lo he corregido.

En todo caso la culpa es del gobierno, pues no se dejó tumbar. O mejor así: la culpa es del pueblo que apoyo al gobierno…

O mejor así: la culpa no es de los líderes de la oposición, pues sus acciones solo produjeron daños colaterales.

O así, los EEUU son inocentes, pues ellos solo quieren que se haga lo que ellos dicen.

O mejor así: la UCV es inocente, pues no tiene la culpa que al Presidente Interino le gusten las nubes del Aula Magna…

Ya sé, la culpa es de AVERU, pues sin saber quién es el personaje que aparece en el billete de dos dólares se olvidan de Simón Bolívar y demás epónimos de las instituciones que representan.

No sé, ya me confundí. De repente yo tengo la culpa, pues pierdo mi tiempo tratando de argumentar cosas que solo serán posibles de entender dentro de 50 años, cuando los actuales escuálidos adquieran color ocre oscuro y otros lean esto.



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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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