El ocaso de los dioses. Quien a hierro mata a hierro muere dice un viejo proverbio popular. Gran verdad. El imperialismo norteamericano tiene siglos ensangrentando al planeta, tumbando gobierno, invadiendo, bloqueando y asesinando líderes sociales. Pero el imperialismo yanqui, igual que los imperialistas ingleses y alemanes en su tiempo va en picada indetenible, pobreza, recesión, más desempleo son sus signos actuales. Por ello, ni las escalofriantes cifras de contagiados y muertos por el COVID-19 ni la anarquía, ni los terroristas en EEUU no sorprenden. El troglodita de Donald Trump o el mosquita muerta de Biden,y sus matones -republicanos o demócratas- son la identidad de esa decadencia histórica del capital mundial. Esto lo saben bien sus compinches de la Unión Europea y los lambe-zuelas del Pacto de Lima con Duke y Uribe a la cabeza, por esa razón la derecha raspa la olla ¿Por qué extrañar entonces el asalto y las victimas de masas fanatizadas por la derecha a la guarida parlamentaria del imperialismo? ¿Cuál es la ética de los ensangrentados senadores y diputados del stablishmen?, es decir, ¿Qué moral tienen las Pelosis, los Ted Cruz, los Lindsey Graham o los Schumer, de Trump o cualquier otro componente demócrata o republicano encargados de legalizar los asaltos, los robos internacionales (como el de la CITGO) y las incontables invasiones militares de la Casa Blanca y el Pentágono a los países oprimidos? ¿cuál es la ética democrática de los parlamentarios que bendicen las extorsiones mundiales del sistema financiero norteamericano, del FMI, del Banco Mundial, de la Estándar Oíl o de los que seleccionan la red de tarifados malthusianos tipo Kissinger o Bachelet? Con semejante prontuario ¿por qué se van a tirar de sus peluquines y las pelucas diputados y senadores yanquis gritando que el asalto al Congreso de las masas fanatizadas por el fascismo constituye, una vergüenza nacional, el acto de una república bananera, un punto oscuro para EEUU etc., como sí sus cuentas internas no se saldaran aplicando igualmente el terrorismo de Estado, el magnicidio y las guarimbas justo como ahora sucede en el corazón legislativo de Washington. Definitivamente, es tiempo de entender en el Norte, pero también el Sur, que eso es lo que les viene, que ese es el escenario capitalista de hoy en la lucha de clase mundial por los mercados; que la crisis capitalista no tiene otro rostro que la violencia a la que hay que enfrentar y no tolerar . Esa es la realidad del siglo 21, guste o no al imperialismo, guste o no a los reformistas y conciliadores del mundo, porque las respuestas antiimperialista y anticapitalista de los pueblos, pueda "enturbiar el diálogo y la paz" con sus verdugos, frase vergonzosa que oímos en algunas de las intervenciones que instalaban la Asamblea Nacional venezolana.
https://el-proletario-prt.
https://el-proletario-prt.