Sobre el asesinato de Úrsula Bahillo, la joven argentina asesinada a puñaladas por su exnovio policía a pesar de las múltiples denuncias
Escribir, decir algo, por momentos "todo" está dicho, el punto es qué vamos a hacer luego de escribir. La noticia de una chica más, asesinada en manos de un femicida, solo genera indignación, pero no la suficiente como para que deje de suceder. Aunque a la vez vuelve a hacer que todas queramos decir algo, poner una foto en nuestras redes, tener una charla con nuestras mujeres cercanas, amigas, hijas, hermanas, vecinas y colegas para volver a decirnos "esto es terrible". El femicidio de Úrsula se suma a la estadística del Registro Nacional de Femicidios emitido por la agrupación feminista "Mujeres de la Matria Latinoamericana – Mumalá", en cual nos dice que el 25% de las víctimas habían realizado denuncias previas. En el mes de enero de este año hubo 26 femicidios. Entonces, cómo hacer para que además de indignarnos como sociedad, se logren efectivas acciones concretas y reales que apunten a una prevención, que alojen la duda de qué hacemos con estos varones femicidas que no dejan de acatar este mandato patriarcal, que no se animan ni siquiera a preguntarse, que no quieren poner en duda que son parte de este sistema que violenta, abusa y mata.
Cuestión compleja, ¿Qué hacemos? A la vez, nosotras y nosotres, nos preguntamos dónde ir a hacer la denuncia, si ahí trabaja el violento, si la misma esencia de la institución ante la cual una debe denunciar se construyó en el marco de la opresión, la autoridad y abuso de poder como todo orden verticalista y patriarcal. Si son la Ley, si son la respuesta, si son las balas, si son los femicidas. Dos días antes del femicidio de Úrsula perpetrado por su ex pareja, un policía llamado Matías Martínez, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, publicaba en sus redes sociales "NO TE QUEDES AFUERA! Sigue abierta la convocatoria para el ingreso a las Escuelas de Formación Policial de la Provincia de Buenos Aires. Inscribite". De los registros de Mumalá se sabe qué el 12% de los femicidas pertenece a una fuerza de seguridad. Cómo hacemos en este mundo del revés para caminar sin caernos de cabeza, para organizarnos sin perder a una de nosotras todos los días. Clases de defensa personal en las escuelas, así desde chicas construimos nuestros cuerpos desde un lugar más potente, con un registro de su potencial y de su propia capacidad de cuidado. Charlas y encuentros para las adolescentes y adultas para que podamos darnos cuenta de que esto nos oprime a todas, de que no es solo esa víctima, que somos todas todos los días.
Está bien, vamos por eso, pero en el mientras tanto hoy a quién le toca. Mañana que piba ya no va a estar. Mientras que el presidente Alberto Fernández se acuesta pensando que le ganó al patriarcado, nosotras sabemos que en realidad el patriarcado nos gana la vida de una compañera todos los días. Nosotras no podemos dormir. Pero dormimos igual, porque esto es un sistema en el cual todo sigue. Porque nos acordamos de casos idénticos a este y otros, donde pasados los meses y los años ya ni sabemos qué pasó con el grupo de amigos que violaron en manada o el médico pedófilo que trabajaba en un hospital de niñes, los funcionarios públicos que abusaron y asesinaron a una chica en una fiesta y la lista sigue. Qué hacer, qué hacemos, nos juntamos, nos encontramos, nos abrazamos y ¿Qué más?.