En casa jamás se apaga la radio y poco se mueve el dial. Pero se fue la electricidad y se cayó la señal de la emisora que escuchamos siempre. Por eso movimos el botón y pasamos mientras tanto a otra emisora.
Desayunábamos cuando escuchamos a Ismael Rivera cantando "Si te cojo".
Mi compañero, indignado, fue quien abrió fuegos: ¿Cómo es posible que esto pase? ¿Es así como vamos a detener la violencia contra la mujer, y a sanar las heridas sociales que tenemos, que ya parecen gangrena? Tenía, y tiene razón.
No hay un tema más violento en la extensa discografía de Ismael Rivera que éste, que le anuncia a la mujer que la caerá a golpes por salir, por no servir la comida y otras barbaridades en una sarta de estímulos a la agresión.
¿No se dan cuenta los locutores y los ponedores de música del impacto emocional y psicológico que conlleva lo que ellos colocan al aire?
Estamos en el mes de la mujer, en el que nos celebramos insurgentes y en vigilancia permanente. ¿Ayuda el estimulo a la violencia contra nosotras que transmite, a veces sin darse cuenta, la radio venezolana? ¿Quién revisa eso?
¿Cuesta mucho que los radiodifusores piensen antes de colocar un tema? ( he escuchado que anuncian un fallecimiento y enseguida colocan 'sobre una tumba una rumba' en el colmo de la insensatez), y así pasa con estímulos musicales a la violencia carcelaria, a permanecer en la miseria como forma de salvación 'espiritual' y un largo etc. de despropósitos.
Ahora, cuando se debate la reforma a la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre de Violencia, valdría, antes de que la aprueben en segunda discusión que se revise la responsabilidad de los radiodifusores en la difusión de contenidos, en este caso, musicales, que alimentan la agresión a las mujeres.
No tendríamos que hacer un llamado a Conatel para que tome parte en esto, pero hay evidencias de lo recurrente que es no discernir, y mientras no lo hagamos como colectivo no sanaremos las heridas, ni salvaremos al vientre de la patria.