El mimetismo de la Causa R

1 . Triste rol de la filosofía degradada y utilizada por quienes ni idea tienen de su significado. Igual ocurre con las ciencias actuariales, empleada por regímenes variopintos para tratar de demostrar como positivas sus aberraciones políticas. De esta manera, pueden presentar sus" grandes éxitos" en materia alimentaria, de salud , educación y de trabajo, entre otras áreas sensibles; todo esto amparado por la "Filosofía del Progreso. La Causa R, grupo político extinguido hace más de una década, solo existe en la figura de su dueño Andrés Velásquez, sindicalista que desarrolló en su momento un proyecto reivindicativo en la "Zona del Hierro" que lo catapultó a la Gobernación del estado Bolívar, pero que solo pudo brillar gracias al apoyo táctico concertado con Leopoldo Sucre Figarella, a la sazón, presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), quien sudaba la gota gorda tratando de contener las constantes arremetidas y apetencias insaciables de sus compañeros de partido. Allí funcionó por doble banda la vieja fórmula: El enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Desde entonces, Velásquez no ha pegado una, no ha podido levantarse. Es patético su último intento de echar un pie, apoyado en la muleta que le prestó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con la que al no saber sostenerla, apenas pudo andar unos cuantos pasos antes de rodar nuevamente al suelo, porque el Consejo Nacional Electoral, a su decir, no le reconoció las actas de votación.

2. A pesar de su inocultable tragedia, este alicaído líder no le da paso a nadie en su grupo. Ha ido liquidando uno a uno a todos aquellos a quienes considera pueden hacerle sombras, o ve con recelo como rivales políticos. El último por él siquitrillado ha sido Américo de Grazia, designado por Juan Guaidó y sus promotores , flamante Embajador del "Arco Minero" en Italia. Américo ha caído en Des-grazia al aspirar a la Gobernación del estado Bolívar, donde tiene inocultables intereses que debe proteger. Por órdenes de Velásquez le fue suspendido su sueldito de diplomático , pero también su jefe lo degradó a través de un comunicado donde lo acusa de haber tomado una decisión personal, puesto que "si no hay elecciones presidenciales, tampoco las habrán para gobernadores".

Sin tratar de disimular sus permanentes aspiraciones al sitial más alto del Poder Público, el antiguo líder de la clase obrera de Guayana, reveló en Upata, en reunión muy privada, a sus más íntimos seguidores, un secreto en Grado 33: "Si hay presidenciales yo voy; caso contrario, iré a las elecciones de Gobernador del estado Bolívar." Según parece, Velásquez, como los fanáticos del béisbol, es supersticioso hasta el extremo: Para ellos no hay quinto malo. Así su equipo esté perdiendo por carreraje y al pitcher le esté cayendo a palos el contrario, aún juran que es posible ganar el juego. Y Andrés ha sacado sus cuentas: Esta será la quinta ocasión que se lanzará a buscar el cargo y estamos en el año 2021, cuyas cifras sumadas dan 5. Las letras de su nombre y apellido suman 15, número que es múltiplo de 5 y que dividido entre éste da 3. El principio de todas las cosas se forman a partir de tres conceptos. El tiempo se divide en presente, pasado y futuro. En el pasado él ya fue el Gobernador, en el presente aspira serlo nuevamente y en el futuro, por fatalidad lo será, porque "no hay quinto malo." Pero se percató que sumadas las letras y apellido de su rival, éste también resulta un quince letras y por eso decidió sacarlo del camino.

Demás está decir, que en la referida reunión, el cónclave de los 8 aclamó a Velásquez. Pero él se resiste admitir que se le pasó el autobús. Con desesperación se aferró a la propuesta del "Chato Guedez," ex funcionario de la Alcaldía de Iribarren (Barquisimeto), durante la gestión de Alfredo Ramos, que le vendió la novedosa idea de cambiar la tradicional tarjeta de la "Causa R." Por ahí comenzó andar nuevamente por un camino tortuoso que le permitió conseguir con Guaidó un cargo de Embajador para su antiguo pupilo, hoy caído en Des-Grazia.

3. Sacadas sus superticiosas cuentas, Velásquez nuevamente acude al auxilio del "Chato Guedez" y éste, que de tonto no tiene ni un pelo, le vende ahora la idea novedosa de refundar al partido. La Causa R debe reconstruirse bajo el amparo de una nueva filosofía. Debe presentarse a los electores como un "partido verde y laboralista." Con esta idea Andrés Velásquez pretende robarle de contrapelo, no solo el color a Copei , sino también apropiarse de las estrategias políticas de las organizaciones de la izquierda europea y presentar su propuesta como algo novedoso. En esto, que desconoce totalmente, ve su tabla de salvación, por eso se le oye hablar del medio ambiente, la defensa de la naturaleza y de los indígenas. Ahora la filosofía del viejo líder sindical sidorista se pintó de "verde". Sin embargo, muy a su pesar, Abraham, que hoy vive en Siria, puede informar lo que ocurrió con la explotación del diamante y el oro, así como de las negociaciones y cobros hechos por su partido durante su gestión como Gobernador del estado Bolívar.

En síntesis, la Causa R, el movimiento que idealizó el recordado líder de izquierda Alfredo Maneiro, amparado en teorías marxistas y del proletariado, es una caricatura… ya no existe. ¿Cómo sobrevivir sin sindicatos y populismo? ¿A quién podrá engañar ofreciéndole aumento salarial?. Ahí es donde entra a funcionar la fórmula mágica de Velásquez: La filosofía del partido de la defensa de la naturaleza, del planeta tierra, de las toninas o "elefantes marinos del Orinoco," de la zapoara y las bondades de su cabeza; de los morrocoyes y de la tortuga "arrau", especies en peligro de extinción que desde hace años dejaron de comer los guayaneses en Semana Santa; del caimán, del bocachico, del guanaguanare, el merey , el mango, la sarrapia y el merecure; de los peligros de morir contaminados por radiaciones que corren los bolivarenses viviendo en una ciudad construida sobre una mina de uranio. Hasta de los tigres y de posibles sobrevivientes ejemplares de elefantes perdidos entre las inextricables selvas amazónicas, donde todavía nadie ha puesto su pie en el suelo. De algo se agarrará Velásquez cuando le falle Guaidó, porque ya no cuenta con las masas de trabajadores de Sidor, a las cuales se aferró, menospreciando irracionalmente al sector estudiantil, de técnicos, profesionales y campesinos.

4. Ahora Velásquez, pretende llevarle , particularmente a las mujeres, la filosofía de la defensa del ambiente y la naturaleza, con referencia mundial, que nunca tuvo con el movimiento sindical.

La trampa ahora de la Causa R es enrolar a las mujeres en la defensa del ambiente, bajo la dirección de su eterno líder Andrés Velásquez. Su estandarte son las mujeres y otros sectores que puedan aportar votos. Por eso se mimetizó como partido. Ahora es " laboralista y ecologista", algo que huele a subversivo a cierta gente y atractivo a otras. Su color es el verde. En sus delirios de poder Velásquez piensa que sus seguidores serán llamados los "verdes." Es posible que dentro de poco el "Chato Guedez", le recomiende sustituirle al partido la "R" por una "G", para atraerse el respaldo de los seguidores del LGBT. Entonces emborrachado con esta idea genial, gritará para sus adentros: ¡Estamos hechos!

Todos los grupos femeninos constituidos o en proceso de formación, se pretende caigan como incautos detrás lo que oculta la política verde de la Causa R. ¡Esa no es la filosofía!.

Por los momentos, los guayaneses que son muy ingeniosos y todo lo toman a "mamadera gallo", al conocer las nuevas andanzas del otrora líder sindical andan por ahí regando que " al enterarse Velásquez del retorno de Américo para aspirar a la Gobernación de Bolívar, fuera de sí, gritó desesperado: ¡No puede ser! ¡Es una Des-Grazia!



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