A 695 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el inicio de la semana 100 de esta contingencia, y siendo el martes 08 de febrero de 2022, quiero permitirme analizar y esbozar algunas tesis sobre lo recientemente ocurrido en las Tejerías, estado Aragua, lo cual a mi juicio encierra un plan mayor que aún no se conoce al detalle, pero que tiene importantes consecuencias para la estabilidad del país.
Para ponernos en contexto, cabe recordar que el pasado domingo 6 de febrero la Autopista Regional del Centro, importante vía estratégica que une el centro del país con la capital de la República, con Caracas, estuvo cerrada durante horas a la altura de Las Tejerías, estado Aragua, debido a fuertes enfrentamientos entre Bandas Criminales que constituyen Grupos Estructurados de Delincuencia Organizada y cuerpos militares y policiales.
Esas bandas criminales estaban a la orden de "El Conejo" y de nada más de Carlos Revette, alias "El Koki", el cual se estima nunca estuvo en Cúcuta, Colombia, como algunos medios de difusión y propaganda al servicio de la derecha pretendieron hacer ver, luego de su huida de la Cota 905 de Caracas ante el despliegue de la Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro, que liberó dicha zona de la presencia de delincuentes y de paramilitarismo.
Se estima que alias "El Koki" se ocultó en el eje del antiguo corredor de otro líder negativo abatido en su momento por los cuerpos de seguridad como lo fue "El Picure".
Los enfrentamientos entre las bandas de "El Conejo" y "El Koki" se da porque ellos trataron de tomar la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) ubicado en Las Tejerías, lo cual originó la respuesta inmediata de los efectivos policiales del lugar. No hay que ser un sesudo analista para intuir que uno de los primeros objetivos de este ataque era de hacerse con el parque de armas del referido cuerpo policial.
Pero además de ello, no hay que ser un sesudo analista para intuir que los órganos de seguridad ciudadana reforzados por los efectivos militares, de acuerdo a una orden de operaciones del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Bolivariana (CEOFANB) manejaba información de inteligencia por lo que esperaban ese ataque, y de ahí el diseño y despliegue de la Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro II, como lo ha hecho del conocimiento a la opinión pública el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz y Vicepresidente Sectorial de Seguridad Ciudadana y Paz, Almirante en Jefe en la honrosa situación de Reserva Activa, Remigio Ceballos Ichaso.
Pero, la idea de esta edición de esta columna, es ir un poco más allá de lo evidente y que motivo la respuesta de los organismos de seguridad y militares del Estado ante este nuevo intento de llenar de violencia al país.
Ante la improcedencia de la convocatoria para un referendo revocatorio del mandato del Presidente Nicolás Maduro debido a que los promotores de esta iniciativa no cumplieron con el requisito constitucional de reunir el 20% de los electores y electoras inscritos e inscritas en la correspondiente circunscripción como lo señala el artículo 72 de la Constitución y de las normas aprobadas por el CNE que regulan la recolección de las manifestaciones de voluntad para activar un referendo revocatorio de cargos de elección popular, los sectores más extremistas de la oposición no van a quedarse en una especie de cámara criogénica a esperar el año 2024, previsto para la realización de los comicios presidenciales sin intentar acciones o generar las condiciones para la salida del poder del chavismo. Es por ello, que estos sectores no descartaran ninguna forma de lucha para llegar al poder y las cuales serían las siguientes:
1.- Sabotaje eléctrico.
2.- Ataque al Bolívar y manipulación del dólar paralelo que se traduce en aumento de los precios de los productos básicos.
3.- Aplicación de la teoría de la geometría de la ocupación con BACRIM y TANCOL para mantener en zozobra al ciudadano común y tratar de dar un zarpazo de carambola al Golpe de Estado, o en su defecto, aplicando el formato Nicaragua en la cual ocasione el mayor desgaste de la popularidad del Presidente Nicolás Maduro de cara a la referida contienda electoral.
Esto último tuvo una expresión importante en lo ocurrido en Las Tejerías el pasado domingo.
El día de ayer ocurrió una importante fluctuación eléctrica que afectó a varios estados del país, pero de ello nos referiremos en próximas entregas de esta columna.
Al igual que el aumento de los precios de los productos básicos, a pesar de que, en este comienzo del año 2022, el precio del dólar se ha mantenido estable, y que confirman las tesis de la profesora Pascualina Curcio de que la manipulación del tipo de cambio de la divisa estadounidense nada tiene que ver con una decisión económica y que no aguanta siquiera un análisis econométrica sino que es una medida política para presionar y provocar un cambio de gobierno en Venezuela.
Pero, volviendo al tema que nos ocupa, respecto a lo ocurrido en Las Tejerías, hay que complementarlo con el despliegue de Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (GEDO) en sector La Siria de Guatire (Miranda). Esto, desde mi punto de vista, formaría parte del plan de líderes negativos que vienen realizando acciones envolventes en estados cercanos a la capital de la República, por una parte, como acciones de distracción de una mayor que podría venir en los próximos días, y por otra envolvente dentro de una nueva fase de guerra molecular y de desgaste contra el gobierno encabezado por Nicolás Maduro, dentro del marco de despliegue de nuevas operaciones de cambio de régimen promovidas desde Colombia y EEUU.
Sobre todo, ante la posibilidad más creciente de que la derecha pueda perder el poder político en países como Colombia y Brasil, lo cual la hace desesperarse y la torna mucho más agresiva y violenta.
Por ello, de acuerdo a informaciones que pude obtener, es que señalo que lo ocurrido el pasado domingo en Las Tejerías entre las bandas de "El Conejo" y "El Koki" en contra de la fuerza pública y militar venezolana su plan fundamental es incursionar de Aragua hacia el estado Miranda por el municipio Guaicaipuro (Los Teques) para desde allí desplegar planes de avanzar hacia el municipio bolivariano Libertador y tomar la ciudad de Caracas como centro del poder político en el país. Por ello el recalentamiento en la frontera en Aragua y Miranda, incluso la activación de BACRIM por Petare, reeditando la acción de Leopoldo López durante el Golpe de Estado del 11ABR2002 donde le quito las llaves de los vehículos de los conductores de la ARC por la bajada de Tazón y después desviaron el tránsito hacia Fuerte Tiuna (dentro del complejo) y trancaron esa vía para que no volvieran a salir los tanques.
En ese sentido, importante es que destaque que el corredor vial de la ARC y la Panamericana son vías estratégicas y precisamente allí están las GEDO disputándose esos sectores. Desde Cojedes hasta Caracas esa autopista es clave y la triple frontera de Cojedes Yaracuy y Carabobo es candela porque allí converge la autopista.
Por ello nada es casual, y por estos días se impone estar todos los ojos y los oídos en máxima alerta. Además, que en el contexto no podemos olvidar que Guaidó convocó para el sábado 12 de febrero a movilizaciones en el país. El detalle no es que el pretendido presidente interino de Venezuela convoque a movilizaciones ante una nula capacidad de convocatoria y movilización que éste tiene en estos momentos de su golpeada popularidad y liderazgo, sino que las mismas sirvan de detonante y pretexto de acciones de carácter terrorista que originen conmoción nacional ante la estabilidad relativa que ha venido logrando el país en los últimos tiempos.
Ahí se las dejo.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!