¡Paz y amor! Esa es nuestra consigna. Nosotros que hemos pedido invasión para Venezuela y hemos apoyado todas las invasiones que ha hecho nuestro gobierno de Estados Unidos, ahora, quién lo diría, estamos pidiendo paz y amor, y no a la invasión de Rusia en Ucrania. Da como pena la vaina, pero después de tanto pedir guerra, ahora, cuando menos esperaba uno, nos sale pedir paz y apoyar a la Unión Europea y a la OTAN y, claro, a Estados Unidos que los tiene allí para que hagan el trabajo. Uno pensaba que la sinverguenzura tenía un límite, pero parece que esa vaina se expande como la OTAN. Fíjense que la OTAN se ha expandido tanto que no solamente está rodeando a Rusia, a pesar de que se comprometieron con no hacerlo, también la tenemos aquí cerquita, en Colombia, y ojalá que nos echen una mano, porque sinceramente, nosotros somos malos tumbando gobiernos, y mucho menos con el interino que tenemos, que ahora no sabe qué hacer ante el peo con Ucrania y se fue a una iglesia a que le pintaran una cruz en la frente porque la cruz que lleva encima lo tiene hecho ceniza.
Ahora somos pacifistas. Por ahí anda Freddy –Guarimba- Guevara levantando los dedos y gritando paz y amor en Ucrania. Después que nosotros, que fuimos tan sinceros, e inventamos la puputov para lanzarlas a la guardia nacional, ahora andamos tirando besitos, y en carnaval nos convertimos en verdaderas palomas de la paz. Menos mal que la gente no tiene memoria. Porque es verdad que con el peo aquel en Libia nuestra amiga y compañera de Clinton, Hilary, después que se sentó a ver televisión dijo: "Llegué, vi y lo mataron", claro, se refería a Gadafi, y eso nos alegraba que jode, porque salíamos de un dictador que tenía a Libia viviendo muy bien, y que ahora gracias a nosotros se convirtió en un país de donde todo el mundo quiere huir a morir en el mar. Eso sí, nadie pidió paz en ese momento, guerra, guerra, era el grito más querido y amado. Lo mismo pasó en Irak, allá tienen armas de destrucción masiva y vamos a invadir, invadimos y matamos al dictador Hussein, y llegó nuestra democracia, que era lo prometido, y vayan pa que la vean, allí tenemos otro país destruido por nosotros, pero sin embargo hacemos negocios con eso, construimos y nos encargamos de sus riquezas mejor que ellos.
Hasta el compañero Leopoldo –poeta- López pide paz en el lujoso barrio de Salamanca allá en España. La paz está de moda y nosotros somos pacifistas. Deberíamos aprovechar y pedirle a la ONU que decrete una vaina contra la guerra, que se acaben las guerras hasta que nosotros volvamos a ser guerreros. Y por lo visto hubo un momento que el conflicto entre Rusia y Ucrania se detuvo, y era porque nuestros gobernadores, Galíndez, Rosales, Sergio el barines, y Stalin González, estaban en Bogotá dialogando con nuestro embajador James Story, y había que esperar a qué conclusiones llegaba esa gente. A lo mejor estaban pidiendo invasión para Venezuela, pero no sabemos qué pasó. Lo único bueno es que el gobernador de la Isla de Margarita, Morel Rodríguez, no fue a esa cumbre, porque ese carajo sabe cómo es la vaina, ya está muy viejo para meterse en peos y por ahora es mejor jugar gallos que ir a Bogotá a perder el tiempo y el destino me han golpeado sin cesar.
El papá de Margot llegó de la calle con un afiche que decía: Dile no a la guerra y si a la paz. Y lo puso en el mueble y dijo: "Carajo, ya era hora de que uno también hablara de paz, aquí el único que hablaba de paz era el dictador, ahora nos toca a nosotros. Todos queremos paz en Ucrania, que de paso, yo ni siquiera conocía ese país, pero hay que defenderlo de Putin" Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina gritó: "Nos invaden. Nos invaden."
-Sufro la inmensa pena de tu extravío.- me canta Margot
