I
El martes 22 de marzo nuestro Embajador ante la República del Perú, doctor Alexander Yánez, cumplió la ceremonia de presentar credenciales al Presidente Pedro Castillo, terminando así la vergonzosa etapa del extinto “Grupo de Lima”, entelequia injerencista constituida en 2017 para conspirar contra el gobierno democrático de Venezuela.
Al día siguiente, miércoles 23, el candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, respondiendo a la pregunta de una periodista sobre cuál sería su posición de llegar a la Casa de Nariño, respecto a las relaciones diplomáticas con Venezuela, y su respuesta fue clara: “Normalizar las relaciones”.
La declaración de Petro tiene una doble valoración: primero, porque es público su distanciamiento político-ideológico del gobierno venezolano, y segundo, porque es notoria la ventaja de su candidatura para ganar la presidencia. Es el anuncio del cambio de enfoque diplomático que se produciría a partir de agosto próximo, cuando el hostil régimen uribista de Iván Duque llegue a su fin, luego de un cuatrienio de conspiración violenta contra la soberanía y estabilidad de Venezuela.
En enero se recuperó nuestra sede de la Embajada en Honduras, ocupada ilegalmente desde 2019 por agentes de la pandilla Guaidó apoyados por el gobierno del narcotraficante Juan Orlando Hernández.
Sin duda, la avanzada política de los sectores patrióticos de izquierda, como en el caso hondureño con Xiomara Castro, han ido acompañando el camino de victorias diplomáticas de la República Bolivariana de Venezuela contra la organización delictiva transnacional que ha pretendido destruirla.
Similares escenarios se prevén en Brasil con el inminente retorno de Lula al poder.
II
Pero la jugada maestra que dejó aturdidos a los furibundos opositores ocurrió el sábado 5 de marzo, particularmente al grupo criminal que bajo la figura fantoche de un “gobierno interino” han robado activos nacionales valiosísimos como CITGO, Monómeros o el oro retenido en Inglaterra.
Esa noche, después de los actos recordatorios en honor al Comandante Hugo Chávez, el Presidente Constitucional de la República, Nicolás Maduro Moros, recibió en su Despacho en Miraflores, a una delegación de alto nivel del gobierno estadounidense.
Esta reunión equivale –salvando las distancias y circunstancias históricas- a la que sostuvieron Simón Bolívar y Pablo Morillo en Trujillo a finales de noviembre de 1820: se produce de hecho un reconocimiento tácito de la República y del Libertador como Presidente, al aceptar su interlocución como válida para el Imperio Español.
En el caso actual, el imperialismo sienta sus funcionarios con el Presidente Nicolás Maduro, para solicitarle las liberaciones humanitarias de dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, plantean renovar los diálogos con la oposición en México, y tratan otros asuntos de carácter económico en materia energética. Es decir, esa noche hablaron de gobierno a gobierno.
III
Marzo también vio transcurrir el II Foro Diplomático de Antalya, que sirvió para un dinámico despliegue de la delegación venezolana, encabezada por la Vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien disertó sobre el multilateralismo para la paz y la estabilidad de los pueblos, y el Canciller Félix Plasencia, que mantuvo un amplio intercambio bilateral con ministros y altos dignatarios de medio centenar de gobiernos presentes en la cita en Turquía.
El 22 de febrero se desarrolló en la ciudad de Doha, capital del Estado de Qatar, la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, que reúne a once países miembros, Venezuela y Bolivia entre ellos, y otros siete en calidad de observadores, que en conjunto concentran el 70% de las reservas probadas de gas del mundo. En las redes sociales del MPPRE y del ministro Plasencia podemos observar la recepción y tratos especiales que se da a Venezuela en estos foros internacionales.
Es el resultado de dos décadas de Diplomacia Bolivariana fundada por Hugo Chávez, donde se gestó una escuela que formó a Nicolás como Canciller Emérito de la Revolución y la actual Vicepresidenta como discípula sobresaliente.
IV
El Libertador Simón Bolívar resumió su Doctrina de las Relaciones Internacionales en el concepto del Equilibrio del Universo, que está en la esencia del mundo pluripolar, la paz global y la cooperación entre los pueblos. Su idea de la unidad latinoamericana, bajo la cual convocó el Congreso de Panamá, vio su florecimiento en iniciativas como la ALBA, UNASUR y la CELAC, todas al influjo de la poderosa convocatoria de Hugo Chávez.
Una correlación regional favorable a la integración, donde se renueve el respeto a la soberanía nacional y la autodeterminación, con gobiernos progresistas aunque con matices y diferencias, pero con voluntad política para el entendimiento por el bien de nuestros pueblos, será la mayor victoria de la Diplomacia Bolivariana que hemos predicado y practicado desde 1999 y que siempre habrá buen tiempo para ejercerla.