Para la clase dominante, cualquiera que sea la posición desde la cual controle el poder para oprimir a la mayoría, las hijas y los hijos de la clase trabajadora no deben poseer ni ejercitar el razonamiento. Desde el campo político, la clase política dominante invierte millones de dólares y cantidades enormes de tiempo y espacio en todos los medios de comunicación existentes para convencer a la clase trabajadora que no es necesario que razone por sí mima, para eso está el papá gobierno, para pensar por ella, para ofrecerle las soluciones a los problemas que el gobierno ha identificado como importantes. Problemas que, dicho sea de paso, no son los verdaderos problemas de la clase trabajadora. Por ejemplo, la falta de un transporte público eficiente y conveniente no es el problema, esa es la causa de la forma de propiedad del transporte público en Venezuela. Mientras el transporte masivo esté en manos privadas en una forma de feudalismo, con unidades o pequeñas flotillas propiedad de individuos, el transporte masivo nunca estará realmente al servicio de las y los trabajadores. Mientras el transporte masivo esté en manos de gobiernos corruptos y donde sus trabajadoras y trabajadores sean perseguidos o controlados férreamente, incluso bajo amenaza de encarcelamiento, no existirá un transporte masivo que realmente sirva adecuada y oportunamente a las y los trabajadores. La clase dominante no quiere que la clase trabajadora razone, hace todo lo posible para que no razone, para que no identifique los verdaderos problemas y proponga soluciones radicales. Si bien aprendiendo matemáticas no se aprende necesariamente a razonar en general, el razonamiento matemático es un componente indispensable en el mundo actual para razonar mejor.
Hay varios elementos del razonamiento matemático que contribuyen a razonar mejor. Aquí haré referencia solo a dos de ellos. El primero es que en las matemáticas no es aceptable el principio de la verdad de una proposición basada en la autoridad. En matemáticas es inaceptable una afirmación tal como: el Teorema de Pitágoras es cierto porque lo planteó Pitágoras. Primero, porque realmente no fue Pitágoras quien formuló por primera vez ese teorema que lleva su nombre. Segundo, todo teorema no importa el nombre que lleve tiene que ser demostrado y la demostración aceptada por la comunidad matemática. Si algún matemático o alguna matemática descubre un error en una demostración es necesario empezar de nuevo y el teorema queda como al principio. Y si alguien consigue un contraejemplo, el teorema es desechado o reformulado. El segundo es el reconocimiento de condiciones necesarias y suficientes en una proposición matemática. Claro que esto no es exclusivo de las matemáticas, las condiciones necesarias y suficientes se estudian en la lógica. Pero como en nuestras escuelas y liceos no enseñamos lógica, el espacio más adecuado para enseñar este tema es la clase de matemáticas. No distinguir adecuadamente entre una condición necesaria y una condición suficiente para la ocurrencia de un cierto fenómeno o evento conduce una interpretación inadecuada de la realidad, la cual a su vez puede tener serias consecuencias. Una condición determinada es necesaria si se requiere que esté presente para que un evento dado ocurra. Mientras que una condición es suficiente cuando ésta produce un evento dado.
La clase dominante quiere mantener a la clase trabajadora ignorante de estos elementos del razonamiento matemático. Los políticos, la cara visible del poder, quieren que las y los trabajadores acepten sus declaraciones y afirmaciones como ciertas basándose sólo en el criterio de autoridad. "Somos una potencia gasífera", una afirmación repetida hasta el cansancio asumida como cierta solo porque Chávez, líder carismático, lo decía. Después de más de veinte años de gobiernos de la Revolución Bolivariana las evidencias, la dura y cruda realidad muestran la falsedad de tal afirmación. La clase dominante a través de sus emisarios e intelectuales a su servicio ha logrado mantener la enseñanza de las matemáticas de nuestro país entre las peores del continente. Tal afirmación se basa en los resultados de los estudios en los que nuestros estudiantes han participado desde 1999. Por otro lado, los gobiernos de la Revolución Bolivariana se niegan a evaluar la calidad de la educación pública por temor a que quede en evidencia el estado de deterioro de nuestro sistema educativo. Las injustas y criminales sanciones unilaterales impuestas por los Estados Unidos, que solo afecta a la clase trabajadora, tienen poco que ver con este deterioro.