Cañonazos en vez de diplomacia

La Diplomacia como arte de dirimir conflictos entre las naciones  ha fenecido. Ahora hablan los misiles, drones  y esperamos que no sean tocados los botones nucleares. Borrel jefe de la diplomacia de la UE, ante la situación de Ucrania, Rusia, (OTAN-EEUU) categóricamente dijo,  adoptando una postura cual Juan de Austria en Lepanto,  que eso se resolvía en el campo de batalla. Hace rato  que USA, funciona más con los cañones que con sibilinos  protocolos, y,  por ello,  atendiendo sus intereses hegemónicos, junto a sus aliados, se empeñan dramáticamente en  destruir a Ucrania, desgastar a Rusia,  vía China, donde ubican cual Argonautas al Vellocino de Oro. 

Dadas las dificultades presentadas no precisamente por las acciones bélicas, sino por el conjunto de medidas sancionatorias contra Rusia, que ha desvelado una compleja red de relaciones políticas, culturales,  comerciales; integradas en general con sus bemoles a la  economía  del mercado capitalista,  construida durante décadas entre  Europa,  la antigua URSS, y la actual Rusia, cuyas derivaciones se visibilizan en la fuerte dependencia europea de recursos energéticos estratégicos,   altamente competitivos, suministrados por Rusia  poderosa productora de estos rubros. 

Ante este enredo en que los poderes fácticos americanos, están arrastrando a Europa,  y,  dado el avance del deterioro  del Bienestar  Social, los conflictos internos  entre los integrantes de la UE, los estragos de la Pandemia, el obligado coste de la guerra, como miembros de la OTAN, debilidades en la producción industrial por razones de la incertidumbre  energética, descenso en la comercialización exportadora e importadora por desarticulación de las cadenas respectivas, ocasionadas por las medidas sancionatorias (USA-UE).  Debe tener alarmados a los europeos.

El hegemón,  también está preocupado, y  a sabiendas que esto se hace inaguantable,  opta por la “solución” de pisar   el acelerador y expandir el incendio. Ahora instiga a Suecia y Finlandia, naciones con un buen nivel de vida, a que se integren a sus planes, cuyas consecuencias no estamos en capacidad de imaginar. Lo que si creemos saber, pues ha sido publicitado, es que la codicia del primer país productor de armamentos del mundo,  proveedor de artefactos de última generación, le está posibilitando a sus aliados, que limpien sus arsenales y le vendan toda la chatarra que tengan  a Ucrania…después de la contienda, habrá ganadores, pero no será precisamente Ucrania, ese  pueblo quedará destruido y endeudado por años, pero para ese tipo de situación hace rato que inventaron  el eufemismo de los “daños colaterales”. Y USA…buchones…buchones, como en la Segunda Guerra    ¡Ay, Ley de Préstamo y Arriendo¡. No es casual que te hayan desempolvado. (ley aprobada hace 80 años)

Es que los seres que actualmente habitamos el planeta tenemos que abandonar el disimulo, así como somos capaces de manipular  complejos adminículos cibernéticos,  igualmente vamos a tener que hacerlo con viejas y tradicionales herramientas humanas y tecnológicas, tales como la comunicación oral, los libros, la memoria histórica individual y grupal, admitir la certeza física de que somos humanos,  compañeros de viaje galácticos. 

La convicción de que somos una presencia real corporal y temporal, con inmensas capacidades de imaginar nuevos mundos y sociedades, nos obliga a buscar equilibrios humanos y zafarnos de tantos energúmenos psicópatas en posiciones de poder. Esto lo comento, puesto que es vital caracterizar la época, aunque incomode; se trata de las desigualdades sociales expresadas odiosamente en la economía, en la apropiación codiciosa de la riqueza por minorías grupales, generadora de tanta pobreza, miseria y conflictos de toda naturaleza en todas las latitudes del planeta. En la Modernidad el Modo de Producción Capitalista y su elevación imperial retrata una época de contradicciones y un agotamiento de un sistema, que con todos los desarrollos científicos y tecnológicos, espaciales, cibernéticos, robóticos, y avances en la inteligencia artificial,  que pareciera ciencia ficción, y,  además un  poderoso legado de las Ciencias Sociales, da la impresión  que marcha sin tregua ni pausa, ni segmentación,   hacia la total destrucción humana.

El Capitalismo a diferencia de lo que se cree, no es simple competencia, es guerra de mercados, y para vencer se utilizan todas las armas posibles. La 1ª y 2da guerras mundiales fueron luchas por territorios  y mercados, terminando en repartos y esferas de influencia. En esta Guerra ruso-ucraniana, USA, OTAN, UE, se debate  la Hegemonía Político-Económica del Planeta. Se trata de Monopolios, dominios de mercados y negación de Soberanías, es una estrategia geo-política, sin mayor disfraz, y, no queda reducida  a Ucrania. Estamos en presencia de un sistema agotado, que solo ofrece repetir la historia de dolores y quebrantos. Pero esta vez se corre el riesgo, y, posiblemente no haya quien la escriba.

Rafael Castro

LA REVOLUCION ES CULTURAL

…Que despierte el leñador…

Nota: Este texto  tiene casi un mes en la espera para su publicación, debido a que la empresa Intercable no ha cumplido sus obligaciones con este viejo cliente pensionado del Seguro Social, quien puntualmente paga el servicio.



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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