Para el año de 1880 el estado Trujillo se encuentra muy descontento por la mala situación en que se encuentra esa entidad andina, todo esto se produce por el gobierno del Presidente del estado que es Santana Saavedra, que era un destacado representante del partido araujista.
El Gral. Francisco Vásquez desde la ciudad de Maracaibo, con el apoyo de los Generales zulianos Rafael y Venancio Pulgar, desde Trujillo recibe apoyo de uno de sus amigos trujillanos llamado Federico Augusto Vetancourt, que era un destacado abogado de la entidad trujillana.
Vetancourt era apoyado para los revolucionarios de Maracaibo, por dos comerciantes valeranos; Domingo Giacopini y Pedro Magi, padre de mi abuela; pero el abogado trujillano escribe a Vásquez diciéndolo que es preciso no esperar tanto ya que la situación de Trujillo es insoportable:
"No es posible esperar con la barriga vacía y el bolsillo también". Dice Vetancourt en una misiva apresurando para que comience la Revolución.
Los confabulados no se ponen de acuerdo cuando sería el día "D" para comenzar el ataque contra el partido "araujista". Poco antes del alzamiento el Presidente de la República Guzmán Blanco antes del alzamiento le ofrece un cargo importante en el lugar del país que él escogiese.
El Gral. Vásquez le dice que si lo aceptará pero no le indica el lugar en donde podía tener el importante cargo que le ofrecía el Presidente, la palabra de estos caudillos eran un documento y él se encontraba comprometido con los rebeldes y aceptar un cargo lo veía como una traición hacia sus amigos.
El alzamiento contaba con figuras como el Dr. José Emigdio González, los Labastidas y el Gral. Federico León. Los revolucionarios no eran más que 22 personas, en donde habían más que todo jefes, que eran tres generales, tres coroneles y nueve oficiales subalternos que estaban muy mal armados contando con dos rifles de precisión, un rifle de un solo tiro, 3 Remington y 17 carabinas y 500 balas.
Salieron de la ciudad de Maracaibo en lanchas el día 17 de febrero y llegan dos días después a Moporo. Cuando llegan allí, no están el Gral. León que había quedado en reunirse con 200 hombres, al final se les une.
Los revolucionarios continúan hacia los llanos de El Cenizo y en Monay se les uniría su medio hermano José Domingo Briceño con un número importante de hombres de pelea, que no puede llegar.
Para completar la mala suerte de los revolucionarios encuentran el río Monay muy crecido y difícil de atravesar. Vasquéz da el ejemplo arrojándose a las aguas crecidas del río para atravesarla a nado diciendo: ¡Los jefes somos los obligados a dar el ejemplo!
El día 20 de ese mes en Sabana Larga se alzan 15 hombres comandados por Federico Vetancourt quien atacan la Prefectura de La Cejita al grito de: ¡Viva León Colina! Con Vetancourt se encuentran los hermanos Florencio y Rafael Briceño.
Luego en Carvajal se enfrentan a Francisco Briceño que muere por las heridas recibidas en el combate. Las tropas zulianas están prestas a atacar, pero se ocupan de tomar las zonas del Lago, que señalan como amenazadas. Pero desde Trujillo se organiza un nutrido número de tropas para enfrentar la intentona. El Partido Araujista está al frente con nada menos y nada más que el León de la Cordillera; Juan Bautista Araujo; cuentan también con Joaquín Gabaldón José Manuel Baptista, Juan Bautista Saavedra, Wenceslao Briceño y Natividad Santana.
En Valera se alzan los generales Paredes, José Dolores Olarte y Ramón Hernández entre otros.
Los alzados tratan de huir al estado Lara, pero son apresados entre ellos es capturado el Gral. Vásquez con un grupo importante de los rebeldes. Vetancourt es apresado en los llanos de Monay en donde se le abre un juicio por rebelión en Trujillo.
Juan Araujo derrotó a los alzados en los llanos de El Cenizo. El mismo Gral. Araujo detiene al su homologo Vásquez gritándole que se rinda, cosa que tiene que hacer el Gral. Vásquez ya que se encuentra herido.
Este alzamiento los adictos de los Araujo y Baptista con sus periódicos acusaron al Gral. Vásquez de ser "un fanático comunista", él y todos sus seguidores.
El periódico El Trujillano escribe en sus páginas: "El General Francisco Vásquez y los comunistas sus cómplices"
Una carta anónima que llega a la Columna Remitidos procedente de Trujillo señala que "el comunista Vásquez y sus seguidores pretendieron llevar al poder a ciertos magnates.
Continúa el panfleto: "Los comunistas del Zulia, los mismos que en tiempos de triste recordación se creyeron dueños de vidas y haciendas, acaban de sufrir el más triste desengaño, Vásquez y toda su cáfila de aventureros se hallan en la cárcel de esta ciudad.
En la detención del jefe del alzamiento es vejado cuando lo llevan a Barquisimeto amarrado por el cuello y los brazos. Los periódicos también acusan a los generales marabinos Venancio y Rafael de estar conspirando contra de Guzmán Blanco.
Vásquez no se da por vencido y desde el calabozo donde se encuentra preso escribe al Presidente Guzmán explicándole que el alzamiento no era dirigido en su contra sino en contra de los jefes del circulo araujista.
Al Gral. Vásquez lo llevan a Caracas y el 28 de mayo de 180 es liberado por el Gral. Guzmán Blanco, a pesar de que sus enemigos lo trataron de acusar de que su alzamiento estaba de cómplice con el del Gral. León Colina. Pero el Presidente sabía que este había sido hostilizado por sus enemigos del partido araujista.
Tuvo que acudir Vásquez a las armas a pesar de ser muy buena amigo y leal servidor del Presidente Guzmán ya que veían con inquietud la alianza de los Araujo y Baptista con el gobierno.
Este alzamiento es una parte de los hechos de armas de este destacado militar trujillano, que nos honra como trujillanos.
Extraído del libro "LOS CAUDILLOS TRUJILLANOS Y SUS HISTORIAS" de José Rosario Araujo