La aparente resignación de los venezolanos, ante la interminable crisis económica que padece el país, pareciera darle largas a este gobierno carente de moral, populista y mentiroso. La copia de la política implantada en Cuba por los Castro, ha dado resultado en Venezuela.
Vecinos que vigilan a los otros para evitar protestas (CDR en Cuba) , Asamblea Nacional a la medida del presidente y si no es así , le nombran una asamblea paralela, gobernadores de oposición con un poder llamado "protectores" que les invisivilizan, la ley contra el odio para castigar a los que protesten y publiquen denuncias contra los funcionarios chavistas corruptos.
Es todo un juego del poder, donde Maduro se martiriza todos los días, denunciando a un imperio de los Estados Unidos que lo tiene asediado y no lo deja hacer nada.
La contradicción del discurso de la igualdad y la vida suntuosa de los Maduro - Flores, pero los seguidores fundamentalistas del PSUV, justifican porque él es el presidente.
Las medidas represivas gubernamentales son tan efectivas que persuaden a cualquiera de intentar tomar las calles para desenmascarar la miseria y la pobreza. La inflación es insoportable, los salarios convertidos en limosnas porque ahora el dólar del "imperio" es la moneda que vale en Venezuela. El bolívar es un saludo a la bandera y los grupos colectivos armados junto a los cuerpos represivos del Estado, se encargan de que todo "esté bien". Una dictadura miserable, un gobierno basado en el militarismo y la represión que habla de igualdad social y de una imaginaria economía en progreso.
¿Progreso para quién?
¡ cosas veredes que no crederes !
