El Día de la Aviación los aviones se quedaron en tierra

El día de la aviación, el 27 de noviembre, se celebraron los 30 años de la respuesta digna y viril que los soldados del aire dieron al llamado de la Patria que padecía pisoteada por malos gobiernos. Aquel movimiento fue antiimperialista, anticorrupción, sueños de futuro digno. Esa manifestación militar acompañaba a la del 4 de febrero, era movida por las mismas inquietudes.

Esas dos fechas se hicieron históricas, se agigantaron en el recuerdo de la masa, no por lo estrictamente militar, sino por el contenido ideológico que las movía. Fueron movimientos de cambios profundos en la organización social, crearon inquietudes de futuro y les dieron respuestas. La Patria no podía seguir sufriendo los malos gobiernos que condenaban a millones de sus hijos a penurias sin nombre, pisoteaban la Soberanía. No fueron movimientos para remozar al capitalismo, para instaurar gobiernos tiránicos como es costumbre en este continente. Su actuación sorprendió gratamente al mundo. Unos militares revolucionarios, nacionalistas con visión universal, se ponían a la vanguardia de los más hermosos sueños de la humanidad, y los concretaban: propusieron una nueva organización social, no un cambio para que todo siguiera igual. He allí su grandeza.

Es impresionante la similitud de las condiciones que impulsaron aquellas insurrecciones militares con las condiciones que hoy vivimos, si alguna diferencia cabe es que ahora la situación es peor, más dramática: no hay antiimperialismo más allá de las palabras, la corrupción campea, la Soberanía es violentada todos los días, el pueblo padece como nunca. Todo lo avanzado con el gobierno de Chávez, que nació de aquellas pasiones, retrocedió con el madurismo a épocas de horror que se internan en la penumbra de los tiempos, similares a las primeras dictaduras de nuestra historia.

El momento es de confusión, así lo promueve el capitalismo y sus adláteres, el gobierno y la oposición. Con descaro pactan la entrega del país, con desfachatez entregan la soberanía. No obstante, no pueden resolver las contradicciones en su propio seno, producto de la mezquindad de metas, de la cortedad de sus ideologías egoístas. Ellos, gobierno y oposición de derecha, la alianza gobernante, están de salida, no tienen ideología que los sustente en época de crisis, no tienen soluciones para este país más allá de venderlo por trozos, como ya hacen en común acuerdo. El dilema hoy es qué vendrá después de esta costra, no podemos regresar a un pasado que ya el 4 y el 27 habíamos superado.

Hoy vivimos preámbulos de medidas de emergencias, la Constitución previó estas situaciones y el artículo 350 garantiza, consagra, la vía para salir de las crisis, por encima de las contempladas para épocas normales. La realidad, tal como lo hizo hace treinta años, exige salidas de emergencia. Solo que ahora el país tiene un ejemplo a seguir, un camino señalado para ser continuado. El esfuerzo, el riesgo, el sacrificio de los jóvenes del 4 y del 27 no está perdido, su ejemplo, en estos días oscuros guía a los jóvenes. Hay esperanza y hay camino. Estamos seguros que los sueños que impulsaron el 4 y el 27 volverán a los cielos de la Patria.

¡CHÁVEZ, ESPERANZA Y CAMINO!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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