Es un símbolo del pasado de bonanza y progreso. Actualmente sobrevive como valor numismático de una economía deprimida, que tiene como referencia y moneda circulante al dólar.
Se acabó la Venezuela considerada por los inmigrantes, como el paraíso.Todo se disolvió a través de un discurso contra la riqueza, contra el Progreso, la productividad y un desmedido afán por apologizar la miseria en el pueblo. Un discurso reforzado con la aplicación sostenida de políticas económicas inviables.
En Venezuela se ha consolidado durante más de 22 años (desde 1998), una cultura de aceptación del empobrecimiento, la marginalidad, la delincuencia y al mismo tiempo se ha ido incrementando poderosamente la dependencia respecto al Estado.
El desaparecido teniente coronel Chávez y su legado oprobioso y destructivo, ha envilecido la vida del venezolano.
Hay una conducta y un pensamiento masivo uniformado, mediocre, pasivo y entregado. Increiblemente defendido por intelectuales, profesionales universitarios y los otroras "revolucionarios" que condenaron la IV República y que hoy detentan sendos cargos en el alto gobierno, sin importarles el retroceso moral, académico, tecnológico de nuestra nación.
Mientras el presidente Maduro habla de progreso y mejora de la nación venezolana, los salarios se convierten en paupérrimos consuelos de tísicos, estigmas de pobreza y marginalidad.
Es inconcebible como en la propaganda gubernamental y el discurso político del ejecutivo nacional, los ministros y todos los funcionarios públicos, le mienten al pueblo de Venezuela. Pero más preocupante aún, es la actitud tan pasiva y resignada de los ciudadanos. Por ello estoy convencido que el plan de Hugo Chávez bajo la tutela del régimen cubano, ha triunfado.
La pobreza y la mediocridad, son armas del chavismo para quedarse en el poder.
¡ Cosas veredes que no crederes !
