El sufrimiento salarial

Nosotros los que pertenecemos a esta clase obrera venezolana estamos en estos momentos atravesando por una de las peores situaciones de la historia del país. Nos sentimos golpeados y traicionados por un gobierno que se decía llamar «obrerista«, o lo daban por calificar de «progresista» del cual, desde hace más de 7 años, de los 10 que lleva, perdió esa esencia y, conjuntamente con la patronal vienen como tren descarrilado, llevándose por el medio y arrasando con todos los beneficios sociales y económicos de los trabajadores.

Esos mismos derechos que logramos conquistar mediante luchas de años y que, desde el inicio de este siglo XXI, con el apoyo del presidente Chávez, se logró discutir y redactar en lo que fue y es, la novedosa Ley Orgánica del Trabajo (LOTTT) y por supuesto, como derecho sagrado en la Constitución (CRBV). Ahora nos acaban de dar este golpe artero, y lo que considerábamos sagrado, ha terminado siendo obsceno y prohibido, sobre todo en estos 2 años, por el presidente Maduro.

Para el gobierno y las mayoría en la AN y en la dirección nacional de los séquitos de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores y Trabajadoras (CSBTT), que en las vueltas que da la vida, en estos momentos históricos, les resulta que es mejor las bonificaciones que indexar el salario. Qué tiempos aquellos, cuando con muchos de ellos, peleamos contra los gobiernos de CAP, Herrera Campins, Lusinchi y Caldera y nos emparentábamos en las calles con consignas y pancartas exigiendo aumentos de salarios. Da arrec….ra. Estos señores, si tenían algo de clasistas o revolucionarios lo lanzaron al séptico.

Ellos son los mismos que de un tiempo para acá han venido cocinando a fuego lento toda esta tramoya: Primero, hechos los cochinos miao, comenzaron por la eliminación de los contratos colectivos; luego con la eliminación de los sindicatos y/o el impedimento de convocar elecciones sindicales, si ven que la tienen perdida, y en este mes mayo 2023, de ponerse la «Corona a los reyes» como el recién rey coronado Gran Bretaña. Ellos mismos, sin convocatoria y sin previo aviso, se la impusieron con la destrucción del Salario Mínimo Nacional.

De este golpe mortal a los asalariados, a la LOTTT y a la CRBV, lo más triste de todo acontece, bajo la mirada complaciente de la CSBTT. Ese mismo organismo, genuflexo y complaciente, del cual, los principales «jefes«, se llenan la boca diciendo que este es un gobierno obrero. Esos mismos que ya tienen 12 años de haber sido escogidos a dedo y que nunca desde ese año 2011, han realizado elecciones para ocupar los cargos en esa central. Siendo tan ilegítimos como desclasados , pretenden legitimar, al gobierno de quién ha sido su eterno jefe sindical, comando jefatural que viene asumiendo desde la corriente sindical de donde proceden.

Pero, eso es harina de otro costal. Ya vendrá el día en que esto salga a dilucidarse. Ya llegará el momento de lavar la ropa. Ropaje que además tendrán que quitarse la mayoría de los dirigentes de las direcciones de la Federaciones regionales y de ramas sectoriales: muchos pasan los 20 años sin haber sido elegidos en elecciones democráticas.

Mientras tanto, dediquemos nuestras reflexiones y todos los esfuerzos, al cómo hacer para al fin tener el derecho a un salario digno y poder rescatar nuestras prestaciones sociales. Dejemos a otros, sobre todo a los de la ropa sucia, para que vayan a los medios de comunicación a cada rato, a aplaudir el genocidio que se está cometiendo con nuestros beneficios sociales y económicos, al mismo tiempo, con la vida y dignidad de nuestros jubilados y pensionados.

Por tanto, desarrollado este vía crucis, me atrevo a sugerir a los distintos organismos de base que han surgido últimamente en esta lucha en defensa del salario como ese «FRENTE POPULAR EN DEFENSA DEL SALARIO» y los otros más que ya existían, a que precisemos en nuestro objetivo estratégico, para enrumbar y sumar a muchos más hermanos de clase en esta pelea, que esta en plena acción.

Por Ejemplo:

1) La exigencia de un salario mínimo nacional digno con congelación de precios;

2) Por el derecho a la sindicalización y a la contratación colectiva;

3) Por el rescate de nuestra constitución;

4) Que se haga justicia y vayan a la cárcel todos los corruptos.

Parecerá a muchos eso que sintetizo en 4 puntos, una tontería o que es sólo un rebusque a este escrito, al querer darle sentido principalmente a estás exigencias. Pero si no le metemos además del pecho, a la cabeza a quienes hoy sobreviven con 8, 16 o 32 dólares mensuales, que en esos reclamos se nos va la existencia misma y buscamos, a que muchos trabajadores de los que no están conectados hasta ahora en la incorporación y reivindicación de las movilizaciones dadas, no comprenderán que esos son los reclamos que hay que levantar.

Es necesario despejar las dudas de que no hay otro trasfondo, en este tiempo de rompimiento político y ya cercano a la fecha electoral. Este también es el camino de deslindar de esa tripartita diabólica integrada por: Gobierno, Fedecámaras y sindicatos burocráticos, que tanto ruido han hecho y querrán seguir haciendo. Subamos al cuadrilátero y hagamos el sufrimiento salarial.

Al gobierno hay que terminar de quitarle la máscaras. Y, sepan todos y todas que tuve muchas ilusiones en él. Hasta no hace mucho estuve justificándole todo: Repitiendo que la única causa de la situación mala que venía y sigue pasando, era el bloqueo y los saqueos que los imperialistas nos hicieron. Pero, al ver la película en medio de esta tormenta, y palpando como el gobierno de Maduro está de rodilla a los intereses de los empresarios nacionales y de las corporaciones internacionales, me ha empujado a tomar esta posición expresada acá. De más no está en reconocer, que hasta me ha animado de escribir esto, que ya es algo más, que cuando en tiempo pasado escribía volantes, llamando a la lucha contra lo que quedaba de la llamada IV república.

Sin embargo, este gobierno Adeco, Copeyano, perdón y disculpen, quería decir «revolucionario«. Lo que pasa es que uno termina confundido porque como están aplicando los mismos planes económicos y utilizando los métodos antidemocráticos de la derecha y hasta peores, ya nos parece que estuviéramos viviendo hace 30 años atrás. Lo más triste de todo esto, disculpen el despecho y la añoranza, es que esto lo está dando el gobierno que el pueblo más a defendido en este último siglo. Con sangre, sudor, lágrimas y mucho orgullo lo hicimos, pero aterrizamos en este cruel desengaño.

No soy ningún filósofo, no obstante ya sabemos que hay cuestiones como la mierdolada que no se perfuman. Compañeros, Compañeras y connacionales que habitan en cualquier país de este planeta, no todo está perdido. Nadie va poder con nuestra irreverencia bolivariana, no van a doblegar lo bravío de nuestro pueblo y de la clase obrera. El proceso revolucionario sigue vivo, y no importa que estemos infectados de este COVIDContra, que está haciendo el mismo papelón que jugó los Contra en Nicaragua.

Un tal Trotsky, y que decía que la revolución debe ser permanente y así debe ser. No puede ser posible que estos que se disfrazan de corderitos rojitos y que se creen mas revolucionarios que el Ché, porque cargan puestas unas franelas rojas con los ojitos de Chávez, nos van a derrotar con su traición. Los verdaderos revolucionarios debemos unificar criterios para salir y hacernos escuchar en una sola voz, con propuestas serias para los trabajadores y frentear el gobierno en su neoliberalismo agónico, antidemocrático y tardío. Sin guerras intestinales entre nosotros mismos, llegó el momento de demostrar de qué madera estamos hechos camaradas.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2119 veces.



Osman Cañizales


Visite el perfil de Osman Cañizales para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: