Tendríamos que ser muy inocentes para pensar que quienes nos llevaron a la orilla del precipicio, intenten evitar que demos el próximo paso, la realidad venezolana viene rodando de lo malo hacia lo peor y nada o muy poco se salvo del desastre. Pero que hacer para que nuevamente podamos creer a quienes nunca aciertan en sus lecturas del destino, que son como pitonisas que nos dicen que el mundo que viene es mejor y cuando se cumple el plazo en que se va a realizar el milagro, nos damos cuenta de que nuevamente fuimos engañados.
Una propuesta simple es que se proponga como ley orgánica que en los discursos gubernamentales se coloque un polígrafo a quien está prometiéndonos y claro que el resultado del polígrafo sea observado en tiempo real, imagino que algunos podrán pasar dicha prueba airosos, pero serian muy pocos los que podrían burlar ese artilugio tecnológico (parte del desarrollo de las fuerzas productivas)
Lo otro ya veremos y claro un teléfono abierto para hacer preguntas necesarias acerca de la corrupción que hoy al parecer sumo a mas de los que creíamos a sus filas. No deben existir excepciones y el polígrafo deberá ser conectado a todo aquel que le de por prometer o comprometerse desde puestos o cargos gubernamentales, cargos de elección popular o no. Al parecer difícil ganarle a la maquinita conocida como el detector de mentiras. https://www.youtube.com/watch?v=BDqZVpzrY3U Vale la pena ver como incluso esos señores de uniforme y canana incluso frente a testigos, testimonios, son capaces de mantener una mentira mayúscula.
Imagino que somos millones los que le hemos perdido la confianza el quienes nos gobiernan, cualquiera que transite por los caminos fronterizos de la republica vera que son cientos y cientos que se van desplazando, por esos caminos llenos de peligros, llenos de dificultad, veremos rostros que han perdido la fe en un mejor presente y por lo menos en el futuro muy próximo. Trabajo difícil será recuperar la confianza de toda una nación. https://www.youtube.com/watch?v=4zEh1HkLR7g
En Valencia la de Venezuela pude ver como entre decenas de amigos que hasta hace algunos años marchaban enarbolando banderas, gritando consignas e intentando justificar la caída al vacío de nuestro símbolo monetario mientras pagaban un kilo de carne con cientos y cientos de billetes que eran menos valiosos que el papel bond. En el presente los veo cabizbajos, deprimidos, golpeados en lo emocional y emitiendo monosílabos para no hablar o no emitir juicio sobre el desastre que vivimos.
Los venezolanos que se quedaron van reinventando y el amor a la nación esta intacto, pero la desconfianza frente al gobierno y a quien nos gobierna es mayúscula, en estos días donde espero se este despejando la nube de smog que no nos permitía ver más allá de nuestras manos en lo político, en lo social, en lo económico. Los venezolanos van creando soluciones los matemáticos ahora crían puercos, los educadores ahora protestan en la calle, las víctimas de violación a sus derechos humanos demandan que se les aplique justicia a los culpables (a pesar del silencio de FUNDALTIN) y parece que la cosa marcha y marcha hacia adelante.
Y mientras no este el polígrafo conectado cerca de quienes prometen y prometieron solucionar los problemas de toda una nación. "LA VERDAD NOS HARA LIBRES" ojalá y que nuestra nación no vuelva a ser victima de la mentira, que funciono como propaganda política. De repente un polígrafo, de repente.