No se necesitan grandes estudios académicos ni entrar en un mundo filosófico para entender cuáles son los principios morales y éticos de una sociedad socialista y una sociedad capitalista.
En la práctica diaria en nuestra comunidad los líderes opositores y chavistas nos indican que entre todos estamos construyendo una nueva sociedad en donde imperen los principios socialistas de solidaridad, inclusión, respeto, honestidad, igualdad, amor por los demás, y el sacrificarse uno, incluso, por los demás y, lo más importante es la participación protagónica de todos los vecinos.
En días pasados se presentó una polémica en mi barrio entre vecinos unos que con solo verle su expresión de odio en el rostro y en las palabras que vomitaba lo identificaban como un ácido opositor a todo lo que oliera a Chávez y de otros, unos Chavistas y otros no que participaban en el debate.
La polémica se puso más interesante cuando les decía que en el barrio tantos los líderes opositores que conforman las mesas de trabajo (agua, salud etc.) como los Chavistas del recién nombrado Consejo Comunal, entre todos, estamos construyendo la sociedad socialista ante la voracidad egoísta e individualista de la sociedad capitalista ya que a éstos solo les interesa su beneficio económico para aumentar sus ganancias, son ellos solos y su dinero, son capaces de acabar con el planeta con tal de ver aumentados su capital.
El Morocho arrecho le dice al opositor Fulge quien lleno de odio no quiere entender un coño:
"No joda Fulgencio yo no sé un coño de eso de libre mercado y su mano que no se ve, pero el profe tiene razón si no anda y dile a un comerciante venezolano, chino, o árabe que te regale 100 gramos de queso y un pedazo de pan porque tienes hambre ya que tu puta pensión no te alcanza pa un coño."
