La pelea es vieja, tan vieja como la humanidad misma

Sucesión generacional

Lunes, 05 de junio de 2023.- Este concepto de sucesión generacional, no muy aceptado por muchos, escasamente asimilado por otros y francamente y lastimosamente, manejado con éxito, por muy pocos, es precariamente utilizado en muchos de nuestros países donde es prácticamente inexistente.

Casi no se le conoce, ni se le toma en cuenta y ni se le nombra, mucho menos es utilizado por quienes tienen la responsabilidad de visualizar y planificar acciones futuras que garanticen la continuidad de las operaciones necesarias en toda sociedad organizada, requisito fundamental para su apropiado funcionamiento, tanto en el ámbito público, como en el privado.

Será que nos consideramos imprescindibles, indestructibles y prácticamente eternos, que no consideramos esa posibilidad.

Con honrosas excepciones, afortunadamente.

O también, puede ser, por razones razones prácticas o de supervivencia financiera que estamos obligados a seguir en la lucha diaria o por la de aquellos que argumentan que no les gusta quedarse en la casa, sin hacer nada, como quien dice.

La sucesión generacional parte del principio, ineludible, por cierto, que biológicamente envejecemos, perdemos facultades o simplemente, queremos descansar o dedicarnos a otras cosas antes de emprender el viaje a otras dimensiones.

Probablemente tenga que ver con el apego al poder y todas las gracias que le acompañan, o a esa sensación que tenemos que todavía podemos ser útiles y necesarios, que ahora es cuando y que tenemos muchas cosas y muchos proyectos por realizar.

Eso último no es malo, salvo para quienes quieren abrirse camino y traen toda la energía del mundo y pujan por pasar.

La pelea es vieja, tan vieja como la humanidad misma.

La gerontocracia está instalada y tiene sus leyes estrictas e inamovibles.

Pero la biología, a pesar de los avances de la ciencia, se impone y está presente en la evolución de los tiempos de vida útil.

Batalla, muchas veces silente, pero real y precisa.

Choque de trenes que van en la misma dirección, pero a diferentes velocidades.

Muchas veces no lo queremos o no lo podemos ver, pero eso no significa que no exista.

Manejémoslo con sabiduría y amainemos sus efectos, total, debe ser en beneficio de todos.


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Luis Enrique Sánchez P.


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