Nadie viene al mundo porque quiere, todos ven por primera vez la luz simplemente porque los traen, casi obligados, a este valle de lágrimas. No somos producto de la voluntad divina, somos consecuencia de un momento de placer de dos seres que copulan para que llegue una criatura a un mundo hostil y de esta manera contribuir a la sobrepoblación humana mundial. Un nuevo ser que consumirá alimentos contaminado, respirará aire viciado, quien sufrirá la escasez de agua potable, quien soportará la lluvia de ondas electromagnéticas y deberá estar atento a una que otras desgracias que asolan al planeta. Conocerá en el futuro las adversidades, algunas naturales y otras provocadas por los ricos que se benefician del 80 % de los recursos del planeta. Una nueva víctima que, cuando se haga adulto, se incorporará a un mercado de trabajo altamente competitivo para devengar un salario miserable. Un nuevo ser que no está preparado para un futuro incierto que lo convertirá en una persona enferma psíquicamente debido a las graves crisis políticas, económicas y sociales permanentes que desde hace siglos asola la humanidad.
Cuando el neonato se desprende del cuerpo de la madre, son muchos los que hacen planes con el destino del recién nacido. Desde los padres, hasta un gobierno mundial que nadie imagina que existe. Los progenitores deciden desde el nombre de la criatura, la comida que va ingerir, la religión que va a profesar por imposición, sobre la escuela o colegio donde va a estudiar, hasta la universidad donde obtendrá un título para entrar en el mercado de trabajo competitivo. Todo esto con la idea que son los padres quienes saben lo que es lo mejor para sus hijos.
Sin embargo, es harto conocido por todos que muchos padres se divorcian, porque de alguna manera u otra la pareja no congenia y aquella unión basada, en un principio, en el amor, luego se convierte en un fracaso. Es decir, aquellos que se equivocaron en escoger la pareja pretenden definir el destino del ser que llegó al mundo sin ser consultado. No solo erraron como pareja, también le transmitieron al o a los herederos una religión que genera angustias, ansiedad y desvelos, transfiriendo la idea de un dios, al cual hay que temer. Una deidad energúmena que todo lo resuelve con huracanes, terremotos, diluvios, guerras, epidemias entre tantas desgracias para hacerle pagar a los humanos por los pecados ajenos. En el peor de los casos, si los padres son portadores de algún virus que transmite una enfermedad genética, les transfiere a sus herederos un padecimiento consanguíneo y casi siempre incurable. Pero no solo estos males son transmitidos a los descendientes, muchos padres con padecimientos propios de protervos hábitos alimenticios, como la obesidad, le acarrea esas malas costumbres gastronómicas a sus hijos y como consecuencia, padecerán los mismos achaques de sus progenitores, tales como sobrepeso, diabetes, insuficiencia cardíaca, riesgo de cáncer, problemas digestivos entre tantos. Como se observa, la ignorancia de los padres en materia nutricional la pagan sus hijos, convirtiéndose a largo del tiempo en adultos con diversos padecimientos.
Como se observa, el niño que recién nace se transforma con el tiempo en una especie de robot a cual se le ha planificado la vida, sin que este descubra el verdadero sentido de su presencia en el planeta, que quizás no existe. Pero aquí no termina todo, fuera del área de influencia de su hogar obran otras instituciones cuya función es ejercer influencia sobre todos los habitantes de la Tierra. Se trata de los "think tank" ("tanque pensante", traducción del inglés), instituciones privadas de investigación en el área de las ciencias sociales, una especie de laboratorio donde se gestan ideas y mecanismos de influencia para distintos grupos de interés. Son establecimientos complejos, en los cuales individuos de alto rango académico confeccionan documentos de carácter político e ideológico que sirven de arma al gobierno estadounidense en su enfrentamiento con el mundo que pretende dominar.
No cabe duda que para tales pretensiones, dominar el mundo, estos tanque pensantes deben ejercer influencia en todas las áreas en las que se desenvuelven los humanos, es decir en la cultura, en la política, en la economía y en todas los estamentos sociales donde están involucrados los seres humanos. Y para tal pretensión debe contar con un sistema de comunicación que le permita llevar el mensaje a todas las regiones del planeta. Esto no es nada nuevo, EEUU cuenta con un diversos medios de comunicación para ejercer influencia sobre miles de millones de seres humanos desperdigados en los cinco continentes: la televisión, el cine, las redes sociales, las redes de información de noticias, la prensa escrita y audiovisual, además de un sistema editorial que le permite a través de obras impresas y digitales llevar el mensaje que al sistema le interesa. Por desgracia, la información está tan bien elaborada y manipulada que el consumidor no es capaz de descifrar el mensaje que le permita descubrir la verdad encubierta por muchas mentiras. Es por eso que al sistema le interesa que la mayoría de la gente con acceso a esta información sea estúpida. Por tal razón la mantiene entretenida con competencias deportivas de todo tipo, desplegadas durante todo el año en los estadios y también presentadas en la televisión. Y no solo deporte, las personas siempre están aletargadas durante la entrega de un premio en el área del entretenimiento, así mismo, asistiendo en lugares públicos a espectáculos musicales donde se presentan artistas de moda, como consecuencia, el público que los escucha se mantiene narcotizado con alguna droga o alcohol. Nada de esto es casual, todo esto está perfectamente programado desde algún lugar de la Tierra.
Mientras todo esto ocurre, mientras los jóvenes y adultos están mirando televisión, entretenidos con las redes sociales, asistiendo en un lugar público o un estadio a un evento deportivo o musical, otros sujetos, representantes de los malsanos grupos políticos, económicos, militares, financieros, industriales, agroindustriales, emporios globalizados, están planificando cómo apoderarse de las diversas materias primas que están sobre y las enterradas en las entrañas de la Tierra, de igual modo, de las aguas tantos saladas como dulce, las primeras para extraer los alimentos y la segunda, para apoderarse de este recurso que pronto va escasear. Todo está planificado minuciosamente, ningún país podrá oponerse a sus pretensiones, primero porque la mayoría de los habitantes del planeta están sumido en su estupidez y no saben lo que está ocurriendo y segundo, porque si hay alguna oposición EEUU cuenta con más de 1000 bases militares diseminadas por todo el planeta para mantener en cintura a quienes se opongan a sus designios.
Todo está planificado a la perfección, los tanques pensantes no dejan nada al azar. Son estos los que le trazan el destino del niño desde el momento de su nacimiento. Son ellos quienes deciden la religión que va a profesar, la comida que va a consumir, la ropa que va a usar, la música que escuchará, la literatura que leerá, el sueldo que devengará, la empresa donde trabajará, el tiempo que permanecerá activo hasta llegar a la jubilación, las enfermedades que padecerá ya que son las grandes laboratorios los que inventan los virus que matan y las vacunas que también ultiman a largo plazo, los fármacos que va consumir para curar enfermedades inventadas en algunos casos por los médicos, entre tantos asuntos en los cuales están involucradas las personas y sin embargo, son otros los que deciden por él. Debido a esta manipulación los seres humanos nunca descubrirán lo que quería ser y hacer, desde su nacimiento otros deciden por él, transformándolo en un infortunado consumidor.
Actualmente la Tierra debido a políticas erradas de los líderes, de los empresarios y los malévolos fabricantes de armas advirtieron que la materia prima del planeta tiende a escasear debido a la sobreexplotación, que los pobres cada día aumentan, que no habrá alimentos para saciar el hambre de miles de millones de terrícolas, que la basura aumenta cada vez más y no hay planes para resolver este problema, que las fábricas pueden funcionar con robots, que la inteligencia artificial puede reemplazar la mano de obra humana, que se puede hacer dinero con papeles financieros sin necesidad de producción en el campo, entre tantos problemas y aciagas soluciones. Fue entonces cuando los tanque pensantes tomaron la mejor decisión: acabar con una gran parte de la población, tal como lo vienen haciendo desde hace tiempos remotos, pero en este siglo está mejor planificada y para esto nada mejor que hacer uso de los laboratorios y de la farmacología.
La prueba de lo anterior fue la reciente pandemia del virus covid 19, según algunos especialistas en bacteriología y virología aquella es una toxina creada en un laboratorio con una sola finalidad: acabar con una parte de la población y en su mayoría las personas de tercera edad, por ser estas improductivas. Y no solo inventaron el virus, así mismo, las vacunas concebidas en ciertos laboratorios tienen la misma finalidad que el covid 19, es decir acabar con la otra parte de población que no expiró durante la pandemia. Si a lo anterior se le agrega la guerra de EEUU, la UE y Ucrania contra Rusia, las pretensiones de EEUU y la UE contra China y el conflicto eterno en el Medio Oriente, además de la pobreza que está acabando con millones de niños y adultos, da la impresión que los tanque pensantes están cumpliendo con el plan de acabar con un alto porcentaje de la población.
Nada de lo que ocurre en el planeta ocurre al azar, los tanques pensantes planifican en función de una población estúpida que no se preocupa por lo que está ocurriendo en el orbe, por eso pone en ejecución toda una maquinaria para manipular para que la gente no se de cuenta que no son lo que quieren ser sino que son un producto del sistema. Razón tuvo el escritor italiano Giovanni Papini cuando expresó: "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero". Lee que algo queda.