¡Puro cuento chino! El dictador anda de Fiesta en Elorza porque estuvo en China y firmó 31 acuerdos y parece que ahora sí nos vamos a salvar de las guerras económicas, mediáticas, psicológicas y todas las que se han inventado la dictadura. Alguna vaina le dijeron allá acerca de la delincuencia que hay aquí, porque esos chinos nos dejaron un fondo chino que la dictadura lo dejó en el fondo, precisamente, es decir, se lo llevaron todo, y seguramente ahora allá le dijeron al dictador: "para nosotros volver a caer con ustedes, tiene que acabar con la delincuencia que nos dejó sin leal y sin lopa en el fondo chino". Y el dictador llegó y dio la orden: "Eficiencia o nada en Tocorón" Y hasta allá se fueron 11 mil militares a darle un parao a los pranes que venían gobernando mucho más que cualquier alcalde y gobernador del país. Desde ahí, desde Tocorón, Tocorón, Tocorón, como decía Andrés Eloy Blanco en su poema Pesadilla con tambor. Desde ahí gobernaban por celular a todo el país, y atraca ahí, y allá, y más allá. Y el país estaba siendo gobernado desde Tocorón y Miraflores. Lo que pasa es que el dictador se olvidó de que también hay muchos delincuentes que no están en Tocorón, si no que están ahí cerquita de su entorno, como lo estuvieron los que salieron con su braga anaranjada y otros que no han salido pero que sabemos. Es decir, por lo visto fue una orden desde China para que pongan orden en la sala situacional.
La vaina tiene también su tinte electoral. Porque es ahora, cuando se acercan unas elecciones, no las nuestras, o sea las primarias, esas ni siquiera sabemos si van o no van, las que sí se acercan son las que la dictadura ya está preparando con estos golpes. Así, agarrando delincuentes y pranes por allá, y deteniendo los trenes de Aragua y del Llano y del Centro y de Oriente, con todos los trenes detenidos, la vaina puede mejorar un poco, porque es bien arrecho que te ganas un sueldo miserable y antes de llegar a tu casa te atraquen, esa vaina no lo aguanta nadie, como decía en sus buenos tiempos el compañero Luis Herrera, o como diría el otro compañero, Luis Piñerúa Ordaz, ¿Es esto correcto? Así que hay que evitar un poco la vergüenza porque la vaina se está notando mucho. Hasta los chinos estaban enterados de que aquí mandaban más los pranes que los alcaldes y gobernadores. Y es que la vaina se nota mucho, porque usted pasa por esos pueblos del interior o del llano y ahí lo que se ven son perros tristes, como en la canción del amigo Otilio Galíndez. Seguro que la dictadura nos presentará otras sorpresas, porque el año electoral da para todo, y esas cosas hay que irlas haciendo desde ya. Seguro que en los servicios públicos van a hacer cualquier vaina para mejorarlos, porque carajo, chico, no hay derecho, que no haya ni una curita en los hospitales. Y lo peor es que nosotros, que podemos salvar esta vaina, no sabemos cómo carajo llegar al poder porque de todas partes nos llegan órdenes y nadie le para bola a nadie.
Y la vaina es que tampoco aprendemos, cómo es posible que el poeta Leopoldo y su primera combatiente salgan diciendo en una entrevista que echaron un polvo en la cárcel mirando un cucarachero que estaba cantando ahí. Es que no aprendemos. A quién le interesa esa vaina. Aquella entrevista se convirtió en el hazmerreír de la comarca, y qué dirá esa gente del barrio Salamanca, allá donde vive el poeta. Ya están diciendo que seguro el departamento donde viven los dos está lleno de cucarachas porque eso los excita que jode. Así no se puede seguir luchando por este país, mi país, tu país.
El papá de Margot vio en la computadora todo lo que estaba pasando en Tocorón y se puso de pie y declamó: "Como decía el poema del compañero Andrés Eloy Banco: "Tocorón. Tocorón. Tocorón. Chacón. Chacón. Parra Picón. Parra Picón. Parra Picón" Después que terminó se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina gritó: "Aquí está uno que se escapó de Tocorón".
-Mátame si quieres, pero no me dejes. –Me canta Margot
