En algunas partes del país, muchas personas confiesan haber visto pasar al comandante Chávez. "No puede ser, él está muerto", dicen otros. Algunas personas, ante este rumor tuvieron que ir al sepulcro de Chávez y verificar que estaba allí. Y en efecto, allí estaba. No era un caso de resurrección, pero, pudo ser la ratificación de la necesidad que tiene el pueblo de vislumbrar nuevos horizontes ante la debacle actual. Aun Chávez vive, puede ser la interpretación de esas visiones.
Pero, no vive porque sus discursos sean presentados en programas de televisión; ni porque en cada aniversario de su muerte o de su nacimiento solo se acuerdan de él; o porque la televisora del Estado todos los domingos coloca algún "Aló presidente" alusivo a alguna fecha importante solo para crear conciencia, que parece que mas nadie es capaz de hacerlo; un buen ejemplo es el ultimo "aló presidente" presentado en el momento en que se daba inicio a las clases, en el país. Chávez vive, porque el mismo lo dijo alguna vez, "Chávez, ya no soy yo, es un pueblo". Esa conciencia del pueblo es la que lo hace estar presente aun; y mas, en estos tiempos que se ha visto la falta que ha hecho.
Valdría la pena preguntarse, y, ¿Qué vio Chávez en esa vuelta que dio al país? ¿Se iría conforme? De seguro, vio muchas cosas malas así como buenas; sin embargo, no podía regañar a nadie. Mientras tanto, seguirá apareciendo en programas de televisión, repitiendo sus discursos certeros, premonitorios, que el pueblo seguirá apreciando; pero, que a los políticos del gobierno les da igual; para ellos, Chávez ya no vive; pues, se olvidaron de sus postulados. Los trabajadores, el pueblo en general, que era Chávez, hoy sufren.