Sin poder político no habrá salario justo

Al pueblo venezolano se le ha sometido a vivir momentos desesperantes, dificiles, este pueblo está "pasando roncha". Y todo, porque una facción de lumpens tuvo la habilidad de inocularse a lo interno de la Revolución Bolivariana, la que el pueblo soñó haberse dado para su beneficio. Pero la mencionada facción, logró desde dentro, cumplir con éxito la misión que la oposición progringa fue incapaz de llevar a cabo; desbaratar el proceso de construcción de las bases de una República soportada sobre el bien comun.

Ahora bien, asesinado Chávez, esta facción contrarrevolucionaria al servicio de las transnacionales y de la nueva burguesía madurista, comenzaron por defenestrar al pueblo del partido de la revolución y asi quitarle poder político y fuerza al proyecto socialista. El chavismo ya no pertenecía al pueblo quien lo creo, simplemente se reducia a ser parte de un discurso vacio al servicio de la tal faccion. Al mismo tiempo, pasaron a destruir a PDVSA y al conjunto de las empresas básicas del estado. Seguidamente destruyeron la agricultura y la ganadería, destruyeron el potencial de investigación y de crear ciencia, destruyeron las condiciones de hacer arte, destruyeron el estado de derecho, en resumen lograron destruir, por ahora, el avance de una revolución social, sencillamente porque el chavismo como pueblo, no tuvo la capacidad de transformarse en la fuerza politica que debía haber sido, simplemente se quedó en un sentimiento. A todas las revoluciones socialistas en el mundo les ocurrió lo mismo.

Esta faccion de lumpens que en acuerdo con la otra, la que está organizada en los partidos de la oposición progringa mantienen secuestrado el poder del estado en Venezuela, y se aferran a este, porque saben que hay un 80% de la población que los repudia y que no los quiere más en el gobierno.

No obstante, ese 80% debe trabajar duro, muy duro, para encontrar o producir una fórmula política que le sirva para transformarse de ser un inmenso porcentaje en una poderosa fuerza politica concreta, que asuma las riendas de la conducción de un nuevo estado popular, un estado dirigido y controlado por la unidad orgánica de pueblo, para ejecutar un programa de gobierno para superar la explotación, para superar las desigualdades, un programa que ponga a producir el país en funcion del bienestar de todo el pueblo.

Solamente con la instauración de un gobierno popular, que demuestre a diario que es un gobierno verdaderamente socialista, es decir un gobierno donde participe el pueblo como protagonista, ese día los trabajadores venezolanos recibirán un salario que corresponda a la satisfacción de sus necesidades radicales. A partir de ese momento la distribución de la riqueza en Venezuela se haría equitativamente. Se haría conforme al principio: "De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades" (Jeder nach seinen Fähigkeiten, jedem nach seinen Bedürfnissen)

En esta línea de pensamiento y accion, Venezuela, podrá ser bloqueada y sancionada por el imperialismo norteamericano, pero con un gobierno verdaderanente socialista seguirian funcionando las escuelas, los hospitales, la agricultura, las artes, seguiría desarrollándose la investigación científica y la innovación tecnológica, porque ese gobierno planificaria democráticamente con la participación protagónica del pueblo, el uso de los recursos y la riqueza nacional. Venezuela entonces dejaría de ser una finca para el dusfrute un una oligarquía y se transformaría en un República para el dusfrute de todo el pueblo.

Lo demás, es , aunque juntemos todas nuestras quejas, seguir manteniéndonos bajo las garras de este régimen explotador y alienante, enemigo del trabajo y de los trabajadores. Un salario justo se consigue si se tiene poder político y si ese poder es verdaderamente socialista.

 



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Arnaldo Aguilar Dorta


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