Definitivamente, los espacios de la política venezolana están llenos de individuos que solo destilan odio y resentimiento, y sobre los cuales, cada una de las palabras que expresan, no se merecen explicaciones, ni interpretaciones geopolíticas, porque su nivel de maximalismo está representado por lo más desgraciado e infeliz de la bazofia pensativa.
Así, que un gandul en lo literario e histórico, ex profeso, que se autocalifica de "periodista" cuando la realidad debería ser definirlo como palangrista del más alto nivel de panegirismo, y que por añadidura es un dizque "diputado" de una "asamblea" Nacional inflada en la cantidad de sus integrantes por la ilegal e ilegítima constituyente madurista (2017), se atreve a lamentar la "prematura" muerte del genocida Adolf Hitler, porque "le faltaba mucho por hacer con su gran obra en beneficio de la humanidad" [1], no solo revela el nivel de esa "humanidad" que profesa, cuando para él, Hitler es el ejemplo que deberían seguir los autollamados "socialistas" y derivados del grupo que representa, o sea, que este "ser" nos emplaza a tomar como máximas de "amor y hermandad" las acciones cometidas por quien junto con Truman cometieron la mayor barbarie del siglo XX, en matar a millones de personas por razones religiosas, étnicas o pensativas, y por ende, convertirlas en la referencia ideológica y de acciones que tenemos para el hecho humano del presente y del futuro.
Lo irónico, es que semejante carca, horas después de su infeliz publicación, con una especie de soliloquio y jerigonza, con periferias semánticas de latinajos, sale a decir, que lo dicho por él, fue un "exceso de redacción". Verbigracia, es tal su nivel de arrogancia, prepotencia y sobre todo cinismo, que intenta convertir en hablilla, la sevicia de cada una de sus palabras y pensamientos, y que al ser aceptadas por su grupo de marabuntas, testifican dos realidades, o son un grupo lleno de vesania, o son permanentes practicantes de la hibristofilia.
Por supuesto, que este tipo de grupos aviesos, hasta que no haya una condena masiva de sus "camaradas" y que además se aproximan con tales palabras a ser parte de unos bogomilos contemporáneos, con la salvedad que para ellos, al alabar a Hitler, se autoconsideran como los auténticos representantes de Satanás en el planeta ¿O lo negarían al hacer apología al genocidio de Hitler sobre los judíos?
¡Claro! Para una piltrafa pensativa de este nivel, le importa un ardite lo que se genere en el contexto de rechazo ante sus palabras, porque esa es la naturaleza de los regímenes neototalitarios. Para ellos solo se valora la asechanza dentro de su génesis de excremento, y acusar de perfidia, mejor con el remoquete de "traidor a la patria", a todo aquel que por alguna razón, se atreva a contradecirlos en su plétora de ignorancia y de necrofilia selectiva.
Suponemos que las universidades del régimen otorgarán dos "doctorados honoris causa" al autor de tal manifestación de "amor al prójimo". La primera en reconocer que Hitler es la columna vertebral del origen "socialista" que pregonan y su orientación genocida. La segunda por haber creado en la frase "exceso de redacción", la semántica de la post-verdad de quienes deberían tener semejante bazofia literaria y de pensamientos en la sima del averno.