El director del CICPC, comisario Douglas Rico informó sobre tu muerte como un suicidio revelando de esa forma que no te conocía. Si hubieses hecho lo que el CICPC dice que hiciste, habrías dejado una nota fidedigna responsabilizándote de tu muerte.
Cuando yo te conocí, por allá por el año 2012, siendo tú Provincial de los Misioneros de la Consolata en Venezuela, el hermano Korta s.j (QPD) nos llevó a Hernán González y a mí a una reunión contigo, pues estábamos preparando un viaje al Delta Amacuro hasta Moaina, ya cerca del Atlántico, aprovechando un recorrido del Instituto Radiofónico Fe y Alegría que nos llevaría a las comunidades de Araguaimujo, Bonoina, y Nabasanuka, dónde nos encontraríamos con unos misioneros de la Consolata.
Conocerte fue toda una experiencia pues eras la esperanza viva en camisa, bluejeans y alpargatas. Eras un potente antidepresivo de solo verte, de solo hablar contigo, por lo que el director del CICPC debe entender que es muy pero muy cuesta arriba creer que te quitaste la vida.
De acuerdo a la información que suministra la Agencia para las Obras Pontificias Misioneras, las comunidades del pueblo Guarao con las que vivías exigieron a las autoridades una investigación "sería y creíble"
Creíble. ¡Vaya palabra!
¿Qué es creíble en Venezuela hoy?
Tú sí que eras creíble, padre K’Okal. Tú estabas comprometido con los Derechos Humanos del pueblo Guarao y estabas levantando sus voces para la denuncia de la casa vez más preocupante trata de personas procedentes de los pueblos indígenas en la ruta del Delta Amacuro hacia Trinidad.
Te estabas metiendo con mafias peligrosísimas a las que tú presunto suicidio les convino tremendamente para que cundiera entre las comunidades el terror a su poder.
¿Por qué se suicidaría alguien que está dando una pelea tan ardua?
Teóricamente, padre K'Okal, una autopsia debería aportar pruebas concluyentes ya que, en las ciencias forenses, el ahorcamiento autoprovocado es un caso "de librito", cómo quien dice, pero, en Venezuela, la autoridad de las autopsias está tan venida a menos que el CICPC no debería tener problemas en comprender cualquier suspicacia.
Este país no sale del horror del crimen, del asesinato del cantante de rap Tyrone González, conocido artísticamente como "Canserbero" y el empresario artístico Carlos Molnar, ocurridos en 2015, y destapados ahora como resultado de que el poder fáctico que, en su momento, encubrió ese crimen abominable, supuestamente ha caído en desgracia. En ese caso la autopsia realizada a Tyrone González no se percató de que el cuerpo cayó sin vida, lo que las autopsias saben reconocer. Y no distinguió entre un tubazo en el rostro y el impacto en caída libre desde un décimo piso.
Para radiografía de nuestra situación como país, padre K'Okal, quienes montaron la escena del presunto suicidio de Tyrone González, tras presuntamente haber asesinado a Carlos Molnar, fueron unos efectivos del SEBIN y del CICPC.
Pero la lista es más larga. La inicia el concejal Fernando Albán, a quien des suicidaron para poder asesinar formalmente. Reconociendo así que alguien o algunos, lo torturaron hasta la muerte, subieron el cadáver a un piso alto del SEBIN y lo aventaron sobre la estación Zona Rental del Metro de Caracas.
Sin pretender ser exhaustivo, la autopsia del cadáver de Leoner Azuaje Urrea, ex presidente de Cartones de Venezuela, preso y bajo custodia del Estado en la Operación "Caiga quien caiga", no ameritó sanción ni para el director del Centro de Reclusión, ni para carcelero alguno. ¿Cómo explicarían las celdas con guindadero?
Si el director del CICPC, comisario Douglas Rico, afirma que sus experticias técnicas, sus pruebas, son concluyentes, ¿qué problema tendría la realización de una autopsia independiente solicitada por las comunidades Guarao?
En todo caso, padre K'Okal, quienes creemos que la fuerza de tu Fe, de tu Esperanza, de tu Caridad está viva en las comunidades Guarao que hoy exigen que tu muerte sea creíblemente explicada, para su satisfacción, la de la Justicia y el Estado de Derecho, sabemos que prevalecerá tu entrega, tu compromiso, tu vida de servicio.
Gracias por tanto amor, y hasta siempre.