Cuando se han cumplido 32 años de la rebelión del 4 de Febrero, comandada por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, es necesario hacer un recorrido histórico, que nos permita sopesar las causas de aquel acontecimiento que contribuyó al despertar del pueblo venezolano, que venía siendo engañado y traicionado por casi dos cientos años, desde la instauración de la Primera República en 1811, por no decir, los trescientos años de conquista y colonización que antecedieron a la época republicana actual.
Los sucesos del 4 de febrero de 1992, liderados por el Comandante Chávez y un grupo de militares patriotas, que se rebelaron contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que pocos meses después fue acusado e imputado por malversación de dineros del Estado, aparte de haber profundizado el estado de represión al pueblo, como se demostró en el "Caracazo" el 27 y 28 de marzo de 1989, donde se produjeron miles de muertos y desaparecidos y el sometimiento servil, al imperialismo estadounidense, como política de estado que se había institucionalizado sistemáticamente, a través del Pacto de Punto Fijo, auspiciado desde 1958, desde los Estados Unidos e impuesto a los partidos Acción Democrática, Copei y URD.
La rebelión del 4 de febrero, de 1992, logró despertar la confianza y el apoyo del pueblo venezolano, que se encontraba aletargado por años de desidia y abandono y desde aquel 4 de febrero cuando "amaneció de golpe" con la rebeldía manifiesta, comenzó a ver a Chávez como la esperanza de cambio y justicia social, ante un gobierno nefasto, cuyo Presidente, Carlos Andrés Pérez aplicó una serie de medidas neoliberales que se conocieron como el Gran Viraje o el Paquetazo Económico, las cuales podemos enumerar:
.- Eliminación de los subsidios a la gasolina y al transporte público, lo que provocó un aumento de los precios y el descontento popular.
.- La pérdida de empleos y de derechos laborales, al ajustar las condiciones de trabajo y eliminar las prestaciones sociales, y a privatizar empresas públicas estratégicas, lo que precarizó las condiciones de trabajo.
.- Liberación de las tasas de interés y de cambio, generando la devaluación del bolívar y una inflación que era insostenible.
.- Reducción del gasto público y social, lo que afectó negativamente a los sectores populares y a los servicios básicos como la salud y la educación, generando el aumento de la pobreza y la desigualdad social, favoreciendo a los sectores más ricos y poderosos del país.
.- Privatización de empresas públicas estratégicas, como la siderúrgica, la telefónica y la eléctrica, lo que implicó la pérdida de empleos y vulneración de la soberanía nacional, provocando el deterioro de los servicios básicos como la salud y la educación, al recortar los recursos destinados a estos sectores.
.- Apertura comercial internacional y la eliminación de aranceles, favoreciendo las importaciones, lo que provocó la disminución de la producción nacional y el aumento de las importaciones, debilitando el sector agrícola e industrial.
.- La violación de los derechos humanos y la represión de las protestas populares, al usar la fuerza militar y policial para contener el descontento social, y al censurar y criminalizar a los medios de comunicación y a los líderes, luchadores sociales.
Este conjunto de drásticas y anti polares medidas que produjeron hambre y miseria al pueblo venezolano, eran aplicadas en respuesta del Gobierno de CAP, al reconocimiento de las exigencias y mandatos del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que Pérez, solicitó un préstamo de 4.500 millones de dólares, disque, para enfrentar la crisis económica que afectaba al pueblo. Pero como podemos recordar, aquellos momentos, estas medidas sólo sirvieron para agravar la situación crítica a la fue sometido el pueblo, desde marzo de 1989, cuando el pueblo salió a las calles a reclamar justicia y dignidad, que se expresó en la más grande protesta, que conocemos como el "Caracazo", que fue brutalmente reprimida por el gobierno, de CAP, utilizando todas las fuerzas represivas del Estado dejando un saldo de miles de muertos y desaparecidos.
El 4 de febrero se conmemora como el Día de la Dignidad Nacional, en honor a los caídos y a los héroes de la rebelión cívico-militar que marcó el rumbo de la patria y la unión entre el pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
¡REFLEXIÓN!
Hoy, a 32 años de aquella gesta de libertad, cuando los venezolanos nos encontramos afrontando una de las más fuertes crisis vividas históricamente, producto de las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea, crisis también aupada por la corrupción administrativa y la desidia de quienes nos gobiernan, después de la partida física del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, los CHAVISTAS REVOLUCIONARIOS debemos reflexionar ante tal situación, que nos sigue afectando, aun cuando nuestro gobernantes nos aseguran que la economía del país va por muy buen camino, seguimos viendo cómo nuestra moneda la siguen, cada día deteriorando; el salario está por el suelo; la situación de los pensionados y jubilados es caótica; los precios de los artículos de primera necesidad cada día suben; los bonos no son suficientes para adquisición de la cesta básica, pero la política bonos, aunque de alguna manera sujetan la ruda situación, no son la salida de la situación económica de las familias venezolanas, DEBEMOS ESTIMULAR EL TRABAJO CREADOR y salir de la dependencia de los bonos; que tampoco inciden en las prestaciones salariales de los trabajadores, lo cual desmejora la condición de vida de los venezolanos y venezolanas.
¡LOS CHAVISTAS REVOLUCIONARIOS DEBEMOS SEGUIR EL EJEMPLO PATRIÓTICO DEL COMANDANTE HUGO Chávez!