Organizaciones que aprenden con Ética Pública: Un elemento necesario en la administración pública municipal

"Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos"

Nicolás Maquiavelo

 

El presente artículo se enfoca en la importancia de las organizaciones gubernamentales municipales que aprenden con ética pública. Los municipios como la entidad primaria de la organización nacional, se encuentran en constantes cambios que exigen procesos de adiestramiento para adquirir conocimiento, cambios de tipo estructural y gerencial, para estar adecuados a las exigencias del día a día que se presentan en la administración pública y convertirse en órganos y entes altamente eficientes, enmarcados en la ética pública.

Se realizó un análisis que permitió definir, describir y explicar cómo los órganos y entes municipales aprenden bajo las premisas y principios de la ética pública, el pensamiento ético de los servidores y servidoras, el cambio, la construcción de conocimiento ético y finalmente las vías para aprender y construir conocimiento. Las reflexiones finales a modo de conclusión expresan como la formación del servidor público en materia de ética es la clave para asegurar la evolución de la de los órganos y entes municipales, para garantizar que los cambios trasciendan y evolucionen para materializar el cumplimiento de su visión y misión en las comunidades.

La administración pública municipal en Venezuela requiere que los servidores públicos ejerzan sus funciones con conciencia, apegados a los principios rectores establecidos en el Código de Ética de las Servidoras y Servidores Públicos, si se desea lograr el cumplimiento de los principios constitucionales, relativos al Poder Público Municipal, su autonomía, organización, funcionamiento, gobierno, administración y control, para impulsar en los municipios el desarrollo social, cultural y económico, y coadyuvar así con los intereses propio de la vida local.

La ética pública es esencial en la administración municipal, como una instancia que aprende; establecer pautas de conducta en los servidores públicos, para que actúen con responsabilidad, integridad y eficiencia en el cumplimiento de sus actividades, tareas y funciones, con el propósito de generar cambios en los órganos y entes.

El incumplimiento de los objetivos es una señal de que la administración pública municipal carece de una sólida cultura de ética pública y de iniciativa para aprender.

Por otra parte, cuando un servidor público tiene malas prácticas en el cumplimiento de sus funciones y en la forma de ejercerla, existe irresponsabilidad, ineficiencia y una falta de vocación de servicio, entonces, se evidencia una clara debilidad de valores, conciencia, y ética pública en el servidor.

La falta de conciencia ética en el servidor público de la administración pública municipal produce que realice sus funciones con antivalores. Es decir, la ignorancia o falta de conocimiento en materia de ética es el principal elemento para que el servidor público no sea eficaz y mucho menos eficiente en el ejercicio de sus funciones. Por tanto, solo el conocimiento y la conciencia ética aplicada a la práctica del servidor público puede solventar la falta que el contexto produce.

La ética vista desde la conciencia es la mejor forma de controlar el comportamiento del servidor público cuando ejerce sus funciones. De tal manera que, todos los integrantes de la administración pública municipal deberían conocer, fijar metas, medir, informar y aprender sobre el valor o beneficio que aporta el Código de Ética de las Servidoras y los Servidores Públicos, es decir, el valor ético que genera, pues, guía a mantener una mejora continua del servidor público, en cuanto al fortalecimiento de los principios éticos en el orden institucional para desarrollar dignidad y el bienestar para los servidores que integran la administración pública municipal.

Para Garzón y Fisher, (2008) el origen del conocimiento y del aprendizaje se desarrolla y configura en una categoría de estudio de naturaleza interdisciplinaria y transdisciplinaria, se entiende como las ciencias de la educación y ciencias del comportamiento, siendo luego empleada en las ciencias gerenciales y administrativas como una categoría asociada a las organizaciones y a su talento humano.

En tal sentido, el proceso de aprendizaje es vital en el desarrollo de los seres humanos, y en especial como medio de interacción entre la vida del hombre y el medio social donde se desarrolla. Desde la perspectiva de la ética pública, el aprendizaje para los órganos y entes de la administración pública, debe realizarse desde los principios rectores de los deberes y conductas de los servidores públicos respecto a los valores éticos que han de regirlo, lo cual ha favorecido a que su estudio resulte de gran importancia en el saber científico.

La capacidad de aprender se pondera como una variable multidimensional, por lo que el aprendizaje y la cultura forman dimensiones específicas de la gestión en las organizaciones (Senior, Narváez y Fernández, 2008).

Los servidores públicos con una conducta apegada a la vocación de servicio, poseen una mayor disposición de aprender, dando preferencia a los requerimientos de la población y sus necesidades, fortaleciendo de manera ética la misión y cultura institucional de los órganos y entes de la administración municipal.

Este factor de multidimensionalidad permite que los procesos organizacionales promuevan la responsabilidad del servidor público, la forma como este ejerce sus competencias, funciones y tareas encomendadas (Senior, Narváez, Fernández y Revilla, 2008).

El aprendizaje que deben tener los órganos y entes de la administración pública municipal en el contexto que están integradas por personas, es desde esta idea que los órganos y entes cumplen sus funciones en constante aprendizaje, pues nunca dejan de adquirir conocimientos para el fortalecimiento de su capital humano, que apegado a los principios éticos realizará sus funciones y esto se verá reflejado en la comunidad (Garbanzo-Vargas, 2016).

Por tal motivo, es importante preguntarse lo siguientes: ¿Qué es una organización que aprende con ética pública? ¿Cuál es la visión de los servidores públicos que aprenden con ética pública en los órganos y entes de la administración pública municipal? ¿Cómo se manifiestan los cambios en las situaciones complejas de los órganos y entes municipales?.

Dado lo anterior, se puede expresar que los órganos y entes de la administración pública municipal que aprende con ética pública son las que proporcionan el conocimiento relevante de todos sus servidores, se transforman constantemente para cumplir con su propósito tanto internamente como para la comunidad; el aprendizaje no es solo adquirir nuevos conocimientos y habilidades profesionales, sino también internalizar que lo aprendido debe ser aplicado de manera ética tanto en la conducta como en los deberes de los servidores públicos.

público, la forma como este ejerce sus competencias, funciones y tareas encomendadas (Senior, Narváez, Fernández y Revilla, 2007).

El aprendizaje que deben tener los órganos y entes de la administración pública municipal en el contexto que están integradas por personas, es desde esta idea que los órganos y entes cumplen sus funciones en constante aprendizaje, pues nunca dejan de adquirir conocimientos para el fortalecimiento de su capital humano, que apegado a los principios éticos realizará sus funciones y esto se verá reflejado en la comunidad (Garbanzo-Vargas, 2016).

Por tal motivo, es importante preguntarse lo siguientes: ¿Qué es una organización que aprende con ética pública? ¿Cuál es la visión de los servidores públicos que aprenden con ética pública en los órganos y entes de la administración pública municipal? ¿Cómo se manifiestan los cambios en las situaciones complejas de los órganos y entes municipales?

Dado lo anterior, se puede expresar que los órganos y entes de la administración pública municipal que aprende con ética pública son las que proporcionan el conocimiento relevante de todos sus servidores, se transforman constantemente para cumplir con su propósito tanto internamente como para la comunidad; el aprendizaje no es solo adquirir nuevos conocimientos y habilidades profesionales, sino también internalizar que lo aprendido debe ser aplicado de manera ética tanto en la conducta como en los deberes de los servidores públicos.

Cabe destacar que, si los servidores públicos con preparación académica y trayectoria profesional, no tienen una conciencia ética, se desmoronan y caen en las fosas negativas del incumplimiento de sus funciones.

Se espera que los servidores públicos de la administración municipal ejerzan sus funciones con altos nivel de profesionalismo y compromiso por el bien de la gestión pública, igualmente de forma transparente y responsable. Por otra parte, los deberes de los servidores públicos deben tener estricto apego a lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y a todas las demás normas e instrucciones que debe regir su comportamiento en la realización cabal de todas las tareas y funciones, es decir, cumplir con la ley, utilizar los recursos públicos de manera efectiva y actuar de forma consciente y ética.

Se hace énfasis en la importancia de la obligación de actuar éticamente con apego a los principios rectores establecidos en el artículo 4 del Código de Ética de las Servidoras y los Servidores Públicos, que requiere que los servidores públicos se rijan por conductas y valores éticos donde se promueva: la honestidad, equidad, decoro, lealtad, vocación de servicio, disciplina, la eficiencia, la responsabilidad, puntualidad y transparencia con el fin de prevenir la corrupción y no lesionar la ética pública y la moral administrativa. Además, se espera que los servidores públicos reflexionen sobre los valores y principios del código de ética que guía la conducta el trabajo en los diferentes órganos y entes de la administración municipal.

Los principios rectores establecidos en el Código de Ética de las Servidoras y Servidores Públicos deben anteponerse en toda decisión que tome cualquier servidor público a la hora de realizar sus actividades en pro de la colectividad, esto permite fortalecer su actuar ético que contribuye a fortalecer su moral administrativa. De tal manera que la administración pública municipal asuma la ética como una realidad inserta dentro del contexto y formación del servidor público para que propicien acciones necesarias de frente a las malas prácticas en el cumplimiento de sus funciones. Cuando un servidor público está formado éticamente y es consciente de esa situación para el ejercicio de funciones, mantiene un dominio de su propia conciencia, cumple con sus actividades y tareas en cualquier circunstancia y situación.

Reflexiones Finales:

La ética pública es un elemento que requieren tiempo para ser internalizado en la conciencia del servidor público de la administración municipal. Incluir la práctica de la ética pública en la administración no producirá resultados inmediatos.

Solo cuando se apliquen programas de adiestramiento, continuos, de visión futura y a largo plazo, se podrá obtener resultados que beneficien la gestión pública en los municipios.

Cuando se fomenta la ética pública en la administración municipal, y estas a su vez la ponen en práctica en el actuar de su día a día, y se establecen mecanismos de ayuda para apoyar a los servidores más débiles en conocimiento de la ética pública, se estará fortaleciendo la capacidad de esto, para que ejerzan eficientemente su función de gobierno, logrando la transparencia y la eficiencia en el manejo de los recursos públicos, con total apego a las disposiciones legales contenidas en el ordenamiento jurídico venezolano.

"La ética no es una descripción de lo que las personas hacen; es una prescripción de lo que todos debemos hacer"

Michael Josephson

Referencias Consultadas:

Garzón Castrillón, M. A., & Fisher, A. L. (2008). Modelo teórico de aprendizaje organizacional. Pensamiento & Gestión, (24), 195-224.

Gladys Fernández, Mercy Narváez, & Senior, Alexa. (2008). El desarrollo local sobre la base de la asociatividad empresarial: Una propuesta estratégica. Opción, 24(57), 74-92.

Garbanzo-Vargas, Guiselle M. (2016). Desarrollo organizacional y los procesos de cambio en las instituciones educativas, un reto de la gestión de la educación. Revista Educación, 40(1), 67-87.

abogcarlosb@gmail.com

 


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