Con Chávez no hubiera avanzado el desarrollo capitalista. Maduro llama "desarrollo de las fuerzas productivas" el desarrollo del capitalismo en sus dos modalidades, colonizado nacional y colonial trasnacional. Los "empresarios" de Conindustria se quejan de los impuestos y de la ley sobre protección de pensiones porque les resta competitividad, uno parásitos que han vivido de los subsidios del Estado y de la renta petrolera desde hace muchísimo tiempo. Pero, ya maduro está buscando la manera de que las Zonas Económicas Especiales los cobije también, para que sus impuestos les sean exonerados, junto a los chinos, Chevron y similares
En fin, el único beneficio que reporta el desarrollo de las fuerzas productivas de maduro para la población excluida del país es la creación de empleo mal pagado y sin ninguna seguridad laboral. ¿Por qué?, porque de lo contrario, impuestos y seguridad laboral más sueldos dignos, le restaría competitividad a los empresarios, nacionales y trasnacionales. Sin embargo, los nacionales tuvieron siempre la ventaja de ser subsidiados por el Estado (en alguna parte debe haber un papel con los números de todo el dinero que ha "invertido" maduro en la empresa privada nacional, empresas de maletín, emprendedores –chulos, estafadores, conspiradores, etc. –. Habría que preguntarles a Lorenzo Mendoza y al señor del Tunal, dinero que fue desviado de la inversión social, es decir, de la educación, de la salud, del desarrollo de infraestructuras estratégicas y de las empresas socialistas o de propiedad social)
Todavía hay gente que cree que se debe esperar a desarrollar las fuerzas productivas capitalistas para hacer la revolución socialista, como Jesús Farías, una idea que no le lleva mucho a la acción de la famosa "mano invisible del mercado", de Adam Smith. Si nos ponemos a esperar que el capitalismo sea bueno y piadoso (como ahora) ¡nos morimos de mengua!, se acaba el planeta sin que patalear.
El panorama que pinta María Corina Machado es directamente el del "imperio de la acción privada" sobre el Estado y la acción de la sociedad a favor de la sociedad; es el imperio definitivo del capital sobre el trabajo; si acaso, esperar la magia de la "mano invisible del mercado" para que nivele en algo las cargas sociales, lo que jamás ha sucedido en más de quinientos años que tiene de existencia el capitalismo.
Pero el otro panorama, el de maduro, es igual. El tiempo que tardaría maduro (o cualquier otro reformista) en desarrollar las fuerzas productivas capitalistas del país (porque no puede ser de otra manera, porque el capitalismo no coexiste con la propiedad social y del Estado) y luego ablandarles el corazón para que produzcan a favor de las necesidades sociales (o sea, nunca), sería suficiente para matar de hambre y mengua a todos nuestros trabajadores y a los pobres excluidos de la sociedad y arrasar con nuestro paisaje. Se trata del mismo azul: el de "vente Venezuela" y el del madurismo de "somos Venezuela"; allá los atontados que no se dan cuenta.
Por otro lado, el modelo de desarrollo socialista tiene como base un cambio espiritual en el individuo y en la sociedad, que la única manera de hacerlo posible es en la lucha social, al tiempo que se comienza a cambiar la propiedad privada de los medios de producción en propiedad social, el modelo de desarrollo capitalista en un modelo humanista, se combate el egoísmo y la corrupción, la ignorancia, se atacan las enfermedades y se desarrolla la salud física y mental de toda población; es decir, haciendo todo en un solo movimiento. No se puede esperar desarrollar la economía para luego desarrollar la educación, o formar los líderes sociales y políticos necesarios para organizar la nueva sociedad. Es un cambio completo que tiene como norte el ir siempre, paso a paso pero sin perder el impulso, en contra de la lógica del capital; formar y construir a la vez. Lamentablemente, en tiempos de Chávez, hubo muy pocos convencidos de que esa era la tarea socialista, la vida del socialista: trabajar, estudiar y luchar; pero tuvieron que asesinar a Chávez para librarse de forma radical del espíritu revolucionario que estaba entusiasmando a mucha gente, incluida la clase media, siempre reacia a los cambios de hábitos y mentalidad.
Maduro parece estar a medio criar, es influenciable, impúdico con su ignorancia, se nota que hay asesores detrás, provenientes del mundo del marketing y de políticos más avezados; ¡el rey sigue desnudo! Sin embargo ha hecho mucho daño al país, acabó con los avances socialistas de Chávez junto al entusiasmo y el amor propio del pueblo chavista y más allá, acabó con la esperanza socialista.
La historia dirá si nos equivocamos…, veamos qué sucede a partir del 28, luego del triunfo capitalista, en su modo "guerra imperial".
Está pendiente volver a Chávez y al Plan de la Patria original.