El diario de Oscar Heck – el 21 de julio del 2024

Nota: Disculpen los errores, la pantalla de mi computadora está jodida, casi no veo lo que escribo, gracias.

Mientras llenaba mis tanques de agua y cargaba agua --- una tarea que tarda casi una tarde completa semanalmente --- estuve pensando sobre una noticia (publicada aquí en Aporrea) que mencioné hace unos días atrás en uno de mis diarios, una noticia que, al parecer, ningún opinador aquí en Aporrea habría cuestionado o tomado en cuenta matemáticamente en sus cálculos electorales, la cual tiene que ver precisamente con el número de votantes elegibles para las venideras elecciones presidenciales del 28 de julio:

CNE: más de 21 millones de personas podrán votar el 28 de julio

Allí dicen:

"… el corte definitivo del Registro Electoral para las elecciones presidenciales, habilitando a un total de 21.620.705 ciudadanos para votar el 28 de julio, según se informó en la Gaceta Electoral número 1.057. De este total, 21.323.253 venezolanos están registrados para votar dentro del territorio nacional, mientras que 69.211 podrán hacerlo desde el exterior a través de las representaciones diplomáticas del país, …"

En el diario donde mencioné esa noticia, escribí lo siguiente (pero algo más me ha estado cosquillando, ver más abajo):

"… en primer lugar, de los 21.323.253 venezolanos que estarían registrados para votar dentro del territorio nacional, probablemente 5.000.000 (est.) no votarán, pero no porque no quisieran votar, no, simplemente no votarán porque están fuera del país, porque se fueron del país y porque no pueden votar desde el exterior, porque el mismo CNE, en complicidad con el actual presidente de Venezuela, su gobierno, la asamblea nacional, las instituciones del Estado, y las embajadas y consulados, han deliberadamente hecho que sea prácticamente imposible de votar para la enorme mayoría de los venezolanos y venezolanas que hoy viven en el exterior, por eso solamente votarán 69.211 de los posibles 5.000.000 (est.) de votantes venezolanos y venezolanas que viven en el exterior … Es más, y aquí está la peor trampa, esos 5.000.000 (est.) que no votarán debido a que han sido deliberadamente bloqueados, probablemente hubieran votado en contra del actual presidente de Venezuela, en contra del máximo responsable del masivo éxodo que los llevó en primer lugar a la terrible situación familiar en la cual se encuentran hoy."

Ahora, lo que me ha estado cosquillando desde entonces, es la matemática detrás de todo esto.

Supongamos que los 5.000.000 (est.) venezolanos y venezolanas que habrían podido votar en el exterior, estarían en su gran mayoría viviendo en 10 países diferentes donde Venezuela tendría embajadas o consulados (donde votarían), entonces, estaríamos hablando de unos 500.000 votantes por país extranjero, ¿verdad?, y digamos que cada una de las embajadas o consulados (digamos uno por país) proveerían 10 mesas para votar, y que llevarían a cabo la votación sobre un periodo de 12 horas (un día completo digamos), eso significaría que tendrían que votar aproximadamente 70 personas cada minuto por mesa: 70 votantes x 720 minutos (12 horas) x 10 mesas x 10 países = 5.040.000.

Bueno ...

Esto termina siendo absolutamente imposible de llevar a cabo físicamente ya que, eso solo les dejaría a los votantes menos de 1 segundo para votar, lo cual, repito, es físicamente imposible.

¿Verdad?

Claro que sí.

Y si fueran 20 países con 250.000 votantes por país y con 10 mesas cada uno, entonces, eso equivaldría a 35 votantes por minuto (menos de 2 segundos para votar), lo cual también sería físicamente imposible de llevar a cabo, y así sucesivamente.

¿Ven a qué me refiero?

Bueno, entonces pensé:

Ellos, el actual gobierno de Venezuela y el CNE, y sus cómplices, tuvieron muchos meses preparatorios para resolver este dilema, pero no lo resolvieron, ¿por qué?

Podrían haber, por ejemplo, montado un sistema de votación por internet conectado al sistema electoral, donde cada votante, en vez de acudir a alguna embajada o consulado, podría haber votado desde su casa o desde un cyber, ¿verdad?

¿O no?

Sí, se puede hacer, pero no lo hicieron.

Pero digamos que lo hubieran hecho:

¿Cómo se controlaría algún posible fraude, por ejemplo, de alguien votar múltiples veces vía el internet usando el mismo número de cédula?

Bueno, eso es (básicamente) sencillo, simplemente se reduce la data a un voto por número de cédula, y eso es todo, y eso no es nada difícil de hacer al crear una aplicación de software para hacer precisamente ese trabajo de verificación casi automáticamente e instantáneamente, y eso lo sé porque he creado ese tipo de aplicación usando lo que se llama (o se llamaba) macros, y eso es rápido, o sea, y repito …

¿Por qué no lo hicieron?

En vez de resolver como debe ser para asegurarse que todos los 5.000.000 (est.) votantes en el exterior pudieran votar --- porque ese es su derecho [constitucional] y es una obligación del Estado venezolano asegurar esa votación ---, parecieran haber decidido de ponerles trabas para que no puedan votar, pero, entonces, ¿por qué, habrían decidido de tomar esa decisión (de poner trabas)?

¿Por flojera?

¿Por falta de tiempo?

¿Por falta de recursos o de mano de obra y logística?

¿O por no tener suficiente capacidad cerebral colectiva en primer lugar para que se les ocurra esa solución que mencioné arriba (como ejemplo)?

O …

¿Será porque sabían o sospechaban que la enorme mayoría de esos 5.000.000 (est.) votantes votarían en contra del actual presidente de Venezuela, sellando su derrota?

Esas son las preguntas que me han estado cosquillando.

¿Qué creen ustedes?

Para mí, lo que el actual gobierno de Venezuela y el CNE y sus cómplices han cometido --- sin o con justificaciones ---, es simplemente, fraude electoral.

Y recuerden:

Yo no voto, entonces, mi punto de vista es imparcial en este asunto.



 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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