Mayor claridad imposible, aunque haya ojos que se cierran para no ver. El conflicto político post 28J, continuidad del pre, que se desarrolla en Venezuela, apartando del análisis lo anecdótico y las fruslerías, está destinado a agotarse allí mismo en los límites de una pelea a muerte entre las dos fracciones burguesas más importantes que componen el sistema capitalista venezolano actual: el madurismo (burguesía nueva) y el maricorinismo (la vieja burguesía aliada a los gringos), eso está diseñado para no ir más lejos. Es, hablando en términos de experimento de laboratorio, una crisis controlada.

Se trata de una confrontación donde se dirime, cuál de las dos mafias burguesas se quedará con el control del Estado y la riqueza del país. En este sentido, el contenido de esta disputa no tiene nada que ver con una crisis política revolucionaria que busca destruir el sistema de dominación capitalista, no hay que caerse a embuste, esto ya lo dijimos antes del 28J y hoy lo ratificamos.

A todas luces es claro, que en esta trifulca burguesa no cabe proyecto alternativo popular alguno, toda la crisis política se desliza en los marcos del liberalismo burgués, en términos refraneros se le puede definir como un pícaro: "quítate tú porque ahora me toca gozar a mi". A eso se reduce toda la pugna, entre el madurismo y mariconismo. Mientras el pueblo sufre el empobrecimiento.

Todos los actores que participaron de este teatrillo electoral han quedado al desnudo. No hay aquí nada que favorezca al pueblo. La sociedad venezolana está sometida, pero sobre todo los empobrecidos del chavismo y de la oposición, a los propósitos, dictados e intereses de una lucha de poder interburguesa, que incluye, activamente también, a los principales actores del sistema mundial del capital preocupados por su cuota de la riqueza venezolana y sus conveniencias geopolíticas.

El pueblo venezolano, tal cual como están planteadas las cosas, nada tiene que buscar en esta pelea y si todo para perder, porque no participa como sujeto político bajo sus propias banderas, sino como un simple recurso electorero de legitimación de una de las dos mafias burguesas. ¡A menos que ocurra lo extraordinario¡ es decir, que del seno mismo del pueblo insurja una propuesta autónoma que plantee que el poder pase total y absolutamente a ser administrado por organizaciones del poder popular que aparezcan para ejecutar el Plan de la Patria 2013 2019, cosa que es perfectamente constitucional y políticamente válido y factible, porque si el pueblo está apto para votar por dos minorías, también lo está apara autogobernarse como mayoría que es. Es por eso que en el teatrillo electoral del 28J se aliaron el madurismo, la ultradercha y la izquierda edmundista, para impedir que el pueblo ejerciera ese derecho.

Conforme a ello, decimos, que la emergencia de un acontecimiento como la insurgencia política del pueblo levantando su propio programa de liberación, crearía un gran zafarrancho desordenándole todo a los partidos capitalistas, al romper el marco del actual conflicto liberal burgués transformándolo en una verdadera lucha de clases, es decir una lucha protagonizada por los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición como un solo pueblo para sí, contra las dos burguesías antipopulares y antinacionales.

Los acontecimientos seguirían un rumbo radicalmente distinto transformando los hechos en una revolución de contenido popular, nacionalista y socialista dirigida a liberar al pueblo del empobrecimiento y la desigualdad que produce el capitalismo.

Pero está posibilidad indudablemente pudiera concretarse en realidad sólo si del seno del chavismo auténtico se atrevieran a reaccionar un grupo de mujeres y hombres y se conformaran en una dirección colectiva nacional y se pusieran al frente de esa poderosa fuerza volcánica que es el chavismo popular y sintonizaran con todas las luchas del pueblo venezolano para retomar el camino que inició Chávez, todo el panorama político cambiaría a favor de los intereses del pueblo venezolano.

¿Por qué insistimos en que sea desde el chavismo popular que se de el paso?, Esta fuerza social acaba de demostrar quien gana y quien pierde unas elecciones hoy en Venezuela, el chavismo popular se quedó en la casa no votó y le dijo a Maduro, no te reconocemos porque no eres de los nuestros, pero también le dijo a la ultraderecha eres nuestro antagonista de clase.

El chavismo popular es una o quizá la única fuerza alternativa en el campo antisistémico revolucionario en estos momentos, que a pesar de su aparente postración, ensimismamiento y falta de una estructura orgánica, todavía cuenta con un haber de victorias y logros que subyacen latentes en su memoria de liberación anidada en el mundo de los sentimientos de millones de militantes que aunque inmovilizados mantienen la esperanza de que ocurra el llamado a retomar el camino de Chávez. Además, el chavismo posee un tesoro guardado, una hoja de ruta detallada y precisa para construir la Venezuela que se necesita, la de todos, el Plan de la Patria original 2013-2019. El chavismo es un sentimiento nacional que revivido en una fuerza material estaría en capacidad de desafiar al sistema capitalista de dominación.

Porque lo que respecta a la izquierda tradicional, sus capacidades se han visto muy reducidas, se muestra cansada y confundida, sin programa, sin arraigo popular e integrada al sistema de dominación, hasta el punto que no pudieron hacer otra cosa sino sumarse a votar por los candidatos de la derecha. Desde este ángulo es muy poco lo que el pueblo puede esperar.

El madurismo , la ultradederecha miricorina y al capitalismo mundial, saben, que la reaparición del chavismo auténticamente popular en el escenario político nacional le daría un vuelco al contenido de clase a la actual coyuntura porque la lucha entonces dejaría de ser una pelea callera entre dos mafias burguesas por "las actas" (la madurista y la maricorinista más su séquito de aduladores). Es que detrás de esas actas se oculta la verdadera esencia de esta riña capitalista, el reparto de la piñata petrolera.

El pueblo venezolano organizado en su propio instrumento político puede transformar con total seguridad, esta lucha burguesa en una donde se expongan dos proyectos de sociedad, la sociedad de todo el pueblo y la sociedad de los capitalistas.

Por eso estamos seguros que el temor que sienten estas dos burguesías por el fantasma del chavismo auténticamente popular fue lo que motivó a que el levantamiento popular del 29J fuera sofocado por ambas mafias burguesas usando a los comanditos y a los colectivos, dos herramientas de una misma concepción protofascistas y así desvirtuar el levantamiento, por el temor que sienten de saber que el pueblo retomaría el camino de Chávez, no obstante queda la duda, ya que los caminos de la dialéctica de las formas está llena de incertidumbre. Por otra parte, la retoma del poder político en Venezuela por parte del chavismo auténticamente popular abriría incontenible, que duda cabe, el inicio de un nuevo período de revoluciones auténticamente populares en el continente latinoamericano, luego del fracaso de los gobiernos progres y de la misma ultraderecha.

Entonces, si estamos seguros, que lo que podría cambiar la correlación de fuerzas a favor del pueblo es la reaparición de un chavismo auténticamente popular que reunifique en su seno a todos empobrecidos (80%) en torno al Plan de la Patria 2013-2019, no perdamos más tiempo, convoquemos pues la reorganización nacional del chavismo y en el camino vamos enderezando la carga