A disgusto propio hoy nos vemos en la necesidad de presentar está nueva entrega, no para ofenderla, ni mucho menos para exponerla al escarnio público, pero si para emplazarla dado el giro de 180 grados que ha dado, apartándose ahora de la Revolución Bolivariana, y desde luego del chavismo.
Hoy hablaremos de la abogada Constitucionalista María Fernanda Díaz, toda vez que ha fijado posición, diríamos que lamentablemente, en contra clara y precisa del propio presidente Nicolás Maduro, sin ningún tipo de recato y consideración.
Debemos antes precisar que desde hace tiempo atrás siempre le hemos hecho seguimiento a la abogada MAD, ante las veces que tuvo que expresarse en defensa del proceso revolucionario.
Incluso, cuando se escogieron las distintas personalidades para que ejercieran importantes cargos públicos, pensamos en esta estudiosa mujer para que fuese la nueva fiscal de la República, dada su capacidad y la manera clara como, en aquel entonces, abordaba los problemas que afectan al país.
Lastimosamente, hoy en día, debemos decir que nuestro deseo afortunadamente no se dió, por cuánto el tiempo se ha encargado de esclarecer las cosas, aunque nos hace ver que andábamos equivocados.
Díaz, junto a otra abogada y una economista, que por el momento no recordamos sus nombres, dedicaron tiempo y espacio en la TV, para hablar de importantes temas en favor del país y de la revolucion.
Pero de la noche a la mañana pudimos detectar que algo le incomodaba a la experta Constitucionalista.
Poco a poco comenzó con sus críticas en contra del gobierno, que más para corregirle desatinos, se notaban que eran observaciones que lo desacredita va ante la opinión pública.
¿Que pasó con MAD?
¿Porque ese cambio repentino, que se ha transformado en un aliado de la oposición?
Lo extraño de toda esta situación es que está abogada quiere ir con todo en contra del gobierno del presidente Maduro. Y así lo viene demostrando.
Ahora vemos que acudió ante el TSJ para exigir, palabras más, palabras menos, que se revierta el dictamen que hace ver que el presidente Maduro resultó ganador.
Dice que "el gobierno está tratando de echarle tierrita al tema de las elecciones", para evitar que se publiquen las actas para poder hacer las auditorías respectivas de las mesas electorales y de cada Centro de votación.
Extrañamente vemos que está abogada no diga que la oposición tampoco presentó actas, como si lo hizo el presidente Maduro ante el TSJ.
Pero MAD va más allá. Anuncia sin ponderación que "este gobierno se quiere imponer a través del terror, a través de la intimidación del enemigo".
Y asegura además que "el gobierno no reconoce al diferente, al distinto, menos al opositor".
No sé porqué, pero al leer las declaraciones de MAD nos vino de repente a la memoria la figura de la ex-fiscal Luisa Ortega Díaz, que después de chuparse las mieles, desde la FGR, se constituyó luego en una de las más acérrimas enemigas del gobierno y del Proyecto Bolivariano.
Más adelante en sus declaraciones la conspiscua abogada deja saber lo siguiente: "Lo que nosotros creemos es que hay una ilegitimidad de origen de unas elecciones donde no se revelaron los resultados que supuestamente sustentan la proclamación y los boletines 1 y 2 del CNE", sentenció.
Y remata diciendo: "Esta irregularidad democrática y Constitucional, destruye la institucionalidad de la República".
Adiciona, además, que "ahora el gobierno está llamando a unas mega elecciones regionales para el próximo año 2025, con la intención de refrendar -lean bien- su fraude del pasado 28J", denunció.
MAD en este sentido deja ver claramente que el CNE, en complicidad con el TSJ, cometieron trampa, cometieron fraude, aunque esta dama conocedora de leyes no presenta, al menos hasta ahora, ninguna prueba.
Lo extraño de la conducta de MAD, y nos disculpa el tuteo, es que mientras estuvo del lado de la revolución nunca se atrevió a solicitar por escrito ante la fiscalía y mucho menos ante el TSJ, que se aperturará una investigación y luego un juicio en contra de la violenta MCM, a sabiendas que ha venido violando de manera reiterada las leyes del país, dejando en evidencia el delito de traición a la Patria.
Pero incluso pudiera haberla acusado de los homicidios y daños causados a las instituciones y bienes de la República por los Comanditos violentos que dirigió, una vez que se dieron a conocer los resultados de las elecciones, junto al abuelito Edmundo González, que acaba de evadir la justicia, huyendo a España.
¿Dónde están las acusaciones también de MAD, por ejemplo, ante la CPI y ante la ONU, en contra de personajes de EEUU que están recogiendo dinero para invadir a Venezuela y asesinar al presidente Maduro?
No creemos que está litigante apoye el crimen, la desestabilización del país, el golpe de Estado, pero hasta donde se tiene conocimiento poco ha dicho o no ha hecho nada al respecto para cuestionar esos malos propósitos.
Es evidente que MAD ha podido en su condición de abogada denunciar ante los organismos internacionales ese brutal intento de homicidio, pero además otros hechos que han venido afectando seriamente a la República, tal es el caso del robo de la empresa Citgo, el robo del oro por parte de Inglaterra, y más reciente el robo de los dos aviones venezolanos, por parte de EEUU.
Los revolucionarios nos preguntamos también: cómo es que esta abogada toma acciones para favorecer hoy en día a la oposición y antes nada hizo, al menos hasta donde se tiene conocimiento, para defender los intereses del país?
¿Era acaso, y de verdad no lo creemos, una infiltrada en las filas del chavismo?
Estas interrogantes debería contestarlas la propia MFD, pero lo que si está claro es que algo surgió o algo le molestó o le negaron a está profesional del derecho, que hoy en día se ubicó en la acera del frente. Ojalá cambie.
Cerramos esta entrega con este pensamiento: "Al enemigo ni un tantito así". El Che.