El diario de Oscar Heck – el 26 de septiembre del 2024

Anoche salí a la calle de las 8:30 PM hasta las 11:30 PM para agarrar aire del mar y me tomé tres cervecitas mientras hablaba con una gente que conozco.

Uno de ellos es un madurista de 30 años de edad que solamente habla de dinero, dinero, y más dinero. Otro tiene 50 años de edad y ha pasado por todo tipo de tragedias en su vida, y es muy sabio, mientras la tercera persona era el dueño del abasto donde estábamos sentados afuera hablando.

El dueño del negocio, de unos 45 años de edad, quien trabaja siete días la semana entre 12 y 16 horas diario, y sin descanso desde hace alrededor de 6 años, escuchaba al joven madurista de 30 años de edad hablar del dinero como si eso fuera la única cosa importante en la vida y que para conseguirlo fácilmente --- porque para él, esa era la meta, de conseguir el dinero fácilmente --- uno debía ser más vivo que los demás y pasar por encima de todos y de cualquiera para obtenerlo.

El dueño, mirando al joven con ganas de estrangularlo, no aguantó la conversación, y se fue para adentro a su bodega, mientras el señor de 50 años de edad le dijo al joven que él (el joven) no entendía absolutamente nada sobre la realidad de la vida, pero, no se enojó, solo le sonrió y le dijo:

"Por eso este país está como está."

Ese madurista de 30 años de edad estaba convencido --- pero realmente convencido --- de que para vivir bien había que empeñarse en utilizar la viveza criolla, "debido a la situación," y que por eso había que aprovechar de la corrupción gubernamental, porque sería la única manera de hacerlo "inteligentemente," o sea, de hacerlo con un mínimo de esfuerzo.

Sí señor.

De hecho, todos los maduristas que yo conozco, piensan así, y por eso ese joven y [todos] los demás maduristas son miembros de los partidos políticos del actual presidente de Venezuela (el PSUV y Somos Venezuela).

Sí señor.

El joven me lo dijo así (parafraseado por mí):

"Si para vivir bien y mantenerme así tengo que pasar por encima de los demás, lo haré, yo no tengo ningún problema con eso. Solo me importa yo y mi familia cercana, y nadie más, ni mis tíos, ni mis tías, ni mis primos, ni nadie. La situación lo exige."

Pensé …

Maldito egoísta.

Y malagradecido.

Es que, mucha gente le ha ayudado a él, y por eso él tiene hoy el empleo fijo que tiene, malagradecido.

Bueno, yo también me cansé de la conversación, y me fui.

Al llegar a mi taller, me fui a dormir, y en la mañana prendí la computadora y abrí la página web de Aporrea, y me tropecé con la siguiente noticia:

Venezuela suspende los vuelos comerciales con Chile

Allí dicen:

"La paralización de la conexión aérea con Chile se une al ‘cese temporal’ de las operaciones con Panamá, República Dominicana y Perú, vigente desde el 31 de julio por orden del Gobierno venezolano."

Pensé …

Egoístas.

Malagradecidos.

¿Quiénes fueron los que pusieron al actual presidente de Venezuela y a su gente en Miraflores en primer lugar?

¿Ah?

Respuesta: Los ciudadanos de Venezuela que votaron por ellos.

Y …

¿A quiénes les hace daño esa medida de suspender los vuelos a Chile, Panamá, República Dominicana y Perú?

Respuesta: A los ciudadanos de Venezuela.

Ven, la gran mayoría de los pasajeros de esos vuelos comerciales hacia el exterior, son ciudadanos venezolanos, y ahora, para viajar digamos a Chile, tienen que primero tomar un vuelo a digamos Colombia, y desde allí tomar otro vuelo hacia Chile, lo que les costaría más dinero, más tiempo, más dolores de cabeza, y más gastos para el viaje, como hoteles, taxi, y comida.

¿No es así?

Sí lo es.

Pensé …

Egoístas.

Malagradecidos.

O sea, a raíz de esta medida tomada por el actual presidente de Venezuela y su gente para ellos satisfacer sus egos personales en el escenario político internacional, pasando por encima de cualquiera para hacerlo, ellos le están haciendo daño directo a los venezolanos y a las venezolanas, incluso a quienes hubieran posiblemente votado por ellos.

Egoístas.

Malagradecidos.

Con esta medido ellos no le están haciendo daño a nadie más excepto a los venezolanos y las venezolanas.

Allí se evidencia el egoísmo y el mal agradecimiento del actual presidente de Venezuela y su gente (los maduristas), y ese es el tipo de gente que nos gobierna desde el 2013.

Ese egoísmo y mal agradecimiento es reflejado en todo lo que han estado haciendo desde hace 11 años para ellos mantenerse en el poder a través de las medidas económicas, sociales, y políticas que ellos imponen sobre nuestro país.

Básicamente todas las medidas que ellos han implementado desde el 2013 han tenido y tienen consecuencias nefastas y muy dañinas para nosotros la mayoría de la población, pero no para ellos, porque ellos sí tienen salarios dignos y beneficios, y hospitales y médicos de calidad, y pueden mandar a sus hijo a estudiar en el extranjero, y tienen plantas eléctricas para compensar por la falta de luz, y tienen agua, pero nosotros no.

O sea, el actual presidente de Venezuela y su gente están pasando por encima de nuestra población, pisoteándonos para ellos satisfacer sus propias ambiciones personales. Hacen igual como hace ese madurista de 30 años de edad, sin importarles un carrizo el bienestar de los demás, ni a quiénes pisotearan.

Egoístas.

Malagradecidos.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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