Patria, la de la nube

En algún momento tenía que hablar de esa falaz "IA". No de su perfil instrumental, pues, -¡carajo!- de la que hablaré es muchísimo más que control administrativo; interviene en la vida de los ciudadanos. Es el nuevo "ojo que todo lo ve". Su omnipresencia pareciera asociarla a una especie de "divina providencia", igual de etérea.

Ese ojo, que no es izquierdo o derecho, sino un ojo en la frente, ha detectado que algunos empleados públicos -ahora, hasta el profesorado universitario lo es-; están laborando, de manera simultánea, en diversos organismos, institutos y universidades del país. Sin duda tal indagación, por parte de la autoridad estatal, es necesaria, cada función pública exige una determinada continuidad, dedicación y vigilancia.

¡Ah, pero miren que vaina! Detectada, por ese ojo omnipresente, la irregularidad, se pasó a notificarles a las autoridades respectivas -al menos en las universidades- la suspensión del pago de sueldo a quienes, supuestamente, están incursos en tal situación. ¡Así mismo! Sin averiguación alguna, sin apertura de los procedimientos administrativos correspondientes, como es de ley. No estoy entre los afectados, pero no por eso deja de arrecharme.

Al parecer, esa "divina providencia" no puede entender -no se lo incorporaron a su base de datos-, que ningún docente universitario, todos con al menos 16 años de formación, muchos con estudios de postgrado y una experiencia de trabajo en la docencia de tercer y cuarto nivel; puede mantener a su familia con 260 Bs. quincenales, que es lo que en promedio le pagan. Si esa "inteligencia" fuera humana a lo mejor diría ¡Dejen la llorona, les estamos dando... corrijo, el Presidente le está dando, una rumba de bonos...

Bueno, no voy a discutir la sinrazón de unos bonos que suman más que el sueldo que la misma administración paga, pero, en todo caso, como complemento del salario es sagrado. Chávez una vez lo dijo. Ahora lo real es: yo te lo doy y yo te lo quito... Y contra el ojo providencial no hay providencia que valga.

Lo contradictorio del "desarrollo productivo" en el que se suponen estamos avanzando, es que, además del entusiasta apoyo dado al "empresariado nacionalista" -dicen que eso existe-, se promueva el "emprendimiento" con el fervor que genera la libre empresa: Inventen una vaina para redondearse la vida... pónganse a hacer tequeños o ponche crema... como si ello no requeriría compartir sus dedicaciones laborales. La pregunta que no tiene respuesta es: por qué no promover que los obreros, los campesinos, los artesanos, los técnicos, los profesionales y naturalmente, el profesorado; sumemos nuestra capacidad de trabajo, conocimientos y experiencias, en un esfuerzo colectivo sobre el territorio que nos resulta común. Luís Brito García lo acaba de decir, esa es la manera socialista de producir. Y también de profundizar la democracia.



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José Manuel Rodríguez


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