La diplomacia de micrófono

"Si A es éxito en la vida, entonces: A= x +y +z. Donde: x es el trabajar, y es jugar, y z es mantener la boca cerrada". Albert Einstein

Siguiendo con las reflexiones, La diplomacia venezolana de estos tiempos y La diplomacia de paz, publicadas por este portal; la primera el jueves 08/08/2024, y la segunda el domingo, 22/09/2024, hoy nos concentraremos en la Diplomacia de Micrófono.

Comencemos diciendo que, en Política Exterior, existen dos instrumentos clásicos que, hoy en día, están más vigentes que nunca. De un lado, el instrumento de la guerra con sus distintas manifestaciones y expresiones y, de otro lado, el instrumento de la Paz, igualmente con sus distintas manifestaciones y expresiones.

En el caso de la Diplomacia, ésta constituye el principal soporte del instrumento de la Paz y consiste en fomentar las relaciones entre los Estados y otros actores internacionales, a través de la negociación y el diálogo, y su propósito es influir en las decisiones de otros actores según los intereses propios, de forma que sustituye al uso de la fuerza para resolver las controversias de forma pacífica.

Actualmente, se habla mucho de la Diplomacia de Micrófono.

Recibiendo, como deber ser, la respectiva reprimenda

Ante las inoportunas y desacertadas declaraciones del fiscal general venezolano, Tarek William Saab, quien realizó afirmaciones sobre el presidente Lula da Silva, tildándolo de ser uno de los voceros de "parte de la llamada izquierda captada por la CIA y EE.UU. en América Latina" debido a su postura de no reconocer los resultados de las elecciones venezolanas donde resultó ganador Nicolás Maduro, la Cancillería de Venezuela, ministerio que sí tiene competencias en materia de política exterior, se pronunció.

A través de un comunicado dirigido a la "opinión pública nacional e internacional", informó que dichas declaraciones eran "opiniones de carácter personalísimo" y no reflejaban "la posición del Ejecutivo", sobre el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva,

Además, el Ministerio para las Relaciones Exteriores manifiesta que, la diplomacia bolivariana de paz, "reafirma su compromiso en la construcción de vínculos de hermandad y solidaridad entre Brasil y Venezuela", países que "han avanzado en importantes y diversas áreas políticas, económicas y sociales".

Asimismo, en el escrito, se ratifica además "el respeto absoluto a la trayectoria histórica del presidente Lula da Silva y su liderazgo en Brasil".

Importante aclaratoria de la cancillería venezolana que viene a ratificar que las diferencias que se tenga con gobiernos progresistas o que tienen postura claramente de defensa de su soberanía, por muy graves que sean, no pueden buscar resolverse con filtración de noticias a los medios de comunicación o con declaraciones nacionalistas altisonantes que empeoran unas ya deterioradas relaciones políticas y comerciales, con consecuencias muy negativa, en todos los terrenos.

Violando la Constitución

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 236, es explícita en decir que es atribución constitucional del presidente dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales.

Por tanto, no se debe permitir que cualquiera se pronuncie sobre esa materia. Sólo el presidente Nicolás Maduro es el que debe dar opiniones al respecto e instrumentalizada a través de la cancillería. Ningún otro poder tiene que ver con esa materia.

Así, que cualquier funcionario que esté al frente de algunos de los poderes del Estado y se pronuncie sobre acciones o decisiones relacionada con Política Exterior, está flagrantemente violando la Constitución Nacional.

Por tanto, es el momento, como ha dicho el mismo presidente Maduro, de no hacer uso de la "diplomacia de micrófono", porque hay que tener mucho cuidado con protagonismos que le pueden hacer daños irreversibles a la patria bolivariana.

Los resultados de la Diplomacia de Paz

La diplomacia de paz ha logrado enfrentar con existo la etapa de la resistencia, que lleva años y ha sido muy fuerte, sobre todo para el pueblo llano, y ahora se puede pasar a la etapa de la insurgencia o insubordinación, en los términos planteados por el escritor argentino, Marcelo Gullo.

De allí que debemos seguir utilizando el instrumento de la diplomacia como un mecanismo de insurgencia, inscrito en el desarrollo de una nueva geopolítica internacional, en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria en el planeta. Los BRICS son un buen escenario para ello.

En ese sentido, es la hora de discreción, esto es, actuar con tacto y sensatez, pero, también es una cualidad importante en situaciones sensibles y delicadas.

Finalmente, siempre recordar que el yoísmo, el egocentrismo y, sobre todo, el narcisismo son valores de un fascista, nunca de un revolucionario.



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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